Convidados de piedra en la fusión entre Bankia y CaixaBank: de Mapfre a IBM

Convidado de piedra es aquel que, en una reunión, no interviene en ella. En estos primeros pasos de negociación, tanto Bankia como CaixaBank tienen sus propios convidados de piedra. Y no son otros que aquellos con los que tienen firmados diferentes acuerdos. Alianzas que, dependiendo de cómo vayan las negociaciones, podrían verse trastocadas.

Una de esas alianzas es la que tiene Bankia con Mapfre. Bankia Mapfre Vida gestiona algo más de 5.600 millones de euros. VidaCaixa, la filial aseguradora de CaixaBank, cuenta con un volumen de ahorro gestionado superior a los 60.000 millones de euros, sin contar planes de pensiones. Teniendo una filial propia, y con ese volumen, mantener esta alianza con Mapfre no sería del todo lógico, por lo que es posible que la misma acabará rompiéndose.

No será de hoy para mañana, pero en las negociaciones es factible que la compañía presidida por Antonio Huertas aparezca. Más que nada, porque en caso de deshacerse lo firmado, la indemnización sería relevante. Mapfre también es proveedor de seguros de Autos, Hogar, Comercios y Accidentes para los usuarios de Bankia. Además, CaixaBank tiene acuerdos con la competencia, en concreto, con Mutua Madrileña en seguros No Vida. En concreto, SegurCaixaAdeslas.

Mapfre es sólo un ejemplo de cómo el movimiento efectuado por Bankia y CaixaBank acabará afectando a otros actores. Aunque no a todos por igual. Quien puede salir indemne de esta fusión es IBM. Recientemente, la firma norteamericana ha firmado un acuerdo por el que amplía su joint venture con la entidad financiera para dar servicio exclusivo y soluciones al cliente para los próximos seis años. La relación entre ambos viene de una década atrás.

CHOQUE ENTRE BANKIA Y CAIXABANK

Donde se va a producir un choque entre Bankia y CaixaBank, nunca mejor dicho, es en el apartado de movilidad. La entidad presidida por Jordi Gual ha renovado recientemente su acuerdo con la firma de renting de vehículos Arval, con la que mantiene relaciones desde 2010. La meta es comercializar y financiar 150.000 vehículos entre 2021 y 2025.

Su previsible socio, a los mandos de José Ignacio Goirigolzarri, también cuenta con un acuerdo similar, en su caso, con Alphabet, la firma de renting dependiente de BMW. Lo firmó en 2018, y su duración es de una década. Bankia Renting, que así se llama, está disponible para particulares y empresas. Habrá que ver si ambos acuerdos se mantienen si la nave de la fusión llega a buen puerto o si, por el contrario, se sigue el previsible camino de Mapfre, y alguna de ellas acaba siendo indemnizada.

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Otros invitados de piedra a esta fusión son, por ejemplo, Crédit Agricole, con quien Bankia firmó una joint venture para operar en el negocio de crédito al consumo. O Haya Real Estate, a quien Bankia encomendó la gestión de todos sus activos inmobiliarios.

Tanto Bankia como CaixaBank tienen contratos con Paypal, por lo que es más que posible que se mantengan (otra cosa es que se renegocien las condiciones). También con diferentes fundaciones. Y con empresas de asesoramiento financiero, como Portocolom en el caso de Bankia; con plataformas globales de startups como Plug and Play o con enseñas de software como Salesforce (CaixaBank). Todos ellos expectantes ante la nueva fusión.