La digitalización financiera da un nuevo salto en España con la emisión del primer bono hipotecario tokenizado, una operación que marca un antes y un después en la forma de estructurar, financiar y acceder a proyectos inmobiliarios. El movimiento consolida el avance de la tecnología blockchain dentro de un sector tradicionalmente conservador y abre la puerta a nuevas fórmulas de captación de capital con respaldo jurídico y supervisión normativa.
Este primer bono hipotecario tokenizado no solo supone una innovación técnica, sino también un cambio de paradigma en el acceso a la inversión inmobiliaria. La posibilidad de fraccionar activos reales, dotarlos de liquidez y hacerlos accesibles a un abanico más amplio de inversores refuerza una tendencia que ya se observa en otros mercados internacionales y que ahora comienza a tomar forma en España con operaciones de envergadura y estructura regulada.
Un acuerdo estratégico para impulsar la tokenización inmobiliaria
La emisión del primer bono hipotecario tokenizado es el resultado de un acuerdo estratégico alcanzado en diciembre de 2025 entre ENLACE, Token City y JV20 Investment & Advisory, una alianza que busca acelerar la transformación digital del mercado inmobiliario español. Tras meses de trabajo conjunto, las tres entidades han unido experiencia sectorial, conocimiento financiero y desarrollo tecnológico con el objetivo de ofrecer soluciones de financiación más ágiles, seguras y con alcance global.
La iniciativa se apoya en un marco regulatorio plenamente vigente, un aspecto clave para generar confianza tanto en promotores como en inversores. En un contexto en el que la seguridad jurídica resulta determinante, la tokenización deja de ser un concepto experimental para convertirse en una herramienta reconocida por la normativa y apta para integrarse en los circuitos financieros tradicionales.
Blockchain y activos reales bajo un marco legal reconocido
El primer bono hipotecario tokenizado consiste en transformar activos físicos en representaciones digitales registradas en blockchain, conocidas como tokens, que reflejan derechos económicos reales. Estos instrumentos pueden representar participación en capital o deuda, manteniendo un respaldo tangible y verificable. La innovación reside en la capacidad de combinar tecnología descentralizada con estructuras financieras reconocidas por los reguladores.
Uno de los elementos diferenciales de este modelo es la posibilidad de asignar a los tokens un código ISIN, lo que los integra en los sistemas internacionales de identificación de valores. Este paso permite que los activos tokenizados sean considerados valores negociables, ampliando su proyección internacional y facilitando su transmisión en mercados secundarios, lo que incrementa notablemente su liquidez.
Democratización de la inversión y nuevas vías de financiación
El modelo impulsado con el primer bono hipotecario tokenizado por esta alianza responde a una demanda creciente de soluciones que reduzcan barreras de entrada a la inversión inmobiliaria. La fragmentación de activos permite acceder a oportunidades que antes estaban reservadas a grandes patrimonios o inversores institucionales, al tiempo que ofrece a las empresas una vía alternativa para obtener financiación sin recurrir exclusivamente a la banca tradicional.
Desde el punto de vista de los promotores, el primer bono hipotecario tokenizado aporta flexibilidad, control sobre el activo y acceso a capital en plazos más cortos. Para los inversores, supone mayor transparencia, trazabilidad de las operaciones y la posibilidad de diversificar carteras con activos respaldados por bienes reales, todo ello con un menor coste operativo frente a estructuras tradicionales más complejas.
La primera operación: un bono con garantía hipotecaria
La primera operación derivada de este acuerdo ha sido protagonizada por OTESA, una compañía con más de 25 años de trayectoria en la gestión inmobiliaria. La empresa ha estructurado una emisión de un bono tokenizado respaldado por una garantía hipotecaria sobre un solar valorado en 1.661.572 euros, lo que aporta un elevado nivel de seguridad a la operación.

El objetivo de la emisión es captar un millón de euros que se destinarán a la adquisición de un terreno directamente edificable para una promoción inmobiliaria situada en la comarca del Maresme, en la provincia de Barcelona. La combinación de un activo real, una garantía hipotecaria tradicional y la tecnología blockchain convierte esta operación en un precedente relevante dentro del mercado español.
Un hito jurídico y financiero para el mercado español
Desde el punto de vista legal, el primer bono hipotecario tokenizado con la integración de una hipoteca como garantía dentro de una estructura tokenizada representa un avance significativo. Hasta ahora, muchas iniciativas vinculadas a blockchain carecían de respaldo jurídico sólido o se desarrollaban en entornos poco claros desde el punto de vista regulatorio. En este caso, la operación se apoya en una estructura plenamente reconocida, lo que refuerza su viabilidad y credibilidad.
La oportunidad de inversión se canaliza a través de una plataforma regulada de financiación participativa, lo que permite la participación tanto de inversores profesionales como minoristas. Este enfoque mixto amplía el alcance del producto y refuerza el objetivo de crear un mercado más inclusivo y dinámico, alineado con las exigencias de supervisión financiera. Este primer bono hipotecario tokenizado pretende ser solo el primer paso.
Proyección futura de la tokenización en España
La emisión de este bono marca el inicio de una etapa en la que la tokenización podría convertirse en una herramienta habitual dentro del sector inmobiliario español. La creciente necesidad de financiación alternativa, unida a la demanda de mayor liquidez y transparencia, sitúa a estos instrumentos en una posición estratégica para el desarrollo de nuevos proyectos.
El interés por soluciones basadas como este primer bono hipotecario tokenizado en blockchain no deja de crecer, especialmente en un entorno económico donde la diversificación de fuentes de capital es clave. Si el modelo demuestra su eficacia, es previsible que se multipliquen las operaciones similares, consolidando un ecosistema en el que tecnología y mercado inmobiliario avancen de la mano hacia estructuras más eficientes y accesibles.








