María Patiño ha confirmado públicamente lo que muchos intuían sobre la salida de Kiko Matamoros de ‘No somos nadie’, una marcha que no terminó con la despedida del pasado viernes y que ha dejado un reguero de emociones, tensiones internas y reflexiones personales dentro del equipo. La presentadora reconoció desde el primer minuto que todo este proceso la ha situado “en una situación complicada”, un sentimiento que quiso compartir en directo para aclarar su postura. “Me apena muchísimo que no esté aquí”, expresó con visible sinceridad, dejando claro que, más allá de las diferencias, no celebra la partida de su compañero.
1María Patiño ha roto su silencio
María Patiño explicó que el último día que coincidió con Matamoros regresó a casa “haciendo autocrítica”, algo que considera esencial para avanzar en un formato tan exigente. Durante el fin de semana estuvo inmersa en una reflexión profunda sobre el funcionamiento del programa, sobre el equipo que sostiene cada emisión y sobre el papel de David Valldeperas, cuya labor valora enormemente. Ese ejercicio personal la llevó a una mezcla compleja de sensaciones: “Tenía sentimiento de culpa, pero también la convicción de que no me merezco determinadas formas”, admitió con una honestidad que sorprendió a parte de la audiencia.
El impacto emocional también llegó desde fuera. “Me han destrozado”, confesó al hablar de los mensajes en redes sociales, una respuesta que asegura no suele condicionar su trabajo pero que, en esta ocasión, la dejó especialmente tocada. Patiño reveló que se ha sentido “relativamente sola”, como si la responsabilidad de la marcha de Matamoros recayera únicamente sobre sus hombros. “Me he sentido como ‘eres la responsable de que él no esté aquí’”, lamentó, dejando claro que no acepta cargar con culpas que considera injustas. “No merezco determinados desprecios”, subrayó con firmeza.
En cuanto a su relación personal con Matamoros, quiso desactivar cualquier teoría de enfrentamiento irreversible. “Le tengo aprecio”, dijo rotunda, recordando que él ha estado presente en momentos delicados de su vida y que ella misma pidió “ayuda interna y externa” para intentar reconducir la situación antes de que estallara. También señaló que sabía que él llevaba tiempo pensando en marcharse y que la discusión que se produjo fue parte de una “tormenta perfecta”, más circunstancial que profunda. Pese a todo, tendió la mano a su ya excompañero: “Si me la quiere coger, que me la coja. Creo que es un tío inteligente”.
