lunes, 29 diciembre 2025

“Necesitamos de mayor inversión privada y facilidades gubernamentales que aseguran la soberanía del dato”

Las grandes cloud norteamericanas han realizado inversiones colosales y mantienen decenas de centros de datos en Europa con economías de escala que les permiten ofrecer innovación continua y precios competitivos. Los proveedores europeos pelean en nichos específicos: servicios regulados y cargas críticas.

La estrategia cloud de las empresas europeas está experimentando un giro relevante. Un informe de Gartner revela que el 61% de los CIOs en Europa Occidental quiere aumentar su dependencia de proveedores cloud locales o regionales, una señal clara de cambio en las prioridades tecnológicas.

La geopolítica, la soberanía del dato y la concentración del mercado en manos de grandes actores globales están detrás de esta evolución, que plantea retos estructurales y decisiones estratégicas de gran calado. Hablamos con Pablo Ruiz-Hidalgo, cloud director en Ingram Micro España y Portugal

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El informe de Gartner indica que un 61% de los CIOs en Europa Occidental quiere aumentar su dependencia de proveedores cloud locales o regionales. ¿Qué factores están impulsando este cambio de mentalidad?

En un contexto de turbulencias geopolíticas como el actual, y teniendo en cuenta que el liderazgo Cloud lo tienen empresas estadounidenses, con alrededor del 60-70 % de la cuota de mercado mundial, muchas empresas, auspiciadas por sus países, están buscando diversificar sus proveedores para no tener una excesiva dependencia que proceda de un mismo operador o país.

Esto entronca con esa búsqueda de la ‘soberanía del dato’, donde también entran en juego motivaciones políticas y legislativas de ver quién tiene potestad sobre los datos generados y almacenados en un país.

Si las empresas gestoras de esos datos son locales, es mucho más fácil aplicarle las leyes locales, cuestión que se complica cuando son extranjeras, por mucho que la legislación especifique que deben sujetarse a las leyes locales, porque Estados Unidos tiene su propia legislación en la materia y también la enfoca en no perder poder sobre esos datos independientemente de su ubicación.

El dato sigue siendo esencial, un activo geoestratégico de primera magnitud. Y los proveedores Cloud están en el epicentro de esa batalla.

Esta situación plantea una reflexión profunda sobre la capacidad de Europa para liderar su transformación digital en infraestructuras que, hoy por hoy, no controla directamente.

“El dato sigue siendo esencial, un activo geoestratégico de primera magnitud”

A pesar de ese interés, los datos muestran que los proveedores europeos solo concentran alrededor del 15 % del mercado. ¿Cómo se explica esta brecha entre intención estratégica y realidad del mercado?

La explicación radica en la escala y capacidad de inversión.

Europa tiene un problema crónico de escalabilidad de sus empresas. Somos buenos y razonablemente ágiles creando empresas, pero nos atascamos al hacerlas crecer para que se conviertan en actores internacionales.

Y una de las claves de este problema está en la financiación: sigue siendo complicado acceder a financiación de riesgo, donde el dinero se ponga en empresas cuya rentabilidad no está garantizada.

Las grandes cloud norteamericanas han realizado inversiones colosales y mantienen decenas de centros de datos en Europa con economías de escala que les permiten ofrecer innovación continua (por ejemplo, servicios AI avanzados) y precios competitivos.

Los proveedores europeos pelean en nichos específicos: servicios regulados y cargas críticas.

Salvo casos contados (SAP Cloud, OVHcloud, Orange, Deutsche Telekom, etc., el resto son actores pequeños o nacionales que difícilmente desplazan la cuota de los hiperescalares.

Hay que repensar el sistema desde la base: formación orientada a las necesidades del mercado y las nuevas tecnologías, facilidad para crear empresas y hacerlas crecer mediante capital de riesgo y facilidades tributarias (por ejemplo, para captar talento), y una legislación que favorezca la innovación sin descuidar la protección de la competencia o de los valores europeos, pero sin penalizar el desarrollo de esas empresas y tecnologías

Debemos tener un control inteligente del dato: Europa debe invertir en la infraestructura digital

“Los proveedores europeos pelean en nichos específicos: servicios regulados y cargas críticas”

¿Hasta qué punto las tensiones geopolíticas y la soberanía digital están influyendo hoy en las decisiones de infraestructura cloud de las empresas europeas?

