La historia del salmorejo y gazpacho que vieron los tomates de lejos

“Si podéis, no compréis ninguno de estos, o si lo compráis arregladlo un poco en casa”, esta es la conclusión de Jonatan Armengol, crítico gastronómico tras probar gazpacho y salmorejo de varias marcas tanto de fabricante como de distribuidor.

El calor nos obliga a cambiar los platos calientes, los preferidos para entrar en calor en invierno por algo más fresco con las elevadas temperaturas. La sopa es uno de estos platos que se ven sustituidos, aunque no del todo. La sopa del verano tiene su sustituto en el gazpacho y el salmorejo. Dos productos que llenan los estantes de las cámaras refrigeradoras de los supermercados. Y como ocurre con todo lo que se populariza, podemos encontrarlo de infinitas marcas, aunque no todas parecen ceñirse a la receta original y así lo demuestra su sabor.

Jonatan Armengol, propietario del espacio “Comer a ciegas”, en el que valora platos, cócteles y vinos entre otros productos, ha realizado una cata de gazpachos y salmorejos de tres marcas blancas y dos marcas de distribuidor. Armengol es catador y periodista, y como tal colabora en varios medios de comunicación; además, es el único crítico gastronómico invidente en España.

GAZPACHO, FUENTE DE NUTRIENTES

Originalmente, la RAE define el gazpacho como “sopa fría cuyos ingredientes básicos son tomate, pimiento, aceite, vinagre, ajo y sal, que es propia sobre todo de Andalucía”. Sin embargo, el experto Jonatan Armengol no percibe una correcta proporción de estos ingredientes en todas las marcas presentes en la cata reliazada en MERCA2.

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Las marcas de distribuidor, es decir, las marcas blancas que forman parte de la cata son Auchan, Hacendado y Carrefour. Ninguno de los tres llega a los dos euros en el envase de 1 litro. Aunque es el gazpacho de Alcampo el que más se acerca con un precio de 1,79 euros, seguido por Carrefour con 1,51 euros su brick y Mercadona, cuya marca blanca se vende por 2,90 el pack de dos bricks (1,45 euros/unidad).

Por otra parte, las marcas de fabricante que ha podido valorar el crítico Jonatan Armengol han sido Alvalle y Don Simón. Ninguna de las dos marcas ha salido muy bien parada de la cata. Su precio es bastante más caro que las marca blancas, ya que, son 3,55 euros en el caso de Alvalle y 3,12 euros en el caso de Don Simón.

Cuando vamos al supermercado, podemos pensar que la marca de fabricante está mas respaldada que la marca blanca, esto se debe en cierto modo a la publicidad. Y es que existe un falso mito de que lo más caro es mejor. Pero, esta regla no se cumple con los productos alimentarios, esta cata es una buena prueba de ello, porque a veces, intentan darnos gato por liebre.

“Esto es una sopa de pepino”, así define el gazpacho de Carrefour, aunque no es el único que merece esa denominación, porque la marca de Alcampo también parece tener como ingrediente predominante el pepino.

La textura de este típico plato andaluz no es menos importante que las notas de sabor que desprende, y en el caso de Alvalle, parece estar poco triturado, así lo capta el catador. “Cada hortaliza va por su lado”, explica sobre esta marca.

La popularidad de este caldo andalúz ha llevado a crear diferentes versiones y sustituir algunos de sus ingredientes principales por otros tan curiosos como la sandia, el aguacate, cereza o cebolla. Suelen predominar las frutas y hortalizas en todas las recetas. Las comunidades autónomas también tienen su forma de llevar a cabo este plato, como Castilla La Mancha o Extremadura.

EL SALMOREJO, EL OTRO FAVORITO

Puedes resultar parecidos, pero nunca iguales. Los ingredientes del salmorejo son mas reducidos, por lo que el gazpacho se convierte en el más completo de los dos en cuanto a nutrientes.

Igualmente, la RAE considera salmorejo a la “especie de gazpacho o puré frío a base de tomate, pan, aceite, ajo  y otros ingredientes machacados o batidos, propio de algunas zonas de Andalucía”. Pero aquí, Jonatan también ha encontrado diferencias relevantes en cuanto a la receta original.

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Las marcas que ha catado el crítico son las mismas que en el caso de los gazpachos, pero el hecho de ser de la misma marca no implica que la calidad sea la misma, al menos a gusto del catador. Y con los precios ocurre más o menos lo mismo, y es que las marcas blancas no superna la barrera de los dos euros, mientras que las marcas de fabricante se acercan a los cuatro euros.

En opinión del catador, todos los salmorejos son mejorables. En el caso de Hacendado, un chorrito de aceite sería bastante positivo para la bebida. El de Carrefour, valorado con un 7, pero mejorable con un buen jamón ibérico o tropezones de pan frito, por ejemplo, resulta el mejor parado de la cata. “¿Esto es un salmorejo?”, comenta Jonatan sobre la marca blanca de Alcampo, “esto tiene de salmorejo lo que yo de buena vista”, concluye.

Don Simón y Alvalle, las marcas de fabricante, han obtenido unos resultados bastante mejorables. Tanto en su receta de gazpacho como de salmorejo tienen importrantes pegas, según Armengol. Demasiado vinagre y poco tomate definen la receta de Don Simón según Jonatan; mientras que el ajo frito es el sabor dominante en Alvalle y está menos triturado que el resto. Como consecuencia de su naturaleza, el precio es más elevado, por lo tanto, ¿merece la pena pagar más dinero si su calidad es tan cuestionable?

En general, tanto con el gazpacho como con el salmorejo, se pueden mejorar en casa, bien sea con un aceite de oliva virgen extra, vinagre de Jerez, o como último recurso con jamón. A pesar de esto, “entre esto y tomarse un plato de patatas fritas, está claro, siempre será mejor un gazpacho, aunque sea de bote”.