El inicio del año en España, es decir, el Año Nuevo, está marcado por una serie de costumbres que se repiten en hogares de todo el país. Algunas de ellas son compartidas por la mayoría de la población, mientras que otras varían según la región, e incluso son desconocidas para una parte importante de la gente.
Eso sí, todas forman parte de un imaginario colectivo que mezcla superstición, celebración y reunión familiar, y las hay muy curiosas y otras tan clásicas que nadie se pregunta su origen, pero también es interesante saberlo.
Las doce uvas: el ritual más conocido de Año Nuevo
La tradición más extendida es, sin duda, la de comer doce uvas al ritmo de las campanadas. Cada uva representa un mes del año y simboliza el deseo de la buena suerte. Aunque hoy se consumen uvas sin semillas o incluso versiones en lata, el gesto se mantiene como un imprescindible de la medianoche. Nos hemos hecho quizá más cómodos, pero los hay que incluso creen que no hacerlo podría acarrear un año próximo de mala suerte.
Esta costumbre se realiza tanto en reuniones familiares como frente al televisor o en plazas públicas, convirtiéndose en un acto compartido por millones de personas al mismo tiempo. Es curioso saber que esta es únicamente una costumbre de España, y que en otros lugares del mundo en Año Nuevo no entienden la costumbre de comer uvas, e incluso lo consideran extraño.
Ropa interior roja para atraer la suerte
Otra tradición muy popular es llevar ropa interior roja en Nochevieja. Según la creencia, este color simboliza la fortuna, el amor y la prosperidad. Para que funcione, algunas supersticiones indican que la prenda debe estrenarse esa noche o incluso haber sido regalada. No obstante, en la práctica muchos se conforman con sencillamente llevar algo rojo debajo del abrigo, pues diciembre es el mes más frío del año.
Aunque no todos siguen esta costumbre al pie de la letra, es habitual que cada final de año aumente la venta de ropa interior roja en tiendas y grandes superficies. Además, en el caso de las parejas, también es típico comprar un conjunto que sea especialmente sexy, para el final de la noche.

Brindar con cava o champán: otro clásico de Año Nuevo
El brindis tras las campanadas es otro gesto esencial. El cava, especialmente en Cataluña, o el champán son las bebidas más habituales para celebrar la llegada del Año Nuevo. En muchos hogares, el brindis se acompaña de buenos deseos, abrazos y mensajes para el año que comienza.
Los hay que dicen que se debe abrir justo en el momento exacto en el que empieza el Año Nuevo, aunque en la práctica es un poco difícil teniendo en cuenta que segundos antes todavía se están comiendo las uvas.
Comer lentejas o guardar oro en la copa
También es interesante conocer algunas tradiciones menos conocidas, como puede ser la de comer lentejas el 1 de enero, al día siguiente de la celebración nocturna de Año Nuevo, y que están asociadas a la abundancia económica, o introducir un objeto de oro en la copa durante el brindis para atraer prosperidad. Estas costumbres conviven con otras más modernas, pero siguen presentes en muchos hogares.
Lo cierto es que más allá de las supersticiones, el Año Nuevo en España es, sobre todo, una celebración social. Reunirse con familiares o amigos, compartir una comida especial y comenzar el año acompañado es el verdadero denominador común de estas tradiciones que, con pequeñas variaciones, siguen pasando de generación en generación.
Los hay quienes odian la fruta y no entienden que las uvas tengan que cerrar una cena tan especial. Y los hay que simplemente no creen en supersticiones y solamente contemplan la posibilidad de disfrutar de una noche especial.









