viernes, 26 diciembre 2025

Carmen Alegría, médico de urgencias: “La meditación no es dejar la mente en blanco; es aprender a relacionarnos con ella”

Carmen Alegría propone la meditación como práctica cotidiana para médicos y pacientes: no silenciar la mente, sino observarla con conciencia, reducir el ruido mental y recuperar equilibrio, claridad y bienestar en medio de la urgencia.

En una era marcada por la prisa y la sobrecarga mental, la meditación vuelve a ocupar un lugar central en el debate sobre salud y bienestar. Cada vez más profesionales sanitarios la señalan como una herramienta clave para vivir con mayor equilibrio.

La doctora Carmen Alegría, médico de urgencias, aborda esta práctica desde una mirada humana y rigurosa. En diálogo con el médico y divulgador Mario Alonso Puig, propone una reflexión profunda sobre la meditación aplicada a la vida cotidiana.

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Silencio interior: un territorio poco explorado

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Lejos de modas pasajeras, la meditación aparece en esta conversación como un concepto amplio y antiguo, vinculado incluso etimológicamente con la medicina. No se trata de una técnica aislada, sino de una actitud que invita a aquietar la mente y observar con mayor profundidad la experiencia interna.

Uno de los grandes obstáculos para incorporar la meditación es la identificación con el pensamiento. La mente, acostumbrada al ruido constante, interpreta el silencio como una amenaza. Dejar de pensar equivale, para muchos, a salir de una zona de confort construida durante años.

Desde esta perspectiva, la meditación no busca eliminar los pensamientos, sino cambiar la relación con ellos. Aparecen, se reconocen y se dejan pasar, sin lucha ni rechazo. La clave está en retirar la atención que los alimenta y devolverla al cuerpo, a la respiración y al presente.

Cuando ese proceso se consolida, la meditación deja de ser un esfuerzo y se convierte en una experiencia de calma natural. En ese espacio surgen comprensiones nuevas, una creatividad inesperada y una paz interior que antes permanecía oculta bajo el ruido mental.

Meditación: Humildad, conciencia y libertad interior

Meditación: Humildad, conciencia y libertad interior
Fuente: agencias

La puerta de entrada a la meditación, según explica, es la humildad. Reconocer que no se sabe todo y que existe una realidad más profunda que la visible permite adoptar la llamada “mente de principiante”, esencial para cualquier práctica transformadora.

En este contexto, también se vincula con el inconsciente. Lejos de ser un enemigo, este ámbito alberga tanto heridas no resueltas como recursos valiosos. Ignorarlo implica dejar que dirija la vida desde las sombras, mientras que atenderlo abre nuevas posibilidades de comprensión La meditación favorece ese encuentro al reducir la interferencia del ego, entendido como un conjunto de creencias limitantes que distorsionan la percepción. No se trata de eliminar el yo, sino de evitar que monopolice la experiencia y condicione cada respuesta.

A medida que el ego pierde protagonismo, la meditación permite recuperar una sensación de unidad. La metáfora del océano y las olas ilustra este proceso: comprender que, más allá de las diferencias, se comparte una misma esencia reduce el miedo y la rivalidad.

Desde allí, la meditación deja de ser un ejercicio individual y se proyecta en la forma de vincularse con los demás. Irradia serenidad, apertura y compasión, cualidades que impactan tanto en la salud personal como en el entorno. En síntesis, la meditación no propone huir de la realidad, sino habitarla con mayor conciencia. Como sugiere Carmen Alegría, aprender a mirar hacia dentro es, quizás, una de las formas más honestas de cuidar la vida.


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