La Cámara de España prevé incluir ayudas directas al comercio minorista

La Cámara de Comercio de España está reorientando su Plan de apoyo a la competitividad del comercio minorista para incluir ayudas directas a los negocios y, junto a la red de cámaras territoriales, ha puesto en marcha el sello ‘Comercio de Confianza’, que acredita que los comercios cumplen los protocolos sanitarios y de seguridad establecidos en el protocolo y guía de buenas prácticas de la Secretaría de Estado de Comercio.

El organismo cameral, que ya lanzó la campaña ‘Te estamos esperando’, puesta en marcha junto al Ministerio de Industria, Comercio y Turismo con el objetivo de impulsar al comercio en el proceso de desescalada, está trabajando en una reorientación de su Plan de Apoyo a la Competitividad del Comercio Minorista con el fin de incluir ayudas directas para los negocios.

UN COMERCIO DE CONFIANZA

El presidente de la Cámara de España, José Luis Bonet, ha destacado que el comercio está realizando un «enorme esfuerzo» de adaptación a las nuevas circunstancias para «seguir ofreciendo la calidad y el servicio de siempre con las máximas garantías para sus clientes», y ha subrayado que cuando un consumidor vea el sello en un escaparate, sabrá que entra en «un comercio de confianza».

Por ello, la red de cámaras de comercio ha lanzado el sello ‘Comercio de confianza’ con el fin de contribuir a la reactivación de la actividad comercial al reconocer el cumplimiento de los protocolos sanitarios y de seguridad de la Secretaria de Estado de Comercio.

Con una «sencilla y rápida» tramitación telemática para aportar la documentación requerida y una declaración responsable de haber elaborado el correspondiente protocolo de actuación en materia de seguridad e higiene, el comercio obtendrá un distintivo que acreditará ante los clientes que el establecimiento cumple las normas para proporcionar una experiencia de compra segura.

Las Cámaras de Comercio podrán llevar a cabo verificaciones aleatorias tras la emisión del certificado para comprobar el cumplimiento del protocolo presentado por la empresa, que deberá actualizarse en función de novedades que puedan introducirse en el protocolo y guía de buenas prácticas de la Secretaría de Estado de Comercio.