lunes, 29 diciembre 2025

Navidad como renacimiento: por qué soltar ahora puede abrirte a una versión más auténtica de ti

- La Navidad como pausa consciente para soltar lo viejo y empezar desde dentro.

La Navidad suele venir cargada de luces, mesas largas y agendas llenas. Pero, si afinamos un poco el oído, también trae otra cosa. Algo más silencioso. Para Sil Romero y Pato Brusa, este tiempo del año no es solo una fiesta ni una tradición heredada: es una puerta simbólica para volver a nacer. Un renacimiento interior al que todos tenemos acceso, incluso —o sobre todo— quienes sienten que viven atrapados en la inercia diaria, en piloto automático, “dentro de la matrix”.

Su propuesta no va de dogmas ni de creencias cerradas. Va de presencia. De parar un momento y preguntarse, sin ruido alrededor, desde dónde quiero vivir lo que viene ahora. Ellas hablan de una energía especial que atraviesa estas fechas, una especie de “masa crística” flotando en el ambiente, disponible para quien decida dejar de distraerse con lo externo y mirar hacia dentro. No hace falta entenderlo todo. Basta con estar dispuesto a escucharse.

Publicidad

Hacer balance sin castigarse

navidad
La Navidad también puede ser silencio y escucha interior. Fuente: Canva

Uno de los primeros pasos de este proceso es el balance de energía. Pero no el típico repaso mental de éxitos y fracasos, sino algo más honesto (y a veces incómodo): ¿en qué he puesto realmente mi energía este año? ¿Y eso sigue teniendo que ver conmigo hoy?

Mirar atrás con sinceridad permite detectar vínculos, rutinas o decisiones que ya no encajan. Agradecer lo vivido —también lo que dolió— forma parte del cierre. Pero igual de importante es dejar de repetir lo que ya no somos. No por rechazo, sino por coherencia. Porque insistir en lo viejo, a veces, pesa más que soltarlo.

Cortar para liberar espacio

Navidad como renacimiento3 Merca2.es
Soltar lo que pesa abre espacio a lo que viene. Fuente: Canva

Para facilitar ese salto, Romero y Brusa proponen una herramienta directa, casi sin rodeos: “Corto y libero”. Nombrarlo ya dice mucho. Se trata de reconocer qué limita el crecimiento personal y atreverse a soltarlo. Relaciones que se han quedado pequeñas. Trabajos que apagan más de lo que sostienen. Dinámicas que drenan.

Ellas lo dicen claro: hay que agarrar el toro por las astas. Sí, da vértigo. Claro que cuesta. Pero tirarse a la pileta no es una locura impulsiva, sino una forma de no perderse las posibilidades que aparecen cuando dejamos espacio. A veces, lo nuevo no llega porque lo viejo ocupa toda la habitación.

Volver al centro en medio del ruido

Navidad como renacimiento4 Merca2.es
Volver al centro en medio del ruido es un acto de cuidado. Fuente: Canva

Para sostener este cambio, la clave está en la conexión interior. En medio del bullicio de las fiestas, Romero y Brusa recomiendan buscar espacios de vacío y simplicidad. Menos estímulo. Más naturaleza. Respirar de forma consciente, inhalar y exhalar sin prisa, como quien vuelve a casa después de un día largo.

Ese gesto tan simple permite reencontrarse con el corazón y con una calma que no depende de lo que pase fuera. Desde ahí, las decisiones cambian de tono. Ya no son reacciones al cansancio, sino acciones alineadas con lo que de verdad se desea.

Este camino no se recorre en soledad. Forma parte de una comunidad que ambas han tejido durante más de cinco años, basada en el intercambio real y el acompañamiento mutuo. Por eso insisten en la importancia de compartir, de sostener el mensaje entre muchos, para que llegue más lejos y siga expandiéndose.

Al final, la imagen es sencilla y muy humana. Ordenar un armario lleno durante años. Mirar qué ya no nos queda. Sacarlo. Dejar espacio. Y permitir que entren prendas nuevas, acordes a quienes somos hoy.

La Navidad, vista así, no es solo un final.
Es una pausa consciente.
Y, sobre todo, una invitación a empezar de nuevo con menos peso y más verdad.

YouTube video

Publicidad