Amazon sufre el síndrome de Cristiano Ronaldo y Messi

Suele suceder más o menos cada temporada. Aunque tengan contrato en vigor, Cristiano Ronaldo o Lionel Messi negocian uno nuevo que mejore las condiciones del anterior. Están en lo alto del pedestal. Son iconos. Los números uno. Lo saben. Y sus condiciones acaban yendo a misa. Una situación que bien podría trasladarse al gigante Amazon.

Éste, sabedor de su posición de dominio por el volumen que genera, ha hecho y deshecho a su antojo. Si querías trabajo, no había más remedio que aceptar sus requisitos. Al más puro estilo Messi o Cristiano. “Amazon fue el primer player que apostó por el comercio electrónico. Fue una llegada muy disruptiva, el inicio de una nueva etapa”, señala Francisco Aranda, secretario general de UNO, la patronal de las empresas de Logística y Transporte.

Amazon era un crack que no tenía nada que envidiar a las estrellas futboleras consagradas. Todos querían jugar con ella. Trabajo, en una palabra. Pero si querías tocar la pelota, debías aceptar sus condiciones. Y las mismas incluían una bajada brusca de precios. Todo ello en plena crisis. O conmigo, o a chupar banquillo.

¿Tan poco pagaba? “De precios no podemos hablar por un tema de la CNMC. Se puede entender como manipulación del mercado”, explican desde UNO. Ninguna de las empresas contactadas ha querido facilitar datos. Es un tema confidencial, ha sido la excusa. Razones de política interna.

Poner cuotas a Amazon

La llegada del comercio electrónico, justo al inicio de la crisis, fue toda una revolución. Quizás el mayor reto al que ha hecho frente el sector. “El ecommerce nació en plena crisis, en 2008, y se benefició de un entorno de bajadas de precios de entrega, generado por una bajada de volúmenes de entregas B2B (empresas a empresas), así como por un número elevado de operadores de transporte con inversiones importantes y estructuras que tenían que mantener”, sostiene Nicolás Mouze, director de Marketing y Ventas de DHL Express España y Portugal.

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Foto: Bloomberg

Un dato: si en 2012, los ingresos de la logística que procedían del ecommerce estaban por debajo del 20%, en 2016 ese porcentaje se ha disparado al 55%. Hablamos de 800.000 trabajadores, y del 5% del PIB, según UNO.

Pero, ¿ha sido una bendición o ha levantado más dolores de cabeza? “Esta nueva forma de vender y comprar ha sido el cambio más radical al que nos hemos tenido que enfrentar, pero está siendo un camino apasionante para todos los que nos dedicamos a la logística”, afirma Benjamín Calzón, director general de Unidades de Negocio de SEUR.  Y Nicolás Mouze añade: “El sector se tiene que adaptar a las nuevas exigencias de los consumidores y ofrecerles soluciones flexibles que les facilite la entrega como son la generación de redes de puntos de conveniencia, consignas automáticas, direcciones alternativas de entrega, entrega por franjas horarias, etc.  Sólo ofrecer la opción de entregar en el domicilio ya no es suficiente para competir en este mercado”.

Cambio en la tipología de las mercancías (de grandes palés a pequeños paquetes), un nuevo consumidor que espera con anhelo la llegada del paquete, nuevos servicios como saber dónde está su envío y a qué hora llegará, o recoger el paquete en una determinada tienda en el barrio donde está su casa… “Cómo recibir el paquete es vital para comprar otra vez o no”, subraya Francisco Aranda.

Los ingresos de la logística que proceden del comercio electrónico se han disparado al 55%. En 2012 estaba por debajo del 20%

He aquí el quid de la cuestión. Y la espada de Damocles de Amazon. Si paga mal, y exige lo máximo, sobre todo en momentos de máxima tensión (Black Friday, Navidad…), la ‘bomba’ acaba estallando.

¿Recuerdan a jugadores como Samuel Eto´o o Zlatan Ibrahimovic? Auténticos cracks que compartieron vestuario con Messi y que acabaron saliendo por la puerta de atrás ante la ‘dictadura’ del astro argentino. Eso es lo que están haciendo algunas de las empresas que trabajan con Amazon. Han dejado de jugar con el gigante norteamericano, o han limitado su relación. “Poner cuotas a Amazon es vital para sobrevivir”, sostiene un directivo que ha negociado con la compañía fundada por Jeff Bezos.

