viernes, 19 diciembre 2025

Cristina Sánchez, médica especialista en oncología: “Un cuerpo fuerte tolera mejor los tratamientos contra el cáncer”

Cristina Sánchez propone una oncología integrativa donde ejercicio, nutrición y salud emocional fortalecen al organismo, mejoran la tolerancia a los tratamientos y refuerzan al sistema inmune, clave en la prevención y el abordaje del cáncer.

Durante décadas, el cáncer fue entendido como una enfermedad inevitable, asociada casi exclusivamente al paso del tiempo. Sin embargo, la evidencia científica y la experiencia clínica muestran hoy un escenario más complejo, donde el estilo de vida cumple un papel determinante.

En este contexto, la mirada integrativa gana espacio. No se trata de reemplazar tratamientos, sino de comprender cómo el cuerpo, cuando está fortalecido, responde mejor frente al cáncer y a las exigencias terapéuticas que impone.

Publicidad

El cuerpo como aliado silencioso en la prevención

YouTube video

La doctora Cristina Sánchez, médica especialista en oncología, insiste en un concepto clave: el organismo no es un espectador pasivo ante el cáncer, sino un actor central. Estrés crónico, inflamación persistente y hábitos desordenados generan un envejecimiento prematuro que favorece alteraciones celulares similares a las que aparecen con la edad.

Uno de los puntos menos comprendidos es el papel del músculo. La masa muscular no cumple solo una función estética o estructural. Actúa como un órgano metabólico que regula hormonas, energía e inmunidad, tres factores directamente vinculados al desarrollo del cáncer.

La pérdida de músculo, frecuente en estilos de vida sedentarios, reduce la capacidad del cuerpo para mantener el equilibrio interno. En términos preventivos, este deterioro crea un terreno más vulnerable frente al cáncer, incluso en personas jóvenes.

A esto se suma el impacto del estrés sostenido. Cuando el sistema inmune permanece debilitado por una sobrecarga emocional constante, pierde eficacia para detectar y eliminar células alteradas, un proceso cotidiano que, de fallar, puede derivar en cáncer.

Tratar el cáncer sin descuidar al organismo

Este cambio en la voz podría ser una señal de cáncer que pasa desapercibida
Fuente Freepik

Una vez que el diagnóstico llega, el enfoque integrativo cobra aún más relevancia. El cáncer es una enfermedad altamente demandante a nivel metabólico: consume energía, debilita el músculo y desorganiza sistemas completos si no se los refuerza de manera consciente.

Cristina Sánchez es clara al respecto: aplicar solo quimioterapia, inmunoterapia o cirugía implica abordar la enfermedad de forma incompleta. El tratamiento médico necesita de un organismo capaz de colaborar, tolerar la toxicidad y sostener la recuperación. La nutrición adecuada permite que el cuerpo disponga de los recursos necesarios para enfrentar el cáncer. No se trata de dietas milagro ni de alimentos aislados, sino de una alimentación simple, natural y ordenada, que reduzca la inflamación y sostenga la energía vital.

El ejercicio físico, adaptado a cada etapa, estimula la producción de sustancias beneficiosas, preserva la masa muscular y mejora la respuesta global frente al cáncer, tanto en prevención como durante el tratamiento. El descanso y la salud emocional completan el triángulo. Sin una regulación adecuada del estrés, todo el esfuerzo previo pierde eficacia. El cáncer encuentra terreno fértil cuando el cuerpo vive en alerta permanente.

Desde esta mirada, la oncología integrativa no promete curas alternativas ni reemplaza la medicina convencional. Propone algo más profundo: devolverle al cuerpo la capacidad de defenderse, para que, frente al cáncer, no esté solo ni debilitado, sino preparado para resistir y acompañar el proceso terapéutico con mayor fortaleza.


Publicidad