La triste realidad de DAZN: su inversión no se sostiene (y menos a estos precios)

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Con Netflix y DAZN se podría hacer ese chiste fácil que inunda las redes sociales, de «cuando lo pides por Aliexpress vs cuando te llega a casa». Obviamente, en el mismo orden. De hecho, ambas comparten muchas similitudes (o eso dicen), aunque en realidad solo son dos: la primera, que ambas son una plataforma de contenidos OTT, que viene del inglés over the top (de libre trasmisión). La segunda, es que son una máquina de perder dinero, quemar efectivo y generar deuda. En todo lo demás, el parecido es más engañoso que razonable y deja a la firma (rusa) británica en no muy buen lugar.

Se podría pensar que faltaría una tercera, y es que ambas también están abocadas a implementar subidas (continuadas) en sus precios, para equilibrar sus cifras, pero tampoco es así, ya que en el caso de DAZN el aumento de precios deberá ser mucho más grande que en el caso de Netflix. La mayor necesidad de capital que tendrá en los próximos años la plataforma deportiva obedece a las enormes diferencias entre ambas, que van desde su posicionamiento en el mercado, sus cifras financieras, la visión de mercado que se tiene de la misma o incluso el modelo de negocio.

En primer lugar, de DAZN sobresalen sus pobres cifras financieras, qué si las comparamos con Netflix, adquieren una dimensión preocupante. Así, la plataforma deportiva ha quemado en los últimos meses hasta 680 millones de euros, 607 millones en negativo por las operaciones de explotación y 72 millones en rojo por las de inversiones, una cantidad similar a la que la compañía dirigida por Reed Hasting firmó en 2015 (fueron 820 millones de euros de salidas netas). Pero claro, lo preocupante no es la anterior cifra (estamos en fase de crecimiento replican ambas firmas) sino que el agujero de la OTT deportiva alcanzó dicha cifra pese a que ingresó solo un 3,4% de lo que lo hizo Netflix.

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Dicho de otra manera, DAZN firmó un agujero de 680 millones con unos ingresos de 212 millones, mientras que Netflix lo firmó con unos ingresos de 6.111 millones de euros. Alguien podría pensar, con buen criterio, que es preocupante. De hecho, los que deben tapar la sangría de recursos en la OTT deportiva, puesto que las salidas de efectivo se deben subsanar con deuda para que la empresa siga subsistiendo, así lo piensan. Los bonos emitidos para dicho cometido, tienen una de las calificaciones crediticias más bajas del mercado, esto es CCC o de bono basura, y pagan unos cupones a partir de este mes de junio del 10%. Por su parte, Netflix siempre se ha mantenido en grado de inversión, -BB, con cupones que en ningún caso han superado el 6,5% en su emisión.

Además, no se trata de un hecho aislado en el último año, puesto que la compañía prevé una fuerte inversión en los próximos años, ya que tiene comprometidos en licencias pagos por cerca de 4.700 millones. Por ello, advierte en sus cuentas anuales que existe un riesgo financiero importante y que «requerirá de financiación significativa hasta el 2022 para cumplir con todas las obligaciones a medida que estas venzan».  

LÍMITES DE DAZN FRENTE AL POTENCIAL DE NETFLIX

Una de las características más importantes de Netflix que apuntan los expertos, de cara a su potencial, es que sus contenidos son escalables, esto es que una vez que se producen se pueden distribuir de forma infinita en todo el mundo. Por así decirlo, la firma que dirige Reed Hasting logra con ello crear su propia economía de escala, que resulta vital en una compañía. Pero, la anterior virtud económica en el modelo de Netflix no se puede aplicar a DAZN, puesto que su sistema no es escalable a este nivel por varios motivos: en primer lugar, si Netflix crea un producto (sea una serie o una película) puede hacerlo escalable fácilmente, porque es suyo, pero en el caso de la OTT deportiva el contenido no es suyo original, sino que tiene los derechos de emisión y estos están geolocalizados.

Una de las pocas semejanzas entre DAZN y Netflix es que ambas son una máquina de perder dinero, quemar efectivo y generar deuda y están abocadas a implementar subidas (continuadas) en sus precios

¿Qué significa que están geolocalizados? Muy sencillo, que los que se adquieren en Alemania, por ejemplo, la Champions League, no se pueden emitir en España. En cada país se negocian, y pagan, los derechos de forma separada. Por otra parte, obviamente salvo competiciones muy grandes (y solo ciertos partidos) es imposible alcanzar la popularidad a tanto público como una serie de éxito o una película muy taquillera, dado que los gustos están muy regionalizados (al final nos interesa más lo que hacen equipos cercanos a nosotros).

Por otro lado, DAZN tampoco se puede beneficiar, al menos de forma tan evidente, del maquillaje contable que sí utiliza Netflix para presentar beneficios. La plataforma de contenidos declara continuamente fuertes beneficios, mientras presenta flujos operativos negativos, eso solo es posible gracias a que dicha salida de capital los cubre mediante deuda y luego las inversiones las amortiza a muchos años vista, algunos se pagaran durante la siguiente década. En este punto, la OTT de contenidos deportivos tampoco puede amortizar los derechos adquiridos de la manera que le sea más benigna para sus cuentas, puesto que se compran para una serie de años y obviamente se deben amortizar para entonces.

Por último, el único punto en el que DAZN parte con cierta ventaja respecto a Netflix, es que este último tiene una mayor competencia en su mercado, y más que va a llegar como Disney o Apple. Aunque en verdad, los canales temáticos o plataformas (como es Movistar) es un competidor destacable, por su fuerza financiera y penetración en los mercados locales. Además, que probablemente puedan surgir otros competidores a medida que la compañía este obligada a subir los precios para seguir funcionando, ya que no tiene mucho sentido entrar cuando DAZN está vendiendo a pérdidas.

Pedro Ruiz
Pedro Ruiz
Colaborador de MERCA2