Colonial se reinventa para superar el descalabro de los 26 M€

La socimi trata de solventar el varapalo que le ha supuesto la crisis económica tras la pandemia del coronavirus, y ha tomado decisiones drásticas. La venta total de su cartera de activos logísticos, y la apuesta por una nueva fórmula de alquiler de espacios flex, son algunas de sus estrategias.

La compañía liderada por Pere Viñolas ha vendido todos los activos logísticos que aún tenía en cartera a Prologis. El gigante estadounidense decidió ejercer la opción de compra que pactó en agosto del pasado año y hacerse un hueco en zonas estratégicas de Madrid y Guadalajara.

En total, ha sumado a su cartera tres desarrollos logísticos de unos 100.000 metros cuadrados cada uno, por los que ha desembolsado un total de 164 millones de euros.

De este modo, Colonial ha completado la venta de 414.000 metros cuadrados de su cartera logística en España, y se ha hecho efectiva la opción de compra-venta acordada por ambas compañías el pasado verano.

Tras el cierre de una de las mayores operaciones en el sector logístico en los últimos años, Colonial se asegura incrementar su liquidez en más de 100 millones de euros y reforzar su solvencia.

CONTRATO MENSUAL Y SIN PERMANENCIA

Sin embargo, Colonial apuesta fuerte por su negocio de gestión de espacios de trabajo flexibles a través de Utopicus, que cuenta ya con trece espacios y supera los 38.000m2.

El teletrabajo y la descentralización están en auge, y Colonial se ha sumado a los coworking que lanzan ofertas para captar nuevos clientes, ya que en las últimas semanas se está registrando un descenso en la demanda de este tipo de espacios.

De hecho, la compañía defiende que esta modalidad tiene ventajas como el abaratamiento de los gastos fijos, y un contrato de arrendamiento que suele ser mensual, frente al anual en el caso de alquilar una oficina o local comercial.

De este modo, al apostar por los espacios de trabajo flexible, las empresas minimizan riesgos y pueden tomar decisiones con mayor rapidez, ya que al ser contratos mensuales pueden rescindirlo a las pocas semanas, en caso de una situación extraordinaria.

Sin embargo, son cada vez más los clientes de este tipo de instalaciones que rescinden su contrato ya que el teletrabajo ha venido para quedarse y prefieren trabajar desde casa, acondicionando un espacio para ello. Esto les permite ahorrar costes y evitar desplazamientos para minimizar el riesgo de un posible contagio.

NUEVOS FICHAJES

Además, dentro de la estrategia de Colonial por mantenerse a flote tras la crisis sanitaria, también se encuentra la decisión de fichar a Raquel Pi Simón, como nueva directora de gestión de inmuebles, comercial y negocio.

Pi Simón fue anteriormente directora de agencias de oficinas de la consultora sueca Catella,y también ha trabajado en compañías del sector como Merlin Properties o Aguirre Newman.

Está claro que la compañía quiere recuperarse cuanto antes del golpe de la crisis económica que le ha supuesto un descalabro que se traduce en una pérdida contable de 26 millones de euros en el primer semestre, frente a la ganancia de 338 millones de un año antes.

Además, registró una caída en el valor de los inmuebles que la socimi tiene en ubicaciones prime de Madrid, Barcelona y París. En concreto, se situó en 12.164 millones a cierre de junio, un 0,2% menos respecto al cierre de 2019, aunque supone una revalorización interanual del 4,4%.

Pese a los malos datos, los analistas mantienen su recomendación de mantener en el valor, ya que prevén que Merlin Properties registre un potencial de revalorización superior al de Colonial con poco riesgo adicional.

Además, no esperan, por el momento, un efecto tangible para las socimis debido al incremento del teletrabajo. Estos datos corroboran la teoría de las socimis españolas, que defienden la solidez del mercado de oficinas y otros activos inmobiliarios, pero los inversores no lo comparten.

Frente a una corriente de opinión que teme que el impulso del teletrabajo perjudique a las socimis de oficinas, los expertos sostienen que este innegable efecto se debería compensar con la tendencia de disminuir la densidad de los trabajadores.