¿Quién ha secuestrado a Alberto Garzón? La historia del juego cambia

Lo siguiente podría parecer desmesurado. Quizá alguien crea que pueda sonar paranoico. Pero la gravedad de la situación lo requiere: alguien, no sabemos quién, ha secuestrado a Alberto Garzón.

Aunque eso no es lo peor, hay mucho más. Por lo que, si usted es policía, guardia civil, le encantan las historias de misterio no resueltas o se llama Iker y se apellida Jiménez Elizari siga leyendo a toda costa porque todos los indicios y pruebas cuadran a la perfección. Aquí empieza la historia.

Viernes 21 de febrero (consejo: leerlo con el efecto sonoro de una máquina de escribir, como en las películas). Las 12 de la mañana, una hora perfecta para no levantar suspicacias, dado que sería extremadamente raro ver madrugar a un comunista. También a un periodista. El primer movimiento estaba calculado a la perfección. El siguiente es la aparición de un señor trajeado y con corbata (¡con corbata!) que respondía a dos nombres: por un lado, el de Alberto Garzón. Por otro lado, el de ministro de Consumo. Una nueva cartera creada por el pequeño y modesto (entiéndase la ironía) nuevo Gobierno de Pedro Sánchez. ¿Caso resulto? Ni mucho menos.

Así, de cerca realmente se parecía a ese jovenzuelo (seguro que todavía le piden el DNI para entrar en las discotecas, como le ocurre a Íñigo Errejon) que hizo carrera de chascarrillo en chascarrillo contra bancos, multinacionales y todo lo que engloba el capital. Con ellos, mi favorito siempre es el del «ciudadano Borbón», hizo una larga carrera al mando de Izquierda Unida -pregunta seria, ¿todavía existe IU?-  para luego formar una gran coalición de izquierdas, entre botellín y botellín, que le aupó a ministro. Por cierto, la cerveza del pacto era Mahou, obviamente, lo digo por si alguien del Ministerio de Consumo quiere legislar, aparte de a las casas de apuesta, también a la Cruzcampo.

SUS DECLARACIONES LE DELATARON: NO ERA GARZÓN, SINO ¡UN DOBLE!

En definitiva, que sí, que se parecía. Pero algo no funcionaba, y no me refiero al wifi de la sala (que también). Ese Alberto Garzón que hablaba no era el mismo que antes había llamado «ladrón» al expresidente del BCE, Mario Draghi. A medida que continuaba con su exposición, la sensación era cada vez más rara. El señor, que respondía al llamarle ministro, señaló que «no queremos matar moscas a cañonazos” o incluso no dudó en citar al ‘Nobel liberal’ Rober Coase y sus “externalidades negativas».

Al finalizar la exposición, las sospechas de que no era quien creíamos quedaron del todo confirmada: no pronunció en ningún momento la palabra Franco. ¡En cerca de dos horas!, lo que debería haber sido algún tipo de récord para un representante de la izquierda. Claro, si no fuera porque no era el verdadero Alberto Garzón, sino un doble colocado estratégicamente. También existía la posibilidad de que fuera un gemelo, pero lo han descartado fuentes familiares.

¿QUIÉN PUEDE ESTAR DETRÁS DEL MISTERIOSO RAPTO?

El primer sospechoso es, sin duda, las casas de apuestas. Beffair, Bwin, Bet 365…etc o una alianza de todas ellas. El segundo, son los medios que reciben pagos de las anteriores. No se sabe, aunque yo, personalmente, he revisado los armarios de esta redacción sin suerte. Pero sí se conoce que el ministro (guiño guiño) ha edulcorado en las últimas horas su proyecto de limitar la publicidad de las apuestas deportivas. En un primer momento, solo se iba a permitir la misma en horario de madrugada entre la 1 y las 5. Pero, el último anuncio (el del viernes) abre la puerta a hacerlo en aquellos partidos que comienzan desde las 20:00 horas en adelante.

Una ingeniosa propuesta que, sin embargo, deja fuera de la legislación los mayores eventos deportivos del mundo que se retrasmiten en España. Así, podrían tener publicidad de casas de apuestas los siguientes: prácticamente todos los partidos de la Champions League, una gran mayoría de los de la Europa League y un número importante de ellos de Liga o Copa. Se le une la gran mayoría de los encuentros de baloncesto de Euroliga y Eurocup, la liga de campeones de balonmano o eventos que atraen a millones de usuarios como la Super Bowl o las Finales de la NBA. En definitiva, las empresas tabacaleras ya han pedido en Bruselas que sea el ministro (guiño guiño) de Consumo de España el que redacte las próximas leyes que prohíben la publicidad del sector.

ALBERTO GARZÓN (EL DOBLE) EL MODERADO

Todo ello, después de que hace menos de un año (también un par de meses) en Unidas Podemos, el partido al que pertenece Garzón, dijese a todos los españoles que con ellos se iban a acabar las apuestas. También su inmunidad y su publicidad. Incluso que pagarían para la «reparación de los efectos negativos«. Incluso, Garzón sufrió un escrache en la puerta del Ministerio (por la tibieza en la ley proyectada). En el que, eso sí, había cuatro gatos. Hay que decirlo todo.

Tras revisar las pruebas, nadie puede decir que no es raro. El secuestro es real y, para no levantar sospechas (que no pintará mucho en el Gobierno, pero quizás alguien se da cuenta si falta) han puesto en su lugar a un doble. Ahora, toca a las autoridades policiales seguir con la investigación y cerrar el caso de la suplantación de Alberto Garzón, el comunista, por Alberto Garzón el moderado. Seguiremos informando.

Pedro Ruiz
Pedro Ruiz
Colaborador de MERCA2