El extraño fenómeno de la Bruixa d’Or: números rojos, embargos y una aerolínea

Uno podría pensar qué para encontrar la suerte, de cara al próximo 22 de diciembre, uno debería dirigirse al corazón de Madrid o bien a un pequeño municipio del Pirineo leridano. Allí, aguardan los dos establecimientos más importantes del país dada su reiterada capacidad de repartir el Gordo: Doña Manolita y la Bruixa d’Or. Sin embargo, no es del todo así, puesto que para encontrar el domicilio legal de la segunda (que está controlada a través de la compañía Sed de Mes) habría que desplazarse 334 kilómetros desde el punto imaginado, Sort, al real, Tudela, en plena comunidad foral de Navarra.

Todo lo que tiene que ver con la Bruixa d’Or, las aventuras de su propietario, sus empresas (tiene hasta cinco distintas bajo) y los rendimientos de las mismas son un misterio insondable. Hasta el punto, de que situar el domicilio legal a 300 kilómetros de la localidad en la que se ha hecho famoso queda en una simple anécdota. Empezando, incluso, por el propio nombre del protagonista y acabando con la inexplicable evolución financiera de la compañía con la que controla la administración.

El nombre con el que se le conoce es el de Xavier Gabriel Lliset, que solo con decirlo evoca a personaje ilustre catalán. Así pronunciado se dice sin mirar que como poco posee ocho apellidos catalanes. Al fin y al cabo, Sort, en plena Lérida, pertenece a Cataluña. Además, ha sido premiado en varias ocasiones por sus dotes cómo empresario. Pero en realidad, su nombre verdadero es el de Francisco Javier Gabriel Lliset (o al menos así aparece en el registro mercantil). Podría parecer extraño, pero simplemente se trata de conveniencia. Uno para utilizar en su tierra natal y el otro para sus viajes a Tudela para arreglar los papeles de la compañía. 

El entramado empresarial de Lliset es como poco complicado, no podría ser de otra manera dadas sus condecoraciones. El epicentro de sus negocios es una sociedad conocida como Golden Witch, que funciona como firma holding, de las que cuelgan otras cuatro de muy distintas finalidades. Así, por ejemplo, mientras que Useful Inventions tiene como finalidad la compraventa de bienes inmobiliarios, Wintuwin Media se dedica o su propósito es el del “transporte aéreo de pasajeros”. Aunque en realidad, la que más se acercan al fenómeno Bruixa d’Or son las otras dos firmas: la ya mencionada Sed de Mes y Xavi35 (que quizás en Tudela sería Francisco Javier35).

LA BRUIXA D’OR EN NÚMEROS ROJOS

Las administraciones, especialmente en el caso de la Lotería, han encontrado su filón de oro gracias a un sesgo psicológico de las personas, denominado apofenia, que nos hace encontrar patrones donde realmente no lo hay. Así, solemos creer que si en dicho establecimiento se ha vendido un Gordo tendremos más oportunidades de que nos toque, por lo que compramos más allí. De ahí, las famosas colas que se ven tanto Sort como en pleno centro de Madrid. Aunque en realidad, es un simple truco, ya que compran decenas de miles de números distintos y pocos décimos para aumentar las probabilidades.

Dado lo anterior, y lo bien que le va a Doña Manolita, se entiende poco (o muy poco) los malos números que presenta la firma con sede en Navarra. Bajo el nombre comercial de la Bruixa d’Or, Xavier (o Francisco que depende del lugar) declara unas ventas de 1,37 millones de euros. La mitad, por ejemplo, de lo que ingresa el establecimiento madrileño. En resultados la cosa es peor. El beneficio neto fue de 46.066 euros, pero en negativo. Debido, en parte, a que la recaudación por la venta de Lotería se ha desplomado un 40% en los últimos años. Aunque si se mira con perspectiva no es tan malo, puesto que con la sociedad Xavi35, que vende merchandising de la Bruja de Oro, perdió este año más de 200.000 euros.

A lo anterior, se le añade un hecho bastante extraño y es que la compañía se gasta más de 1 millón de euros en partidas no reconocidas, lo que se conoce como ‘Otros Gastos de Explotación’. Un cajón de sastre en el que meter cualquier factura por muy abultada que sea, como así parece. La caída de ingresos y los altos costes de otras partidas, que obviamente no se especifica, han conseguido que el resultado de explotación se haya desplomado hasta un 77%. Con dichos datos, al final, le va a salir mejor a sus propietarios comprar Lotería que venderla.

Además, por si fuera poco, dicha sociedad se ha enfrentado a dos embargos del Ayuntamiento de Madrid. En concreto, la sociedad Se De Mes, que recordemos tiene el nombre comercial de la Bruixa d’Or, sufrió dos bloqueos de sus propiedades en Madrid en 2015 y 2019 decretados por el consistorio por las deudas tributarias que mantenía. En definitiva, al parecer es bastante menos rentable vender Lotería (al menos para la firma de Sort) que comprarla. Cosas de la vida.

Pedro Ruiz
Pedro Ruiz
Colaborador de MERCA2