Integrar el conocimiento del entorno laboral con la neurociencia, la salud mental y la inteligencia artificial permite ofrecer un servicio de excelencia sin precedentes. Este enfoque facilita la comprensión de los factores psicosociales, la anticipación de riesgos y el diseño de intervenciones eficaces, combinando rigor científico, tecnología avanzada y una aplicación práctica orientada al bienestar organizativo. Entrevistamos a Raúl Alelu Paz, fundador de Healthy Minds
¿Cómo están combinando los avances en neurociencia y modelos de inteligencia artificial para detectar patrones tempranos relacionados con el bienestar psicosocial en el entorno laboral?
Lo que estamos haciendo, en esencia, es traducir principios de la neurociencia (regulación emocional, carga cognitiva, estrés crónico, etc.) en variables observables dentro de la empresa.
No trabajamos con “neuronas” directamente, sino con proxies comportamentales y contextuales: patrones de uso de herramientas digitales, dinámicas de comunicación, respuesta a la carga de trabajo, indicadores de fatiga, etc.
A partir de ahí, usamos modelos de inteligencia artificial (desde algoritmos clásicos hasta modelos de lenguaje) para detectar configuraciones de datos que, en la literatura, se asocian con riesgo psicosocial temprano: aislamiento, hiperconectividad, multitarea extrema, caída progresiva del rendimiento, etc.
La clave es combinar el rigor conceptual de la neurociencia con datos reales de la organización, sin convertir a las personas en biomarcadores.
“La clave es combinar el rigor conceptual de la neurociencia con datos reales de la organización, sin convertir a las personas en biomarcadores”
¿Qué papel juega la analítica avanzada en la identificación de riesgos psicosociales que tradicionalmente pasaban desapercibidos para departamentos de RR. HH. y equipos de prevención?
La analítica avanzada nos permite ver lo que a simple vista no se ve: patrones sutiles, acumulativos, que no se reflejan en una baja médica inmediata pero sí en microseñales continuas.
Por ejemplo, cambios en la variabilidad de horarios, aumento de interacciones urgentes fuera de jornada, o determinadas configuraciones de reuniones que sistemáticamente generan sobrecarga en ciertos roles. RR. HH. y PRL suelen trabajar con indicadores tardíos (absentismo, rotación, quejas formales); nosotros intentamos aportar indicadores tempranos y contextuales que permitan actuar antes de que el problema explote. No sustituimos a RR. HH.: les damos un radar más fino
¿De qué manera las tecnologías emergentes permiten personalizar los programas de bienestar mental para cada persona empleada sin perder el enfoque ético y la privacidad de los datos?
En Healthy Minds hemos diseñado todo el servicio teniendo muy presente ese equilibrio entre prevención eficaz y respeto absoluto a las personas.
Nuestra aproximación se articula en tres pilares fundamentales. En primer lugar, realizamos una evaluación psicosocial y de salud mental a nivel de empresa y de equipos, nunca a nivel individual.
Trabajamos exclusivamente con datos anonimizados y agregados, garantizando la confidencialidad de las personas en todo momento. Además cumplimos de forma estricta con la LOPDGDD y aseguramos la privacidad y el anonimato en todos los procesos de evaluación.
En segundo lugar, abordamos la predicción de la salud mental sin recurrir a tests psicológicos individuales. Nuestro algoritmo de inteligencia artificial estima el riesgo de ansiedad, depresión, estrés y burnout a partir de los datos obtenidos en la evaluación psicosocial, evitando someter a la plantilla a baterías de pruebas clínicas.
Este enfoque nos permite orientar las acciones de bienestar hacia colectivos y contextos con mayor vulnerabilidad, sin “psicoanalizar” a cada persona de manera individual.
El tercer eje se centra en una intervención accesible pero siempre voluntaria. Ofrecemos el acceso a una plataforma de intervención psicológica online en la que cualquier trabajador puede consultar, de forma confidencial, con una psicóloga sanitaria por correo electrónico sobre riesgos psicosociales y salud mental.
“La analítica avanzada nos permite ver lo que a simple vista no se ve: patrones sutiles y acumulativos”
De este modo, la personalización se produce en dos niveles claramente diferenciados. Por un lado, a nivel organizativo, mediante planes de acción específicos para áreas, departamentos o centros de trabajo. Por otro, a nivel individual, únicamente cuando la persona decide de forma voluntaria utilizar los recursos de apoyo puestos a su disposición.

Todo el servicio se desarrolla dentro de un marco ético definido y coherente, basado en la transparencia, la voluntariedad, el anonimato y el uso de los datos con una finalidad exclusivamente preventiva.