Es lo que hizo Seur, que se asoció con ellos desde que aterrizaron en España, y que redujo su volumen de trabajo al ver que el mismo les estaba ahogando. “Sigue siendo uno de nuestros clientes dentro del sector ecommerce”, recalca el director general de Unidades de Negocio de SEUR. ¿Más, igual, o menos que al principio? “El porcentaje que representa en nuestro negocio es una cifra que no podemos facilitar”, añade. ¿Os habéis arrepentido de trabajar con ellos? “Amazon es una de las empresas más importantes del mundo. Que hayan confiado en nosotros en España supone una motivación y nos impulsa a seguir desarrollando soluciones innovadoras”, concluye.

Otros fueron más radicales y abandonaron el barco. “Hay compañías que reclaman precios bajos y, por supuesto, se les puede decir que no. La clave para mantener una buena relación con tus clientes son la confianza, la transparencia y el sentido común. Y establecer con ellos una alianza sostenible a largo plazo, en la que todas las partes salgan beneficiadas”, sostiene Antonio Fueyo, director general de Tipsa. Y añade: “Cuando se gestiona un gran volumen de envíos, se pueden ofrecer precios muy competitivos, pero siempre hay que basarlos en la productividad del operador, no en bajar la calidad y despersonalizar el servicio. Y es que, si el precio de un servicio no es justo y equilibrado, inmediatamente se refleja en la prestación recibida”.

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Una prestación que, en ocasiones, podría parecerse a un totum revolutum. O a una torre de Babel en la que nadie se entiende, y el cliente acaba sufriendo las consecuencias. ¿Es el transportista el eslabón más débil de la cadena? “En absoluto. El transportista, y más concretamente los operadores responsables de la última milla, somos el eslabón más importante de la cadena logística, ya que de nosotros depende el éxito de la entrega y, por tanto, la fidelización del cliente final”, sostiene Fueyo.

Amazon tiene una bala en la recámara

Cuando Seur pisó el frenó, Amazon rápidamente encontró otra compañía que le sustituyera: Correos Express. ¿Cómo les va? No han querido responder a preguntas cómo si ha aumentado el volumen de trabajo tras el acuerdo, ni si los precios que ofrece Amazon son tan bajos. Unos precios que, con motivo de la crisis, sufrieron una importante bajada. “En los últimos dos o tres años ha crecido la actividad pero no los precios. Lo normal es que poco a poco se vayan acomodando al servicio porque no es lo mismo entregar en dos horas, al día siguiente o en cuarenta y ocho horas”, apunta Francisco Aranda.

El entorno es de lo más competitivo. Cada compañía de logística y transporte tiene que velar por sus costes y su rentabilidad. “Si los costes de producción del servicio suben en el mercado, es lógico que las empresas de logística suban precios”, sostiene Mouze.

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Foto: Bloomberg

¿Cuál es el coste mínimo de entrega de un paquete de ecommerce? Los expertos lo sitúan en 1,70 euros. Un coste que, en ocasiones, y para determinados productos Premium, se ha ofrecido gratis. Gratis no hay nada; ha acabado recayendo en las franquicias o en los repartidores. Estos llegan a cobrar entre cinco y seis euros la hora. Si hacemos la cuenta de la vieja, y entregan en ese periodo de tiempo cinco o seis paquetes, sale a euro la entrega. “Sí es cierto que se intenta trasladar toda la presión del ahorro de costes de la cadena de suministro hacia el transporte responsable de la distribución capilar”, recalca Antonio Fueyo.

Amazon sigue rizando el rizo. Nada de empresas. Autónomos a 14 euros la hora. Que ellos paguen la gasolina, la cuota a la Seguridad Social… Un método que ya han puesto en marcha en otros países como Estados Unidos y Reino Unido y que pretenden implantar aquí. Más precariedad.

¿Y qué dicen en Amazon? Resumiendo, no contesta. Bueno, sí contesta pero no responde. “En Amazon no solemos hablar sobre datos futuros ni comentar sobre la colaboración que tenemos con nuestros partners de transporte”. Preguntas tan sencillas como con cuántas empresas trabajan y si han dejado de hacerlo con algunas, si hay acuerdos específicos con cada una de ellas o todos siguen un mismo patrón, y su opinión acerca del trabajo de las mensajerías en España. Mutis por el foro, que diría un castizo.

“En Estados Unidos el reparto no es una commodity sino un servicio. Eso debería pasar en España pero es un proceso que lleva su tiempo”, indica el secretario general de UNO. Mientras tanto, Amazon seguirá creyéndose Cristiano o Messi. Otra cosa es que siga jugando con zidanes (Correos Express, DHL, Seur…) o lo haga con pavones.