Durante años, Carmen Janeiro fue uno de esos nombres que aparecían con frecuencia en la crónica social española. Su apellido, inevitablemente ligado al de Jesulín de Ubrique, la situó en el foco mediático desde muy joven, convirtiéndola en un rostro habitual de nuestra televisión y en protagonista de titulares que mezclaban vida personal, familia y proyectos profesionales. Sin embargo, con el paso del tiempo, Carmen fue dando pasos firmes hacia una retirada progresiva del ojo público, optando por una vida mucho más discreta y alejada de los platós, una decisión que sorprendió entonces y que hoy vuelve a hacerlo de manera contundente.
1La nueva vida de Carmen Janeiro
A sus 49 años, la hermana del torero ha demostrado que no teme a los cambios drásticos ni a los giros inesperados. Tras una relación sentimental con el millonario Luis Masaveu, que ocupó también espacio en la prensa del corazón, Carmen decidió poner punto final a esa etapa y reorganizar por completo su vida. La ruptura fue seguida de una mudanza significativa: hace apenas unos meses se instalaba en Ubrique, el pueblo donde creció, regresando a sus raíces y apostando por la cercanía familiar en un momento de transición personal.
En Ubrique, Carmen Janeiro se instaló en una impresionante mansión de más de 600 metros cuadrados, una vivienda que simbolizaba ese regreso a lo esencial, a la tranquilidad y a un ritmo de vida más pausado. Allí ha estado muy cerca de su madre, Carmen Bazán, reforzando lazos familiares y alejándose del ruido mediático que durante tanto tiempo formó parte de su día a día. No obstante, esta etapa ha sido mucho más breve de lo que muchos imaginaban, porque ahora se ha conocido una decisión que ha dejado a todos en shock.
Según ha trascendido recientemente, Carmen Janeiro se mudará a Mónaco para empezar el año 2026, un cambio radical que supone no solo un nuevo país, sino también una nueva etapa vital y profesional. Tal y como apuntan desde El Español, la empresaria ha cerrado definitivamente la empresa de cemento que tenía y ha estado en los últimos meses reorganizando tanto su patrimonio como sus proyectos de futuro. Lejos de tratarse de una huida, su marcha a Mónaco responde a una estrategia muy meditada.
Uno de los aspectos que más llama la atención de esta decisión es que Carmen mantiene una excelente relación con su expareja, Luis Masaveu. Aunque su historia sentimental llegó a su fin, ambos conservan un vínculo marcado por el respeto y el trabajo. “Les gusta arriesgar y superarse. Hay gente que vive al filo de la zona de confort”, explican fuentes citadas por el medio mencionado, que subrayan que su ruptura fue conciliadora y sin conflictos, permitiéndoles seguir colaborando en nuevos proyectos.








