«Las revistas médicas exigen a sus autores que sean transparentes, pero ellas no lo son, aunque deberían», expone el Dr. Rafael Dal-Ré, director del estudio, añadiendo: «La falta de transparencia, si se produce entre los autores es, según el ICMJE, una mala conducta en la investigación. De hecho, puede llegar a suponer un motivo de retractación del artículo e incluso de pérdida de empleo».

2020 09 28 Dr. Rafael Dal-Ré

La transparencia de los conflictos de intereses financieros del equipo editorial

El ICMJE, que está compuesto por 12 miembros -entre ellos, responsables de revistas de gran influencia como New England Journal of Medicine (NEJM), LancetJAMABMJ y Annals of Internal Medicine-, edita periódicamente unas recomendaciones sobre la publicación de trabajos académicos. El 82 por ciento de los miles de revistas médicas y de otras disciplinas científicas que manifiestan seguir las recomendaciones del ICMJE exigen declarar los conflictos de intereses financieros a los autores, pero menos del 1 por ciento publica los conflictos de intereses de los miembros de sus equipos editoriales.

Es más, la mayoría de las revistas miembros del ICMJE no parece seguir sus propias recomendaciones a la hora de declarar los conflictos de intereses financieros de los equipos editoriales. «Solo BMJ los revela en su sitio web y Annals of Internal Medicine los publica en algunos de los tipos de artículos on line», asegura el Dr. Dal-Ré, calificando esta situación de «preocupante».

La transparencia de los intereses financieros de las revistas

Las revistas científicas, al igual que las empresas comerciales, también tienen intereses financieros, como pueden ser los ingresos procedentes de la venta de separatas de artículos, anuncios y patrocinios comerciales. Sin embargo, «las editoriales médicas rara vez informan de sus conflictos de intereses financieros, ya que no existen normas para este tipo de declaración», comenta el investigador.

Los anuncios de medicamentos en revistas médicas han sido durante años motivo de preocupación, ya que parece que pueden influir en las decisiones editoriales. Además, los ingresos procedentes de separatas, en particular de ensayos financiados por la industria, se consideran un conflicto de intereses financieros.

En dos estudios sobre los ingresos de las revistas, tres publicaciones propiedad de organizaciones profesionales de Estados Unidos (NEJMJAMA y Annals of Internal Medicine) se negaron a proporcionar los datos de los ingresos obtenidos por las separatas, a diferencia de BMJ (también propiedad de una organización profesional) y la comercial Lancet. «Estos estudios se realizaron hace casi 10 años y, a pesar de que la presión social por la transparencia ha aumentado significativamente desde entonces, los sitios web de estas revistas aún no han incluido esta información», explica el Dr. Dal-Ré.

Ahondando en este sentido, el investigador señala: «En el caso de las revistas comerciales se puede llegar a entender que mantengan la confidencialidad en sus ingresos; en cambio, es difícil justificar la falta de transparencia en los ingresos de las que pertenecen a organizaciones profesionales o públicas». En cualquier caso, «independientemente de su naturaleza, las revistas deberían publicar cada año la procedencia de sus ingresos», añade.

«Creemos que, si las publicaciones se muestran transparentes, la confianza de los autores y los lectores en las revistas y en el proceso editorial aumentará», asegura el experto. Por ello, los investigadores participantes en este estudio hacen un llamamiento a todas las revistas médicas para que mantengan actualizadas sus páginas web con los datos de sus intereses financieros y de los posibles conflictos de intereses de sus equipos editoriales.

El Instituto de Investigación Sanitaria de la Fundación Jiménez Díaz

El Instituto de Investigación Sanitaria de la Fundación Jiménez Díaz (IIS-FJD), integrado por el Hospital Universitario Fundación Jiménez Díaz y la Universidad Autónoma de Madrid (UAM), y con sede también en los hospitales universitarios Rey Juan Carlos (Móstoles), Infanta Elena (Valdemoro) y General de Villalba, así como en otras entidades, como el Centro de Investigaciones Energéticas, Medioambientales y Tecnológicas (CIEMAT) y la Universidad Rey Juan Carlos, tiene como principal objetivo mantener el prestigio como centro de excelencia en la investigación biomédica dentro del Sistema Nacional de Salud, impulsando su desarrollo y considerando la ciencia y la tecnología como elementos básicos para la creación de riqueza y de bienestar social.