La pregunta se repite una y otra vez entre ahorradores jóvenes y pequeños inversores: ¿es buen momento para apostar por el mercado inmobiliario en 2026? En un contexto de precios altos y demanda sostenida, el debate sobre la vivienda vuelve a ocupar el centro de la escena económica.
El analista financiero Uri Vyce sostiene que, más allá del ruido coyuntural, la vivienda continúa siendo uno de los activos más sólidos para construir patrimonio a largo plazo. Su experiencia personal y profesional ofrece claves para entender por qué.
Por qué una vivienda sigue siendo un refugio financiero

Vyce explica que su cartera no se apoya en un único activo, pero reconoce que la vivienda ocupa un lugar preferencial. El primer motivo es sencillo y concreto: genera flujo de caja. A diferencia de otros instrumentos financieros, la vivienda permite obtener ingresos periódicos que ayudan a cubrir gastos corrientes y aportan estabilidad.
El segundo factor es la protección frente a la inflación. En contextos inflacionarios moderados, los costes asociados a la vivienda tienden a ajustarse al alza, empujando tanto las rentas como el valor del activo. Los datos recientes muestran que el índice específico de vivienda suele crecer por encima del IPC general, consolidando su rol como escudo del capital.
A esto se suma la demanda estructural. En España, la vivienda es requerida de forma constante, ya sea para uso habitual, alquiler temporal o fórmulas intermedias. Esa versatilidad ofrece una ventaja difícil de igualar: un mismo activo puede adaptarse a distintos escenarios del mercado sin perder atractivo.
Otro punto central es la tangibilidad. La vivienda permite intervenir sobre el activo, reformarlo y resolver problemas que incrementen su valor. Para Vyce, esta capacidad de “meter las manos” marca una diferencia clave frente a inversiones puramente financieras.
Estrategias, perfil y una apuesta concreta en Madrid
El experto subraya que no existe una única estrategia válida. Todo depende del objetivo y del perfil del inversor. Quien busca ganancias rápidas puede inclinarse por operaciones de compra, reforma y venta, mientras que quien prioriza estabilidad suele optar por comprar y alquilar una casa con una gestión más pasiva.
En su caso, Vyce prioriza activos que generen rentas, permitan apalancamiento y ofrezcan tranquilidad. La financiación hipotecaria en España, con tipos históricamente bajos, convierte a la vivienda en uno de los pocos activos donde el apalancamiento juega a favor del inversor.
Su última operación se localiza en Vallecas, Madrid, una zona en transformación beneficiada por el desplazamiento de la demanda desde el centro. Allí adquirió una vivienda de 100 metros cuadrados, la reformó y la destinó al alquiler por habitaciones, un formato alineado con la demanda real del mercado urbano.
La elección no fue casual. Según Vyce, invertir en vivienda requiere analizar fundamentos claros: conectividad, servicios, presión de demanda y proyección de revalorización. Evitar ubicaciones sin liquidez futura es tan importante como negociar bien el precio de entrada.









