La campaña silenciosa de Ferreras para recuperar el prestigio progresista de La Sexta

Antonio García Ferreras es sin duda uno de los periodistas que ha marcado la agenda política en la última década. El periodista leonés dirigió los informativos de la Cadena SER, fue uno de los fundadores de La Sexta y desde 2011 su cara se convirtió en una de las más emblemáticas, respetadas y parodiadas caras de la cadena gracias al estreno de ‘Al rojo vivo’, espacio rey de los mediodías informativos televisivos. Pero Ferreras, al que algunos acusan de influir en el panorama nacional, vio con notable enfado como el mes pasado su reputación se tambaleaba tras unas informaciones publicadas por El País y El Español. 

Curiosamente ambos medios son dos de los que cuentan con una relación más fría con el periodista: en el caso de Prisa porque las guerras del fútbol aumentaron la distancia con su ex casa. Y en el caso del segundo la razón estaba motivada porque Pedro J. Ramírez lleva tiempo empeñado en denunciar que Atresmedia silencia las exclusivas de El Español. Entre ambos periódicos desentrañaron la trama mediática de la Operación Lezo gracias a unas filtraciones judiciales en las que en un primer momento no salieron bien parados Francisco Marhuenda, acusado de iniciar una campaña contra Cristina Cifuentes por interés del Consejero delegado de la editora de La Razón, y mucho menos el presidente de su periódico, Mauricio Casals, que se vanagloriaba en privado de lo bien que funcionaba el «sandwich» al PSOE (posiblemente en referencia a una supuesta pinza informativa desde Planeta en favor del PP y Podemos), y de lo bien que se había portado Ferreras tras pedirle un favor para que silenciase la investigación de El Mundo contra el ex presidente madrileño Ignacio González

Ferreras se vio envuelto en unas filtraciones que dejaron tambaleando su imagen de periodista comprometido

Ferreras cargó contra El País, que apuntaba sin duda hacia su cabeza: «Algunos en El País sí compraban la versión de González. Nosotros no. Voy a contar algo más, algo que nunca he contado. Yo en persona acudí ante la Policía y declaré en la Fiscalía contra Ignacio González. Y quizás pronto sepamos por qué más de un medio miraba para otro lado». Ese 4 de mayo Ferreras vio como su hasta entonces impecable imagen pública y su reputación en las redes sociales se veía comprometida. No sabemos si ésto removió al periodista, pero desde entonces La Sexta, acusada de mimar a Podemos por dividir a la izquierda en favor del PP, ha podido encauzar un giro a la izquierda: el día 5 de mayo la cadena anunciaba haber comprado el documental La estrategia del silencio, emotiva y brillante obra sobre las víctimas del accidente de Metro de Valencia que deja a la altura del barro al PP valenciano.

Unos días después La Sexta rebajaba su tono crítico con Pedro Sánchez en plenas primarias socialistas, hecho al menos sorprendente: recuerden que la relación pública entre Ferreras y Sánchez fue siempre pésima, pero el evidente apoyo del comunicador respecto a Susana Díaz se rebajó tras conocer una consecución de avales que anunciaba la debacle de «La Reina del Sur». Jesús Maraña denunciaba una bronca el año pasado entre Ferreras y Sánchez, pero ahora las cosas han mejorado, ya que El Confidencial Digital señaló que ambos comieron hace unos días con síntomas de armonía. También la cadena verde señalaba la semana pasada que iba a emitir una cobertura especial sobre el Día del Orgullo Gay madrileño tras la negativa de TVE, evidencia de los guiños a la izquierda de una cadena que quiere volver a la calma tras unas filtraciones que evidenciaron que no era cal todo lo que relucía.