lunes, 29 diciembre 2025

Nazareth Castellanos (48), Física teórica y doctora en Neurociencia: “La meditación no es una moda; es una capacidad humana estudiada a lo largo de toda la historia”

La neurocientífica Nazareth Castellanos explica cómo la meditación, lejos de ser una moda, entrena la atención, reduce estrés y ansiedad y genera cambios cerebrales medibles que mejoran el equilibrio emocional en la vida cotidiana moderna.

Desde hace un tiempo, la meditación es presentada como una práctica exótica o pasajera. Sin embargo, la neurociencia moderna empieza a demostrar que no se trata de una tendencia, sino de una habilidad profundamente humana. Así lo explica Nazareth Castellanos, física teórica y doctora en Neurociencia, quien investiga cómo la atención transforma el cerebro.

Desde los laboratorios hasta la vida cotidiana, sus estudios revelan que gran parte del estrés actual surge de una mente fragmentada. Vivir en un lugar mientras se piensa en cinco tareas más no solo agota, también altera nuestro equilibrio emocional y cognitivo.

Publicidad

Cuando la mente no descansa: el precio de vivir desconectados

YouTube video

Una de las evidencias más citadas por Castellanos proviene de un experimento de la Universidad de Harvard publicado en Science. A un grupo de personas se les pidió permanecer en una habitación sin estímulos e intentar controlar voluntariamente sus pensamientos. El resultado fue tan revelador como incómodo: el tiempo medio de resistencia fue de apenas seis minutos y el 83% describió la experiencia como desagradable.

El dato no sorprende a los especialistas. Nuestra mente está entrenada para anticipar, recordar y proyectar, no para detenerse. Esa hiperactividad explica por qué la meditación, entendida como el entrenamiento de la atención, resulta tan desafiante al inicio. “El estrés y la ansiedad surgen muchas veces de no saber parar”, resume Castellanos.

Desde esta perspectiva, la meditación no busca “dejar la mente en blanco”, sino aprender a habitar el presente. William James, uno de los padres de la psicología moderna, definía la atención como “tomar posesión de la mente”, una idea que conecta ciencia, filosofía e historia. La realidad, decía, es aquello a lo que prestamos atención.

Silencio neuronal y autoconocimiento: lo que revela la meditación

Silencio neuronal y autoconocimiento: lo que revela la meditación
Fuente: agencias

Cuando una persona practica meditación y centra su atención en la respiración, el cerebro entra en un estado muy particular. Las neuroimágenes muestran una activación predominante de la corteza prefrontal dorsolateral, mientras el resto de las áreas disminuye su actividad. A este fenómeno se lo conoce como “silencio neuronal”, una quietud que contrasta con el ruido mental habitual.

Castellanos utiliza una metáfora clara: la atención funciona como la lámpara del minero, que solo ilumina aquello hacia lo que se dirige. El problema aparece cuando esa luz se dispersa. En cuanto surge un recuerdo, una preocupación o una imagen futura, el cerebro se llena de actividad. Los tibetanos llaman a este estado “la jaula de los monos”, una imagen que la ciencia confirma al observar el caos neuronal.

La clave de la meditación no está en evitar la distracción, sino en detectarla. Ese momento en el que la persona se da cuenta de que su mente se fue activa regiones profundas como la corteza cingulada y la ínsula, vinculadas a la conciencia y a la percepción del yo. Meditar es, en esencia, entrenar al cerebro para reconocerse.

Los estudios muestran que, con la práctica regular de meditación, se refuerzan estas áreas, disminuye la reactividad de la amígdala y se reducen los niveles de estrés y ansiedad. No hace falta vivir en un monasterio ni dedicar horas interminables. Media hora diaria de entrenamiento atencional es suficiente para generar cambios medibles en el cerebro.


Publicidad