Bankinter presume de llegar a tiempo en noviembre subiendo su exposición en Bolsa

“Lo mejor de 2021 es que no podrá ser peor que 2020” señala Bankinter en su último informe de Estrategia trimestral. Todo lo importante ha ido saliendo bien: vacunas, elecciones americanas, bancos centrales, el segundo paquete fiscal americano y solo la falta un acuerdo formal para el Brexit, aunque probablemente este formalismo sea también cuestión de días.

Ya no hay dudas sobre la sólida recuperación del mercado, de manera que los pesimistas han perdido definitivamente su apuesta. El “optimismo razonable” que defiende Bankinter desde abril de 2020 ha dado y seguirá dando buenos resultados. También en 2021, año en que, afortunadamente, será más difícil equivocarse que en 2020.

Conceptualmente 2020 fue el “año del mercado”, por la fortísima caída desde el 20 de marzo y el 20 de abril y su consistente y rápida recuperación posterior, mientras que 2021 será “el año de la economía” porque será cuando tenga lugar la recuperación del ciclo económico global. Eso no significa que vayamos a tener un mal año de mercados, explican, sino que será cuando se materialice esa recuperación que las Bolsas ya han anticipado.

LLEGAMOS A TIEMPO

En este sentido, el departamento de análisis de la entidad, presume de que llegaron a tiempo en noviembre y ahora no sienten la necesidad “de hacer nada más”. Justo tras el desenlace electoral americano y coincidiendo con el anuncio de efectividad de la vacuna de Pfizer, el 10 de noviembre de 2020 subieron la exposición recomendada 5 puntos, hasta un 15% perfil defensivo y 70% perfil agresivo.

Enseguida, el 23 de noviembre volvían a elevar exposición, 10 puntos esta vez, hasta 25% defensivo y 80% agresivo, a la vista de que todos los desenlaces de los asuntos claves para el mercado eran o parecía que iban a ser constructivos.

La reducción de exposición que aplicaron en la estrategia del cuarto trimestre de 2020 (-5 puntos a todos los perfiles de riesgo) era táctica, no estratégica, y les ha demostrado ser acertada, puesto que ha tenido una vida útil de menos de mes y medio.

Únicamente cumplía una misión preventiva debido al incremento de los riesgos que había en septiembre (incertidumbre electoral en Estados Unidos, resultados de las distintas vacunas, etc). Es decir, actualmente se sienten cómodos con el rango de exposición 25%/80% adoptado en noviembre, aunque parezca algo elevado.

Según explican, se anticiparon entonces aplicando su principio de que “algo imperfecto a tiempo es mucho mejor que algo supuestamente perfecto a destiempo” y la evolución de las Bolsas en noviembre les dio la razón. Pues el S&P 500 sumó un 10,8%; el Dow Jones un 11,8%; el Nikkei un 15%; EuroStoxx 50 se revalorizó un 18% y el Ibex 35 un 25%.

POTENCIAL PROGRESIVO

Las valoraciones actualizadas de las principales Bolsas realizada por el equipo de análisis de Bankinter ofrecen potenciales suficientes, aunque no generosos: el mayor potencial se lo dan al S&P 500, hasta los 4.186 puntos. También ven al Nikkei en 28.544 puntos, al EuroStoxx 50 en 3.960 y al Ibex 35, en 8.348 puntos

“Su atractivo es más que suficiente en los casos del S&P500 y EuroStoxx-50 si tenemos en cuenta el entorno de tipos cero y de inflación inexistente” señalan. Por eso la estrategia sigue favoreciendo la Bolsa americana (50% de peso recomendado para un perfil de riesgo Moderado, como referencia básica), pero amplían alternativas al incorporar no solo la Eurozona (35%), sino también Japón, China y resto de economías emergentes (estas 3 áreas con un peso igual del 5%).

Asimismo, el pasado mes de noviembre, la entidad se anticipó a incorporar algunos de los sectores más penalizados en base a nombres concretos. Entre ellos, el sector industrial, de construcción, bancos, seguros, aerolíneas y hoteles.

Pero seleccionando solo compañías con balances sólidos y liquidez, con enfoque oportunista. “No sustituimos, sino que ampliamos alternativas. Seguimos prefiriendo tecnología, energías renovables, salud, infraestructuras y consumo”, aclaran.

LA DIVISA MÁS FUERTE DEL MUNDO

En lo que a divisas se refiere, entienden que el dólar seguirá depreciándose, puede que hasta 1,25 euros, pero sin movimientos agresivos. Una dirección muy parecida, pero incluso algo más intensa, seguirá el yen, que en 2021 se debilitará hasta el nivel 130 contra euro o incluso algo más. Y el euro, por inacción y para satisfacción alemana “será la divisa fuerte del mundo, al menos durante un tiempo”.

Eso neutralizará cualquier riesgo de inflación importada y abaratará los costes energéticos de las compañías europeas, puesto que el petróleo se paga en dólares en los mercados internacionales. Por cierto, esta materia prima se encarecerá de forma no agresiva. Según sus estimaciones, hasta el rango de los 50 o 60 dólares el barril de Brent (hasta 2021) y siempre que la OPEP se mantenga alineada, alentada por la recuperación de la demanda derivada de la reactivación del ciclo económico global.

En cualquier caso, este encarecimiento no supondrá ningún obstáculo serio para dicha reactivación ya que las mejoras de productividad vía eficiencia energética son cada vez más rápidas.

LOS BONOS ESTÁN RESPALDADOS

Respecto a los bonos, creen que serán la clase de activo mejor soportado porque están generalmente respaldados de manera directa por los bancos centrales, algo que es altamente improbable que cambie a lo largo de los próximos trimestres.

Siguen pensando – y la evolución de los acontecimientos les reafirma en ello – que el Banco Central Europeo tiene la intención no reconocida explícitamente de terminar colocando las TIR de los bonos soberanos europeos de menor calidad en el entorno del 0% o testimonialmente en negativo y que no se siente incómodo de que, como consecuencia indirecta de ello, los de mejor calidad permanezcan en rentabilidades negativas y dentro de un rango que estiman en -0,50%/- 0,80% (alemanes, austríacos, holandeses…).

Ya actualmente, los bonos a 10 años portugueses e irlandeses cotizan con rentabilidades negativas y los españoles “no tardarán en unirse a ellos” pues están prácticamente en 0% ahora y algo más adelante, pero no mucho, también los italianos (0,475%) y griegos (0,57%).

En cuanto a los bonos americanos, consideran que la Reserva Federal terminará aumentando su implicación en la zona más larga de la curva, aunque no lo reconozca ni lo avise, de manera que el bono americano a 30 años podría estrechar su TIR desde 1,65% hasta niveles inferiores a 1,50%.