El factor de alineación, la mejor herramienta para mantener tus objetivos

Cuando estamos poniendo en marcha un negocio, o cuando ya lo tenemos listo y estamos haciéndolo crecer, uno de los aspectos fundamentales a tener en cuenta es que los objetivos estén bien definidos. Pero es normal que el emprendedor tenga que atender a tantas cosas que al final se sienta un tanto “perdido” sobre lo que tiene que hacer y el orden de prioridades. Por suerte, el factor de alineación es una buena herramienta para visualizar los objetivos y tomar decisiones.

Implica tener muy claro qué queremos para nuestro proyecto y cómo vamos a intentar alcanzar las metas, pero además nos permite poder analizarlo de una forma muy visual. Así, cuando aparezcan problemas o esa sensación de sentirnos perdidos, solo tendremos que echarle un vistazo a nuestro esquema.

El centro es lo más importante en el factor de alineación

El centro de tu esquema va a ser la parte más importante del mismo, en él vas a reflejar tu misión, tu visión y los valores que quieres para tu negocio. Para poder hacerlo primero debes tener claros estos conceptos.

La misión son precisamente los objetivos o metas que persigues con tu proyecto, ese sueño que te gustaría lograr. Por su parte, la visión es tu perspectiva de futuro, dónde te imaginas tu negocio al cabo de unos años. Mientras que los valores son las directrices que van a guiar tu actuación.

Tener claras la misión, visión y valores de tu empresa es fundamental cuando vas a emprender. Hay quien lo tiene muy claro desde un principio, pero en algunos casos puede costar algo más. En todo caso, es importante que le dediques a la definición de estos factores todo el tiempo que necesitas, porque serán clave en la evolución de tu proyecto.

Además, ten en cuenta que son tres factores que están estrechamente ligados entre ellos y que, si colaboras con un socio o tienes un equipo de trabajo, es fundamental que todos estén informados sobre estos temas.

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El lado izquierdo se reserva para los procesos

Ahora que ya tenemos listo el centro de nuestro esquema, seguimos trabajando en el factor de alineación y nos centramos en el lado izquierdo, que vamos a dedicar a los procesos.

Sea cual sea tu idea de negocio, al final el objetivo principal será vender productos o servicios. Para conseguirlo debes abordar toda una serie de procesos que pueden ser más o menos amplio en función de a qué te dediques.

Un negocio puede tener diferentes procesos como la adquisición de productos de proveedores, la gestión del stock, el marketing, la logística, la atención al cliente e incluso el servicio posventa.

Es fundamental que tengas claro cuáles son todos los procesos que intervienen en tu negocio. Colócalos en la parte izquierda del esquema y determina unos objetivos clave para esos procesos.

Por ejemplo, en el área del marketing podrías centrarte en mejorar tu presencia online para cumplir así tu visión a cinco años de facturar X cantidad al año, o podrías implementar un packaging sostenible para ajustarte a los valores de cuidado medioambiental de tu negocio y además atraer así al público más concienciado con el cuidado del medio ambiente.

Por su parte, el proceso de atención al cliente podrías mejorarlo reforzando la comunicación a través de tu canal de WhatsApp Business o invirtiendo en formación de tu personal.

Al final, en el lado izquierdo de tu esquema estarán los diferentes procesos y los objetivos de mejora que has marcado para los mismos. Objetivos que, además, estarán en consonancia con la misión, visión y valores que están en la parte central de la gráfica que estamos creando.

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Los proyectos van en el lado derecho cuando usamos el factor de alineación

Para triunfar con tu idea no solo debes tener en cuenta factores internos, también lo que ocurre fuera de tu negocio. Es importante que conozcas muy bien tu mercado y que, en base a la información que tienes, diseñes estrategias que te puedan ayudar a cumplir tus objetivos.

En el lado derecho del esquema vamos a colocar los proyectos que llevaremos a cabo en los siguientes meses, que no son otra cosa que aquellas estrategias que hemos diseñado para conseguir alcanzar nuestra metas.

Los proyectos los vamos a dividir en estrategias comerciales, de soporte y de cierre de brechas.

En la estrategia comercial buscamos identificar proyectos que puedan aumentar la rentabilidad del negocio y que, a la vez, estén alineados con las necesidades actuales del mercado. Esto implica que tenemos que conocer muy bien nuestro negocio, pero también el perfil de nuestro cliente potencial e incluso a la competencia.

La estrategia de soporte está formada por proyectos que pueden ayudar a que las estrategias comerciales consigan los objetivos que buscan. Aquí se engloban cuestiones tan diversas como la inversión en talento humano (por ejemplo unos buenos comerciales) y proyectos de digitalización para aprovechar mejor los recursos (como contratar un ERP).

Por último está la estrategia de cierre de brechas, que son proyectos que están destinados a crear nuevos procesos que podrán ser de utilidad en el futuro. Con esto lo que buscamos es que nuestro negocio se mantenga lo más al día posible y pueda mantener en el tiempo su ventaja competitiva. Algunos ejemplos son la firma de un acuerdo de distribución exclusiva con un proveedor o incluso la compra de otras empresas similares.

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Sácale partido al factor de alineación

Con nuestro esquema ya listo tenemos en el centro los objetivos, así no los perdemos de vista, en la izquierda los procesos y en la derecha los proyectos.

Si lo hemos hecho bien, habrá una interrelación entre cada uno de los elementos que componen ese esquema. Como decíamos antes, tanto los procesos como los proyectos deben ser consecuentes con los valores que hemos decidido dar a nuestro negocio, y deben estar encaminados a poder cumplir los objetivos que nos hemos marcado y hacer realidad la visión o perspectiva de futuro que tenemos.

Ahora que ya lo tenemos todo alineado y además de un modo muy visual, es mucho más fácil tanto para los emprendedores como para quienes trabajan con ellos poder entender por qué las cosas deben hacerse de una determinada manera. Quizá elaborar el esquema te lleve algo de tiempo, pero una vez que lo tienes listo se convertirá en tu guía hacia el éxito.

Mayka J.
Mayka J.
Jurista por formación y escritora por vocación. Llevo más de diez años dedicada al mundo de la redacción con especialidades como Derecho, pymes, autónomos, emprendimiento y marketing digital.