El autoconsumo eléctrico en pañales (y con el ministro en contra)

Durante los próximos años se van a configurar las futuras políticas energéticas a nivel español y europeo. Los pasos que se den ahora no tendrán marcha atrás. O al menos es lo que se pretende, puesto que hay gobiernos muy amigos de la retroactividad legislativa. Y uno de los aspectos importantes que se debe abordar es el autoconsumo eléctrico. Incluso, pese a que ahora mismo se trata de algo residual.

¿Causa o efecto? En estos momentos el autoconsumo supone el 0,032% del consumo español, según datos que ha aportado el europarlamentario José Blanco durante un encuentro llevado a cabo este jueves por la organización de consumidores OCU. En un formato de mesa redonda, el exministro socialista ha abordado estos temas junto a miembros de la propia organización; así como Luis Gutiérrez, de Iberdrola; y el presidente del comité de expertos que ha elaborado el informe para base documental de la futura Ley de Cambio Climático, Jorge Sanz, con el que José Blanco tuvo momentos de tensión en el debate.

Con el impuesto al sol sobrevolando la mesa redonda, Sanz se muestra muy tajante, al igual que ha sido el informe que han elaborado para el Ministerio de Energía, dado que estima que “al consumidor no se le puede engañar”. Asegura que en muchos casos se cuentan todas las bondades sobre este tipo de consumo autogenerado, pero no el hecho de que puede ser más caro que conectarse, por ejemplo, a una granja de producción fotovoltaica colectiva en la que, de igual modo, se hace un consumo renovable, pero aprovechando los precios de escala y, por lo tanto, a un precio más barato.

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Esto es así, asegura Sanz, porque un solo individuo nunca puede aprovechar de la producción en escala que tiene un conjunto amplio de paneles solares, en este caso. Aunque el verdadero problema, y en el que todos los ponentes estaban de acuerdo, es la inseguridad jurídica que ronda en el aire. Algo que ya sucedió con la llegada de las renovables.

¿CUÁL ES LA INSEGURIDAD DEL AUTOCONSUMO?

El autoconsumo y autogestión de la energía llevó a plantear cambios importantes  para la organización de la producción eléctrica española. Por ese motivo se desarrolló el Real Decreto 900/2015. Más conocido como impuesto al sol. Esto no es más que un peaje de respaldo aprobado ahora hace dos años por el Gobierno. Una normativa que suma un recargo a todos aquellos usuarios que aunque produzcan su propia energía siguen conectados a la red con una potencia instalada de más de 10 KW.

La justificación del exministro José Manuel Soria, que fue el artífice de esto, que “de lo que se trata es de decir al consumidor que está muy bien el autoconsumir energía verde, pero cuando va a utilizar la red que pagamos entre todos también tiene que contribuir porque, si no, los demás estaríamos pagando una parte del autoconsumo”.

Pero nada de esto ha cambiado. La problemática sigue siendo la misma, o aún peor. Por un lado, según ha relatado el propio José Blanco, en Europa existen discrepancias entre el Consejo y el Parlamento sobre el porcentaje de renovables que debe haber para 2030. Y eso, de manera directa, influye en el autoconsumo y el empujón que se necesita para su desarrollo. Además, y lo más importante, desde el Gobierno popular siguen sin ver óptimo un autoconsumo totalmente libre.

NO ES NO

Hace pocos días el ministro de Energía, Álvaro Nadal, descartaba por completo impulsar el autoconsumo energético basado en las energías sostenibles porque eso implica que estos consumidores dejarían de pagar parte de los costes fijos del sistema aplicados a la parte variable del recibo.

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El argumento que mantiene el titular de la cartera de Energía es que esto implica que el coste total se reparta entre el resto de consumidores y aumente el coste que cada uno de ellos tendría que asumir.

En este contexto, y aunque desde la OCU mantengan que el gran problema es de seguridad jurídica, las aristas del autoconsumo son muy diversas. Por un lado la propia demografía española, puesto que la mayoría de personas vive en pisos de varias alturas en grandes urbes. Esto provoca que dicho autoconsumo tenga que ser colectivo. Además, deben ser las grandes industrias las primeras en sumarse al carro, puesto que son las más contaminantes en estos momentos.

Asimismo, los problemas de almacenamiento, inherentes al sistema energético, también son un hándicap para que esa cifra de autoconsumo del 0,032% se eleve de manera sustancial.

Raúl Masa
Raúl Masa
Ex Coordinador de redacción y redactor de empresas y economía; especializado en telecomunicaciones, tecnología y energía.