Así sabes que compras un marisco de Galicia. Que no te engañen con pulpos, centollos y bogavantes

En la actualidad, el consumo de marisco goza de buena salud. En nuestro país, en todas las costas, existe una compraventa de este producto de gran calidad. La zona más famosa es la de Galicia. Todo el mundo conoce la gran variedad que ofrece este lugar y el precio de todos sus alimentos que provienen del mar: pulpos, centollos, almejas, percebes…

Cuando un producto es muy demandado y tiene un precio elevado, el mercado oscuro, en cierta manera, se «aprovecha» de la situación para hacer llegar un elemento de menos calidad. Hay que tener sumo cuidado a la hora de comprar marisco gallego, pues sin querer se puede adquirir un producto por otro, incluso a precios desorbitados. Para que no te pase, te contamos las claves para comprar el mejor marisco gallego.

El centollo: el marisco de Galicia

claves para comprar marisco gallego

En ocasiones, puede ser complicado comprar marisco de Galicia genuino, por la dificultad de diferenciar entre las especies foráneas y españolas.

La auténtica centolla de Galicia tiene muchas diferencias con la foránea, tanto en el precio como en el sabor. La foránea, que proviene normalmente del Reino Unido y Francia, es más económica que la gallega y, también carece de mucho sabor a mar.

El color del caparazón de la centolla foránea es rojiza y tenue, mientras que la de Galicia es mucho más oscura. La gallega tiene patas largas y afiladas. La foránea posee patas más cortas y sus uñas son más redondeadas. La de Galicia tiene verdín en su lomo y la foránea no.

Si todo esto cuesta memorizarlo, hay que quedarse con un dato. En verano no hay centolla fresca porque está en período de veda. Por lo tanto, si se encuentra una será francesa.