Desde su inicio, el universo de las criptomonedas estuvo rodeado de una niebla de supuesta opacidad. Sin embargo, el avance de la regulación en Europa comenzó a despejar muchas dudas, especialmente en lo que respecta al vínculo entre los exchanges y Hacienda. Hoy, la fiscalidad cripto es una de las principales inquietudes de los pequeños y medianos inversores.
En ese contexto, Jorge Soriano, cofundador de la plataforma Criptan y especialista en activos digitales, aporta claridad. Con un discurso que busca despertar todas las dudas, explica qué información se comparte, cuándo se paga y por qué la transparencia ya es una realidad inevitable.
Criptomonedas y Hacienda: qué se informa y qué no

Soriano es claro: las plataformas reguladas están obligadas por ley a compartir información con Hacienda. Desde hace aproximadamente un año, los exchanges que operan legalmente en España y en el resto de Europa deben enviar una “foto” completa de los datos de sus clientes. No se trata de una decisión empresarial, sino de una exigencia normativa que alcanza a todo el sector.
A este escenario se suma la conocida travel rule, una regulación que obliga a identificar quién envía y quién recibe criptomonedas. Hasta ahora, la blockchain permitía ver el recorrido de los activos, pero no la identidad del titular de cada wallet. Hacienda, hoy, busca cerrar ese círculo. El objetivo es conocer no solo el movimiento, sino también quién está detrás de cada operación.
En la práctica, esto genera fricciones. Hay exchanges que no comparten información y bloquean transferencias. Aun así, el rumbo es claro: Hacienda avanza hacia un mayor control del ecosistema cripto. Soriano aclara un punto clave que suele generar confusión: una cosa es declarar y otra muy distinta es tributar. Si una persona compra Bitcoin, Hacienda sabe que lo tiene, pero no existe obligación de pago hasta que ese activo se vende o se convierte, ya sea a euros o a otra criptomoneda.
De la arquitectura al Bitcoin: una historia de curiosidad y aprendizaje
El recorrido personal de Jorge Soriano ayuda a entender su mirada sobre el sector. Formado como arquitecto en Valencia, comenzó su carrera en un estudio creativo enfocado en repensar la experiencia de usuario en los espacios. La innovación siempre fue su motor, así como la inquietud por desafiar lo establecido.
El punto de inflexión llegó casi por casualidad, durante una cena informal, cuando escuchó por primera vez hablar de Bitcoin y Ethereum de boca de alguien que había participado en sus inicios. No entendió nada, pero sí comprendió algo fundamental: se estaba perdiendo un cambio profundo. Al día siguiente empezó a investigar, a equivocarse y a aprender.
Como muchos, pasó por etapas de entusiasmo desmedido, intentos fallidos de trading y una fe inicial casi ciega en la blockchain como solución universal. Con el tiempo, la experiencia lo llevó a una conclusión más pragmática: el verdadero impacto estaba en Bitcoin como activo financiero. En 2018, junto a sus socios, fundó Criptan con la idea de crear el “Coinbase español”.
El camino no fue lineal. Probaron soluciones adelantadas a su tiempo, como una pasarela de pagos cripto que casi nadie utilizó. La adopción fue más lenta de lo esperado y eso obligó a corregir el rumbo. Hoy, Soriano sostiene que el aprendizaje principal fue escuchar al usuario y entender qué aporta valor real en el presente.
En paralelo, Hacienda sigue afinando su marco de control. Lejos de demonizar el sistema, Soriano insiste en la importancia de la información clara. Saber cuándo se informa, cuándo se declara y cuándo se tributa es clave para convivir con Hacienda sin miedos innecesarios.