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Influyen de manera decisiva. De hecho, el concepto de ‘soberanía del dato’ tiene más de geopolítico que de tecnológico: se basa en la búsqueda de los Estados de ‘controlar’ los datos que generan nuestras actividades digitales, incluso si es para poner sobre ellos una capa de férrea protección de la privacidad.

Los proveedores europeos pelean en nichos específicos: servicios regulados y cargas críticas.
Los proveedores europeos pelean en nichos específicos: servicios regulados y cargas críticas.

Y, en ese esquema, las empresas buscan fórmulas para construir su ecosistema Cloud con esta idea de soberanía digital y del dato en mente, también en lo que respecta a ellas mismas: a cómo poseer esos datos que genera su operativa, en lugar de dejarlos en manos de terceros que incluso, muchas veces, son competidores.

En el caso concreto de España, ¿qué peso tienen el cumplimiento normativo y la protección de datos frente a otros criterios como escalabilidad o innovación tecnológica?

En realidad, depende de cada empresa y de sus circunstancias. España es un país compuesto mayoritariamente por pymes, de manera que su factor determinante puede ser el coste de la infraestructura y la facilidad para desplegarla y mantenerla sin tener que contratar a profesionales específicos ni dedicar grandes cantidades de tiempo y recursos a ello.

En este sentido, los hyperscalers son una solución óptima para estas empresas por la versatilidad y facilidad de acceso que ofrecen.

Sin embargo, en empresas más grandes se buscan proveedores que ofrezcan buenas opciones de escalabilidad y diversificación para asegurar la continuidad del servicio en cualquier circunstancia.

Y sí observamos en Ingram Micro que, todos ellos, independientemente de su tamaño, están preocupados por la ciberseguridad y demandan soluciones en este sentido.

“Se buscan proveedores que ofrezcan buenas opciones de escalabilidad y diversificación para asegurar la continuidad del servicio”

¿Es realista, a corto o medio plazo, plantear una estrategia europea de soberanía del dato sin depender de los grandes proveedores globales?

No es demasiado realista, toda vez que no contamos con actores europeos con la suficiente capacidad como para plantear una sustitución de los hyperscalers estadounidenses ahora mismo.

Pero sí contamos con actores europeos bien posicionados que, con una correcta estrategia de crecimiento, podrían llegar a disputar su hueco en el mercado.

Volvemos a lo que comentaba antes: tenemos el talento y la capacidad, e incluso las empresas, pero necesitamos del mayor inversión privada y facilidades gubernamentales que aseguran  la soberanía del dato y que hagan que pasemos de un movimiento táctico a una estrategia incorporada en el día a día de las empresas.

¿Qué barreras técnicas, económicas o de ecosistema están limitando el crecimiento de los proveedores cloud locales frente a los hyperscalers estadounidenses?

Me remito a lo anterior: la tecnología es accesible y el talento está formado, aunque es cierto que escasea. Las principales limitaciones que veo son regulatorias y de financiación, que además van de la mano porque para favorecer el tipo de financiación que requieren las empresas tecnológicas hacen falta decisiones políticas que se traduzcan en legislación que ampare esas acciones.

Si miramos a los mercados que lideran, Estados Unidos y, en menor medida (pero sí en otros sectores), China, se fusionan marcos legislativos que favorecen la innovación y experimentación con una gran disponibilidad de capital, ya sea privado como en Estados Unidos o público como en China.

Aquí en Europa hemos dado algunos pasos a raíz de la pandemia, pero es insuficiente para un sector tan dinámico y ágil como el digital.

“Es importante creérselo: creer que los europeos también somos capaces de competir con las empresas estadounidenses o chinas”

Desde la perspectiva de los CIOs, ¿qué debería cambiar para que los proveedores europeos ganen mayor credibilidad y cuota de mercado?

