Las claves para comer un jamón de york de verdad

El jamón de york tiene su propia historia y va ligada a Robert Burrow Atkinson. Parece ser que este señor lo descubrió. Abrió su propia carnicería en los años sesenta en pleno siglo XIX. La ciudad inglesa de York era el sitio que eligió para su negocio. En la bodega de su empresa comenzó por azar a colgar piezas de jamón. Algunas las trataba con sal y otras las mantenía ahumadas.

Poco a poco comenzó esta carne a hacerse famosa y todas las personas del municipio y los colindantes la compraban. En esta zona había muchos apostadores de un hipódromo cercano y estos son los que subieron el negocio de este hombre. Pasado un tiempo todo el país comía este jamón al que se le llamó de York. A España llegó mucho más tarde y se le relacionaba con una dieta muy sana, pero al principio no se le reconocía como producto de la dieta mediterránea.

El jamón de york no es el jamón cocido

jamón de york

Hoy en día todo el mundo va al mercado a comprar jamón de york, pero realmente lo que compramos no lo es. El jamón de york que consumimos no es más que jamón cocido. Hay que ir a Inglaterra para poder comer el verdadero.

¿Qué comemos entonces cuando compramos este jamón? Compramos jamón al corte, loncheadas, etc. Desde que salió a la luz el Real Decreto 474/2014 (la normativa vigente de derivados cárnicos) de piezas de carnes identificables sometidas a salmuera para la alimentación.

el jamón de york que consumimos no es el original

En España, el Ministerio de Agricultura, pesca y alimentación comemos al menos ocho kilos de carne procesada por individuo, lo que supone que gastamos en esta carne más del cinco por ciento del presupuesto para bebidas y consumo.

Diferencias entre los distintos tipos de jamones

En el mercado, hoy en día, hay seis tipos de jamones y es importante conocer las diferencias que existen para saber qué compramos. De mayor a menor calidad se exponen los siguientes: jamón cocido extra, paleta cocida extra, jamón cocido, paleta cocida, fiambre de jamón y fiambre de paleta.

El jamón cocido está elaborado con la pata trasera del cerdo o con algunos trozos de la misma área. La paleta cocida se hace con la pata delantera o con trozos de la misma zona. Si en la etiqueta aparece la palabra «extra» quiere dar a entender que la cantidad de jamón es mucho mayor (entre el 80 y el 90%). Cuando se compra un jamón con un aporte de tan sólo un 70% estamos ante un alimento de menor calidad.

No creas que lo que compras es el jamón, pues estos alimentos tienen siempre aditivos y conservantes para poder durar mucho más. El fiambre es de menor calidad y tiene entre el 50% y el 60%. Contiene siempre fécula y una mayor cantidad de aditivos, agua y potenciadores del sabor. Lo mejor que se puede hacer es consumir el jamón cocido frente a los fiambres.

Es importante mirar la etiqueta del jamón de york

Según los mejores nutricionistas, lo que hay que hacer es mirar siempre la etiqueta de cada producto. Es muy difícil encontrar en el mercado un jamón de york y mucho menos un jamón cocido que sea bueno. Llevan incluso azúcar y por eso es un embutido barato. Resulta raro pensar que este tipo de producto puede llevar azúcares, pero es cierto.

Hay fiambres que dicen tener poca sal en su contenido, pero muy probablemente eso no significa que vayan a ser naturales. Hay que mirar el etiquetado con mucho cuidado; ¿por qué? Sus calorías pueden ser bajas y da a pensar que se está ante un alimento muy saludable, pero es probable que las calorías sean pocas porque la proporción de jamón también lo es.

Desde la OCU se advierte de los productos que pongan la palabra extrajugoso. Esto significa nada más y nada menos que tiene mayor cantidad de agua y no tiene nada que ver que tenga más calidad. Hay eslóganes que hablan del plus del sabor y esto no es nada positivo, ¡hay que tener cuidado!

Compara y elige bien

Es mejor pasar tiempo delante del refrigerador para saber que compramos algo que merece la pena. Lo mejor es adquirirlo en una charcutería y que sea el especialista quien te asesore.

El corte descubre la estructura natural de la carne y se tiene que poder apreciar. Si esto no se ve es que el jamón de york tiene mucha agua.

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Hay una posibilidad. y es que se pueden comer embutidos ecológicos que son más naturales y que se pueden encontrar en el mercado. El precio es más alto y por eso el consumo no es muy elevado.