Mientras que en los últimos días se ha confirmado la subida del precio del taxi en Madrid y el nuevo Bono de Transporte prometido por Pedro Sánchez hace que sea posible un aumento del precio del transporte en varias comunidades, Uber, Cabify y Bolt han decidido competir con otra estrategia. Fuentes de las diversas empresas del sector han dejado claro que no cambiarán sus tarifas al menos los primeros meses del año, que se ha sumado a una decisión de comunidades como Madrid de poner un límite al cambio de precio que nace de la tarifa dinámica, y que pueden posicionar estas opciones como mucho más baratas dentro del panorama nacional.
Es evidente que habrá que ver cómo reaccionan durante el año a los vaivenes del mercado, pero no debería ser una sorpresa que apuesten por mantener sus precios controlados. Por un lado, se están viendo obligados a defender su modelo frente a los movimientos políticos de Cataluña, pero además la oferta de VTC no ha dejado de aumentar en España, como muestra mes a mes los datos del ministerio de Transporte y Movilidad Sostenible, que ya computa unas 24.082 licencias operando en todo el territorio nacional, y subiendo, a la espera de los datos del mes de diciembre.
Es evidente que habrá que ver cómo reaccionan durante el año a los vaivenes del mercado, pero no debería ser una sorpresa que apuesten por mantener sus precios controlados
Al mismo tiempo, saben que este año puede ser clave. Los movimientos en Madrid, con la aprobación de las nuevas licencias de Cabify, y en Barcelona, con la nueva ley de transporte de vehículos para 9 pasajeros, cambiarán de forma clara el mapa del transporte en España y es clave que estas empresas mantengan su popularidad entre los usuarios para que ambas situaciones lleguen a buen puerto. En cualquier caso, el que de momento mantengan sus tarifas no quiere decir que sean más baratos que los taxis todos los días, pues, incluso con los controles impuestos en varias comunidades, los días de lluvia o de grandes eventos deportivos o culturales, tienen un efecto directo en sus precios.
En cualquier caso, las empresas no pueden fingir sorpresa ante estas situaciones. Tienen ya meses fraguando, y no deberían ser un motivo para cambiar sus estrategias a estas alturas. Es cierto que las tres buscan estrategias para agarrarse a Barcelona mientras esperan la decisión final de la Generalitat sobre la nueva ley, pero más allá de eso no se dibuja ningún cambio radical el año que viene en su sector, al menos de momento.
LAS TARIFAS DINÁMICAS DE UBER, CABIFY Y BOLT SIGUEN BAJO LA LUPA
A pesar de esta decisión, no ha cambiado la posición del gobierno de revisar, con lupa, tanto sus precios como los algoritmos que los definen. La Vicepresidenta Segunda, Yolanda Díaz, la misma que impulsó la Ley Rider, ha defendido que deben ser auditados para saber tanto los cambios normales debido a la demanda como si algunas denuncias hechas por parte de los usuarios, como el efecto en los precios de solicitar un viaje en zonas con menor poder adquisitivo, que de momento no se han podido confirmar. En cualquier caso, la revisión de sus algoritmos es ya una exigencia también desde Europa.

En este panorama es de esperar que las plataformas sigan revisando también sus propios algoritmos. Ya antes del movimiento de la Comunidad de Madrid para controlar las tarifas dinámicas, las tres dieron pasos para poner un tope al cambio en los precios bases, sobre todo porque casos como los festivales de música, disparaban los precios por encima de los 100 euros, incluso en viajes que en principio no tuviesen relación con el evento, con el ejemplo más conocido siendo el del Mad Cool de 2022.
LA IMPORTANCIA DE MANTENER PRECIOS COMPETITIVOS
En cualquier caso, la competencia de Uber, Cabify y Bolt no es solo entre ellas, sino con otras formas de transporte de particulares, por lo que deben presentarse como una opción válida tanto al taxi como a los vehículos propios. Eso hace que sus precios deban mantenerse controlados, y que intenten evitar las situaciones extremas que se han visto en el pasado. Es una necesidad tanto por la competitividad como por mantener una buena reputación de cara a los usuarios, en un momento donde atraviesan una nueva crisis por la presión política en el viejo continente.
Su primera prueba de fuego en 2026 será, como siempre, la Nochevieja, con la madrugada del 31 de diciembre al 1 de enero, siendo una noche de volumen alto para la que las plataformas ya han empezado a presentar bonificaciones para los conductores para mantener su flota activa. Es el primer medidor de sí sus tarifas seguirán siendo competitivas el año que empieza en una noche con alta demanda.