Creo que es importante creérselo: creer que los europeos también somos capaces de competir con las empresas estadounidenses o chinas. Que podemos crear ganadores.

Hay que creérselo, y eso hay que inculcarlo desde la base, que es la educación: hay que dejar claro que no somos diferentes y que podemos formarnos y levantar empresas líderes mundiales.

Pero es cierto que creérselo por sí solo no sirve de nada: hay que acompañar esa autoestima y confianza en nosotros de una estrategia de financiación y regulatoria que favorezca esas ideas.

¿Pueden los modelos híbridos o multicloud ser una vía intermedia para avanzar hacia mayor soberanía sin renunciar a capacidades globales?

Ambos modelos son interesantes a la hora de diversificar proveedores Cloud, pero no resuelven por sí solos el desafío de la soberanía digital si esos diferentes proveedores siguen siendo los líderes del mercado.

Cuestión diferente es que el cliente decida combinar las capacidades de un proveedor masivo con las de un proveedor local, por ejemplo para servicios específicos de ciberseguridad, productividad o identificación.

En Ingram Micro ofrecemos este tipo de servicios y nuestra estrategia ya es híbrida, de manera que las empresas pueden elegir de forma más específica a los proveedores que necesita en cada momento.

¿Están las empresas españolas preparadas, en términos de talento y madurez digital, para migrar hacia infraestructuras cloud más soberanas?

En la mayoría de las empresas españolas aún impera un enfoque técnico y reactivo hacia la soberanía. no como parte central de la estrategia de negocio.

En España hay mucho y muy buen talento, pero es verdad que a veces falla la profundidad de los conocimientos sobre tecnología entre los directivos y propietarios de la empresa, en parte por cuestiones de brecha digital.

Afortunadamente, hay muchas empresas que salvan esta brecha captando talento que les ayudará a ponerse al día, pero en empresas familiares de menor tamaño no siempre es posible o buscado, y eso lastra su competitividad y capacidad de innovación respecto a quien sí busca cerrar esa brecha.

“La tecnología es una herramienta para mejorar, no una moda que perseguir”

De no hacerlo, probablemente se quedarán con el trazo gordo: en el mejor de los casos digitalizarán algunos aspectos de su empresa, pero no lo harán en toda su extensión ni, desde luego, personalizando sus necesidades.

Quienes trabajan con partners como Ingram Micro sí pueden optar a un programa de digitalización continuo y personalizado, y eso marca la diferencia no porque lo hagamos nosotros, sino porque es el enfoque razonable: adaptar la tecnología a la empresa y sus objetivos, y no al revés.

La tecnología es una herramienta para mejorar, no una moda que perseguir.

Mirando a los próximos cinco años, ¿cree que el equilibrio actual del mercado cloud en Europa cambiará de forma significativa o seguirá dominado por los grandes actores globales?

Es difícil hacer previsiones a tan largo plazo cuando hablamos de tecnología y del mundo digital, pero es esperable que las hyperscalers sigan liderando el mercado porque invierten mucho dinero en innovar y crecer,

A Europa ya no le basta con competir: tiene que decidir si quiere controlar su destino digital o seguir dependiendo del de otros.

Recuperar tracción pasa por escalar inversiones y desplegar infraestructuras a gran escala con capital público y privado. Ofrecer soluciones diferenciales soberanas con control de claves, residencia certificada del dato y cumplimiento normativo como ventaja competitiva.

Los sectores regulados —salud, banca, defensa, industria— son el terreno natural para liderar, creando nubes verticales especializadas. Al mismo tiempo, Europa no puede quedarse atrás en innovación: IA generativa, edge, 5G, IoT… son frentes donde debe construir oferta propia.

Y sobre todo, necesita una estrategia cloud inteligente respecto al dato: híbrida, multicloud, donde lo soberano y lo global convivan.  Porque la soberanía no es aislarse, es saber elegir dónde y cómo se opera lo que realmente importa.


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