El Gobierno y las empresas españolas confían en Huawei, pero en bajito

La compañía de origen chino Huawei lleva varios días en el ojo del huracán. El fabricante de componentes tecnológicos y redes, que tiene un importante negocio en España y decenas de mercados más, está atravesando una crisis corporativa tras la detención de su directora financiera, Sabrina Meng Wanzhou. Desde nuestro país mantienen la calma, aunque nadie se atreve a hacer una defensa pública a favor de la compañía.

Todo arranca la semana pasada cuando las autoridades de Canadá detienen a la CFO de Huawei. El motivo, presuntamente, es que habría violado las restricciones de negociar con Irán que Estados Unidos tiene impuesto a las compañías que, a su vez, tiene negocios en suelo americano. Desde entonces, todo se vuelve bastante opaco y, un puñado de días después, Sabrina Meng ha estado detenido hasta la madrugada de este jueves, cuando finalmente ha sido puesta en libertad bajo fianza.

Así, desde Huawei insisten en que la compañía ha recibido muy poca información en relación a los cargos que se imputaban y no han tenido conocimiento de ninguna infracción por parte de Meng. El fabricante confía en que los sistemas legales de Canadá y Estados Unidos finalmente lleguen a una conclusión justa, incluso una vez con esta libertad bajo fianza.

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Asimismo, fuentes de Huawei aseguran que ellos cumplen con todas las leyes y regulaciones aplicables en los países en los que opera, incluidas las leyes y regulaciones que aplican sobre el control y sanción de las exportaciones de las Naciones Unidas, Estados Unidos y la Unión Europea.

LA CONFIANZA EN HUAWEI SE MANTIENE

Ante esta situación, Huawei se encuentra en una posición algo delicada. Por ejemplo, en Francia, el país galo mantiene la confianza en la compañía, aunque también han dejado claro que si algunas inversiones afectan a la soberanía nacional dependerá del Gobierno poner ciertos límites a dicha situación.

Por lo que respecta a España, es curioso. Los grandes operadores de telefonía tienen importantes acuerdos con Huawei. Con Telefónica, hace muy poco, se llevó a cabo una llamada sobre 5G de manera conjunta. Por lo que respecta a Vodafone, el operador rojo renovó su confianza (y contrato) con ellos para el mantenimiento de sus redes fijas. Mientras, con Orange selló una alianza para la construcción de una red de larga distancia de 200 Gb/s en España.

Sin embargo, pese a todas estas colaboraciones, nadie ha querido pronunciarse de manera pública sobre la situación de Huawei; ni en redes sociales y, en privado, al margen de que todos dicen sentirse cómodos y confiados, no hay exaltaciones de la amistad.

Algo similar sucede desde la Administración Pública. Desde hace tiempo Huawei tiene una muy buena relación, por ejemplo, con el instituto de ciberseguridad (Incibe). Tienen planes de colaboración, programas de desarrollo para fomentar el empleo y concursos para que los jóvenes compitan y aprendan en materia de seguridad. Pero todo esto parece acabar aquí. Desde la Secretaría de Estado para el Avance Digital no quieren pronunciarse sobre el ‘caso Huawei’ y señalan a MERCA2 que por ahora no hacen comentarios públicos sobre la situación.

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De este modo, se produce de nuevo un silencio incómodo que si bien no tiene nada que ver con la psicosis y las acusaciones que se producen en Estados Unidos, nadie se desmarca con una defensa a ultranza de Huawei.

MALESTAR CON EUROPA

Desde Huawei no están muy contentos con las últimas declaraciones públicas de Andrus Ansip, el vicepresidente de la Comisión Europea (CE) para el Mercado Único Digital.

En la compañía aseguran estar “sorprendidos y decepcionados” por los comentarios realizados por Ansip en la rueda de prensa sobre Inteligencia Artificial que tuvo lugar la semana pasada en Bruselas. Durante la misma, el vicepresidente respondió a una pregunta sobre el papel de Huawei en relación a los coches autónomos y los proyectos 5G en Europa, en el contexto de las acusaciones de seguridad contra la compañía.

Desde Huawei rechazan categóricamente cualquier comentario de que puedan representar una amenaza para la seguridad. Aseguran que están “abiertos al diálogo con el vicepresidente para abordar estos malentendidos y tenemos la firme intención de continuar nuestra cooperación con la Comisión Europea como una empresa privada que es propiedad de sus empleados”.

Asimismo, desde Huawei creen que son “parte de la solución, no del problema. Ningún gobierno le ha pedido a Huawei que construya puertas traseras ni interrumpa ninguna red, y nunca toleraríamos tal comportamiento por parte de ningún empleado de la compañía”.

Mientras todo esto sucede, al margen de que se puede mostrar públicamente o no un gran apoyo, la realidad es que se están lanzando mensajes, sobre todo este último es el problema, donde se cuestiona a una compañía sin una base legal para hacerlo. Es decir, siembran la duda sobre una empresa privada que invierte miles de millones en todos los lugares del mundo sin la certeza de que las acusaciones que le lanza un país, señalado por sus malas relaciones comerciales con China, sean verdad o no. Mal camino.

Raúl Masa
Raúl Masa
Ex Coordinador de redacción y redactor de empresas y economía; especializado en telecomunicaciones, tecnología y energía.