La disyuntiva de la banca: conceder 1.000 M€ de créditos ICO pese a la morosidad

Nadia Calviño ha hecho balance. A cierre de agosto, las entidades financieras habían inyectado ya casi 99.000 millones de euros a empresas, pymes y autónomos a través de 799.635 préstamos avalados por el Instituto Oficial de Crédito (ICO).

Según los datos de la vicepresidenta tercera del Gobierno y ministra de Asuntos Económicos, la banca está a 1.000 millones de agotar la línea de 100.000 millones de euros puesta a disposición de las empresas españolas para garantizar su liquidez a través de cinco tramos, que empezaron a desbloquearse el pasado 18 de marzo y que se pueden solicitar hasta el 1 de diciembre.

Las primeras filas de la banca española ya reconocieron en abril que, tras la alta demanda de marzo-mayo, el interés había ido disminuyendo. Pero la falta de ingresos en las empresas volvería a disparar las solicitudes. Aunque lo que más preocupaba era el repunte de la morosidad, apostando a que será en 2021 cuando aflore. Desde el sector, también trasladaban que si el empleo sigue a la baja o la situación económica no mejora, se podía adelantar a la última parte del año. Y entonces, llegaron las provisiones.

LOS 6 DEL IBEX

En un primer momento, los 100.000 millones del ICO se distribuyeron entre las entidades financieras en función de su cuota de mercado a cierre de 2019. Siendo, los 6 grandes bancos (Santander, BBVA, CaixaBank, Sabadell, Bankia y Bankinter) los que disponían de la mitad del presupuesto y, por lo tanto, los más expuestos a tener pérdidas.

Sin embargo, el 1 de julio se hizo una reasignación de casi 28.000 millones de euros que aún no se habían concedido entre las entidades más activas. Santander se quedó con el 26,7%, esto son 7.500 millones de euros. BBVA, con el 15%, es decir 4.200 millones de euros. CaixaBank, recibió unos 3.800 millones de euros, el 13,5% aproximadamente. Y Bankia unos 2.700 millones, casi el 10%.

Para hacer frente a esta situación, los seis del Ibex provisionaron más de 14.000 millones hasta junio y casi 6.000 millones son para digerir los efectos del covid-19, entre ellos la morosidad. Las moratorias hipotecarias también han tenido su dotación correspondiente, pero el peso de los créditos ICO se han llevado la mayor parte. Santander y BBVA han guardado más de 20.000 millones de euros para ello y CaixaBank más de 10.000. Mientras que la cifra ha sido más baja para Sabadell (9.300 millones), Bankia (7.500 aproximadamente) y Bankinter (casi 4.000).

¿CUÁNTO PIERDE LA BANCA?

Los bancos asumen un 20% de pérdidas en el caso de los créditos a pymes y autónomos, y un 30% en los de las grandes empresas. O lo que es lo mismo, el aval garantiza el 80% de la operación en el caso de los primeros, y un 70% para los segundos.

La verdadera razón del éxito de los ICO es que se ha convertido en un colchón de liquidez para las empresas, pues es un dinero disponible que después pueden usar o no. Mientras que el banco solo se apunta como formalización lo que consuma la empresa. La solución sirve de parche temporal y ha evitado que aumente el número de morosos. Pero la banca sabe, que solo retrasa lo inevitable.

CaixaBank estima que la morosidad se situará al final de año cerca del 5% (desde el 3,6% de marzo) con un importante aumento a partir del cuarto trimestre. La entidad es junto a Bankinter (2,5%) la que tiene la tasa de mora más baja. Pues Santander supera el 6%, Bankia y Sabadell rozan el 5% y BBVA supera el 4%. Y en todos los casos, irá en aumento.

¿CUÁNDO?

En algunos casos, los créditos están concedidos hasta cinco años, y de aquí a ese tiempo las empresas se pueden recuperar. El problema está en los que son a un año, el verano ha ido peor de lo esperado, muchas empresas no han podido abrir o han cerrado antes de tiempo, de manera que no tienen como afrontar este pago.

En este sentido, la Asociación de Trabajadores Autónomos (ATA) ha pedido al Gobierno que se modifiquen los plazos de devolución de los créditos ICO, pues “muchos empresarios tienen problemas de solvencia” y no podrán afrontar la devolución del crédito.

En palabras de la vicepresidenta, Celia Ferrero, el periodo de carencia debe ampliarse entre 18 y 24 meses. También piden al Ejecutivo que extiendan las líneas ICO de liquidez hasta el 1 de abril de 2021.