FCC aprueba este martes repartir dividendo pese a la crisis por el Covid-19

FCC aprueba en su junta de accionistas de este martes repartir un dividendo a cuenta de los resultados del pasado ejercicio que supondrá abonar a los socios un importe de 0,40 euros por acción.

El grupo controlado por Carlos Slim mantiene así la retribución a los socios a pesar de la actual crisis, si bien pagará la misma cuantía que el pasado año, cuando precisamente recuperó la remuneración a los accionistas que tenía suspendida desde 2013.

El dividendo de este año será, por tanto, el segundo que recibirá el magnate mexicano desde que en 2015 entró en la constructora y la rescató con dos inyecciones de capital.

FCC destinará 156,90 millones de euros a repartir este dividendo, que abonará mediante ‘scrip dividend’, el sistema que permite al accionista elegir cobrarlo en acciones, en efectivo o mediante la combinación de ambas alternativas.

Slim cobrará 95,8 millones de euros en virtud de la participación del 61,1% que controla en FCC, mientras que Esther Koplowitz percibirá otros 32 millones por su 20% en la compañía.

El dividendo se paga a cuenta de los resultados de 2019, ejercicio que cerró con una ganancia de 266 millones de euros, un 6% más que el año anterior, impulsado por el crecimiento en todos sus negocios, especialmente el del agua, la consolidación global de la concesionaria Cedinsa y la reducción de los gastos financieros.

Entre el resto de puntos del orden del día de la asamblea de FCC, que celebrará de forma telemática, figura la reelección en su puesto de consejera dominical para otros cuatro años de su presidenta, Esther Alcocer Koplowitz.

También se reelegirán como consejeros en representación de Slim a Juan Rodríguez Torres, Alfonso Salem Slim y Antonio Gómez García.

Además, FCC nombrará a Ernst & Young como nuevo auditor de sus cuentas para el trienio 2021-2023 en sustitución de Deloitte, que cumple el plazo permitido por la ley.

ESTRATEGIA DE CRECIMIENTO MARCADA POR LA CRISIS

FCC, al igual que resto de compañías, celebra su junta anual marcada por la incertidumbre sobre la evolución de la crisis y el impacto en su negocio.

Por el momento, la compañía ya provisionó 20 millones de euros en sus cuentas del primer trimestre para paliar los eventuales efectos de la actual crisis en su negocio que, hasta ahora, afecta más al de construcción y fabricación de cemento, que a las actividades de agua y servicios, consideradas esenciales.

El grupo afronta las consecuencias de la pandemia mientras abordaba su estrategia de crecimiento, enfocada hacia el exterior, y tras culminar la reestructuración su división de servicios medioambientales, la primera por facturación y Ebitda, en una filial independiente, eventualmente abierta a la entrada de socios como ocurrió en Aqualia.

También celebra este martes su junta Realia, la inmobiliaria controlada por Slim y FCC. Esta firma se presenta a los socios mientras está pendiente de la evolución de la crisis para poner en marcha la filial de alquiler de pisos anunciada al pasado año y actualmente lista para comenzar a arrendar las primeras viviendas.