La fatiga digital y la sobrecarga cognitiva son desafíos actuales. ¿Cómo pueden las herramientas tecnológicas que utilizáis medir, anticipar y reducir estos factores dentro de una organización?
En Healthy Minds abordamos la fatiga digital y la sobrecarga cognitiva como factores psicosociales integrados dentro del mapa global de riesgos laborales, tratándolos con el mismo rigor que cualquier otro elemento que impacta en la salud mental de las personas.
Para ello, evaluamos cómo se perciben variables clave como la carga de trabajo, el tiempo real disponible para ejecutar las tareas, las exigencias de atención constante, la presión derivada de los plazos y la calidad del descanso. Estas dimensiones permiten entender no solo la intensidad del trabajo, sino también su sostenibilidad en el tiempo.
A través de nuestro algoritmo de inteligencia artificial, identificamos perfiles de riesgo en los que estas variables se combinan y elevan la probabilidad de desarrollar problemas de salud mental, lo que facilita una priorización objetiva de las intervenciones.
A partir de este análisis, podemos proponer medidas muy concretas dentro de los planes de acción, orientadas al rediseño de cargas y turnos, a la mejora de la autonomía y del control sobre el propio trabajo, así como a intervenciones específicas en liderazgo y comunicación.
El objetivo no es únicamente “medir el cansancio digital”, sino actuar sobre las condiciones de trabajo que lo generan. Por ello, los planes de acción se formulan de manera documentada, con responsables definidos y plazos claros, garantizando su alineación con la normativa de prevención de riesgos laborales.
“No se trata de psicoanalizar a cada persona, sino de orientar las acciones hacia colectivos y contextos más vulnerables”
¿Qué tipo de indicadores neurocientíficos o biométricos son útiles para evaluar el impacto real de los programas de salud mental en el rendimiento laboral?
En Healthy Minds, en el contexto actual y bajo la legislación vigente, defendemos una aproximación no invasiva y basada en la evidencia científica, priorizando soluciones responsables frente al uso extensivo de biometría en el entorno empresarial.
Nuestra metodología se apoya en indicadores organizativos y psicosociales con una base sólida en la neurociencia y la salud mental, que permiten analizar el riesgo sin necesidad de recurrir a datos sensibles de carácter biométrico.
Estos indicadores se centran en la exposición sostenida a factores de riesgo como la sobrecarga de trabajo, la ambigüedad de rol o la falta de apoyo, así como en la predicción de la probabilidad de desarrollar ansiedad, depresión, estrés o burnout a partir de dichos factores.
Un elemento clave de nuestro enfoque es el seguimiento de la evolución de estos indicadores tras la aplicación de medidas preventivas o correctivas. Analizamos si el nivel de riesgo disminuye, si se reduce el volumen de perfiles con alta probabilidad de afectación y si se produce una mejora real del clima organizativo.
En este sentido, utilizamos la inteligencia artificial para generar indicadores de impacto que permiten evaluar si los programas de salud mental están logrando resultados efectivos, es decir, si contribuyen de forma tangible a mejorar la salud psicológica y a reducir el riesgo, más allá de medir únicamente el grado de aceptación o satisfacción percibida.
¿Hasta qué punto la inteligencia artificial puede actuar como apoyo activo para líderes y equipos, facilitando decisiones más alineadas con la salud mental de la plantilla?
La inteligencia artificial puede convertirse en un aliado estratégico para líderes y mandos intermedios siempre que se utilice con rigor científico y con un enfoque preventivo, no fiscalizador.
En nuestro caso, la inteligencia artificial no toma decisiones por nadie, pero sí ofrece una radiografía extremadamente precisa de dónde están los riesgos psicosociales y de dónde es más probable que aparezcan problemas de salud mental.
Eso permite que los responsables de equipos puedan anticiparse, reorganizar cargas, reforzar apoyos o revisar dinámicas antes de que la situación derive en bajas, conflictos o pérdida de talento.
En Healthy Minds acompañamos estos análisis con informes ejecutivos claros, que traducen datos complejos en mensajes comprensibles y en recomendaciones priorizadas.
No hablamos solo de señalar un problema, sino de explicar cómo afecta a la salud mental de la plantilla, al clima y a la productividad, y qué medidas concretas tienen mayor impacto preventivo. Así, la inteligencia artificial se convierte en un apoyo activo para decisiones más humanas, más informadas y más alineadas con la protección de la salud laboral.
En escenarios de teletrabajo o trabajo híbrido, ¿qué tecnologías resultan más efectivas para mantener una monitorización respetuosa, no intrusiva y basada en el bienestar?
El trabajo híbrido y remoto exige un tipo de monitorización radicalmente diferente a la que muchas empresas plantean.
