Las remesas alcanzarán los 630 000 millones en 2022

Durante 2022, se prevé un aumento del envío de dinero en forma de remesas del 4,2%. Así lo estima el Banco Mundial en su última edición de la Reseña sobre migración y desarrollo titulado “A War in a Pandemic” (Una guerra en una pandemia).

El título ya es suficientemente explícito. Las implicaciones de la COVID-19 y la invasión de Ucrania por parte de Rusia han afectado mucho a las economías más débiles, lo que está teniendo como consecuencia que los servicios para mandar dinero estén a plena actividad.

Los envíos de dinero a una zona tradicionalmente receptora como el este de Asia y la zona del Pacífico sin tener en cuenta China crecieron un 2,5% en 2021. Sin embargo, si incluimos a China en la ecuación, las remesas se redujeron en un 3,3%.

En Europa y Asia Central, las remesas alcanzaron sus máximos históricos en términos absolutos con un incremento del 8% previo a la guerra.

Sin embargo, donde realmente hubo una tendencia fuerte fue en Latinoamérica y el Caribe con un incremento del 25% en 2021 respecto a 2020. Por su parte, el Norte de África y Oriente Medio experimentaron un crecimiento del 7,6% similar al 7% del sur de Asia. Finalmente, en el África subsahariana, las remesas aumentaron un 14,1%.

Las razones de estos incrementos se debieron al buen estado de la economía en los países desarrollados, donde tras un parón forzado por la pandemia, las cosas volvían a fluir, en algunos casos, incluso con ánimos renovados.

Los cinco países que más remesas recibieron en 2021 fueron India, México, China, Filipinas y Egipto.

Por supuesto, la guerra ha supuesto un movimiento importante de las tendencias. El principal hecho consecuencia de ello es que las remesas a Ucrania han aumentado considerablemente (de hecho se espera un aumento del 20 % en 2022), mientras que las realizadas a Asia Central han disminuido (principalmente porque uno de los orígenes importantes de dichas remesas era Rusia).

En cuanto a la inmigración, siempre según la información provista por el Banco Mundial, parece que hay un cambio importante sobre su percepción. Mientras que los inmigrantes en general se ven como competencia, especialmente por los trabajos menos cualificados; los inmigrantes ucranianos se reciben con simpatía y comprensión.