En Healthy Minds tenemos muy claro que la vigilancia digital —monitorización de pantallas, análisis de actividad o seguimiento del tiempo— no solo es invasiva, sino que además genera más estrés, desconfianza y riesgo psicosocial.
La alternativa eficaz no es controlar a las personas, sino evaluar condiciones de trabajo, percepciones y factores psicosociales que actúan sobre su bienestar independientemente de dónde se encuentren.
Por eso trabajamos con evaluaciones online diseñadas específicamente para entornos híbridos, anónimas, confidenciales y de muy baja carga para la persona trabajadora.
La tecnología permite analizar los riesgos psicosociales de cada centro, área o equipo sin necesidad de identificar a nadie individualmente. Eso posibilita mantener una monitorización respetuosa, centrada en el bienestar real y compatible con modelos de trabajo distribuidos, sin sacrificar privacidad ni generar sensación de control.
“La IA no toma decisiones por nadie, pero ofrece una radiografía extremadamente precisa de dónde están los riesgos psicosociales”
¿Cómo se integra la inteligencia artificial para diferenciar entre señales de estrés adaptativo y señales de riesgo psicológico que requieren intervención temprana?
Distinguir entre un pico de trabajo puntual y un riesgo real para la salud mental es fundamental. Un nivel razonable de estrés puede ser adaptativo y estar vinculado a retos motivadores; sin embargo, cuando ciertos factores psicosociales se combinan y se mantienen en el tiempo, el estrés deja de ser útil y empieza a convertirse en un riesgo psicológico claro.
La IA nos ayuda a analizar estas dinámicas y a identificar patrones que no son visibles a simple vista, especialmente cuando intervienen múltiples variables simultáneamente.
En Healthy Minds utilizamos modelos que predicen la probabilidad de ansiedad, depresión, estrés y burnout a partir de los factores psicosociales detectados en la organización.
Cuando esos valores superan ciertos umbrales, sabemos que ya no estamos ante un esfuerzo puntual, sino ante una situación que requiere intervención preventiva.
Esto permite actuar antes de que el problema cristalice, orientando cambios en la organización, en la gestión de cargas o en las prácticas de liderazgo para frenar el deterioro del bienestar.
Los datos son el núcleo de muchas soluciones digitales. ¿Qué estrategias implementáis para garantizar la seguridad, el anonimato y la ética en el manejo de información sensible relacionada con salud mental?
La privacidad y la ética son la base de todo nuestro trabajo. Cumplimos estrictamente la Ley Orgánica 3/2018 de Protección de Datos y garantizamos que toda la información recogida en las evaluaciones es anónima y confidencial.
Los resultados se analizan siempre de forma agregada y nunca entregamos datos individuales ni listados de personas en riesgo, porque nuestro objetivo es prevenir, no señalar.
Además, aplicamos un criterio de minimización: recogemos únicamente la información necesaria para evaluar los riesgos psicosociales y ofrecer recomendaciones útiles.
La ética también forma parte del propósito del proyecto. El 10% de nuestra facturación se destina a financiar investigación biomédica en el Laboratorio de Investigaciones Biológicas Profesor Giacomo Rizzolatti, centrada en enfermedades como cáncer, esquizofrenia o autismo.
Esto refuerza nuestra filosofía: la tecnología debe orientarse al bienestar colectivo, respetar la dignidad de las personas y contribuir, en la medida de lo posible, a mejorar la salud y la sociedad en su conjunto.
Mirando hacia el futuro, ¿qué innovaciones tecnológicas visualizáis como transformadoras para convertir los espacios de trabajo en ecosistemas más humanos, seguros y resilientes?
Las próximas transformaciones en salud mental laboral vendrán de la mano de modelos predictivos mucho más finos, capaces de anticipar escenarios de riesgo con meses de antelación.
Eso permitirá a las organizaciones tomar decisiones preventivas antes de que los problemas se manifiesten. También veremos la consolidación de ecosistemas integrados en los que evaluación, predicción e intervención estén conectadas de forma automatizada, facilitando que los recursos de apoyo —formación, ajustes organizativos, mejora del liderazgo— lleguen donde más se necesitan.
Además, creo que empezaremos a entender los espacios de trabajo como sistemas vivos, algo en lo que ya estamos trabajando desde el área de I+D+i de Healthy Minds. Con nuestra tecnología podremos simular escenarios y ver cómo afectan a los riesgos psicosociales: qué pasa si cambiamos un turno, si reorganizamos un equipo, si pasamos a un modelo híbrido distinto…
Antes de implantar nada, podremos prever el impacto sobre la salud mental. El objetivo de todas estas innovaciones es claro: hacer que la tecnología sirva para humanizar el trabajo, colocar el bienestar en el centro y construir organizaciones más seguras, más resilientes y más saludables.








