a relación entre Alejandra Rubio y José María Almoguera atraviesa uno de sus momentos más delicados, confirmando así un secreto a voces que llevaba meses circulando en el entorno de la familia Campos. La hija de Terelu Campos y el hijo de Carmen Borrego, que durante años mantuvieron una relación cercana y aparentemente sólida, se encuentran ahora más distanciados que nunca, una situación que ha quedado al descubierto tras un episodio especialmente sensible que ha generado una gran controversia pública.
1El secreto de José María Almoguera
En los últimos meses, las señales de este distanciamiento se habían ido acumulando, aunque sin una confirmación directa por parte de los protagonistas. Sin embargo, todo estalló cuando salió a la luz que Alejandra Rubio no se había puesto en contacto con su primo después de que este fuera operado del corazón recientemente, un hecho que sorprendió tanto a la familia como a los espectadores habituales de los programas de crónica social. El silencio de la influencer en un momento tan delicado fue interpretado por muchos como un gesto frío y difícil de justificar.
Fue José María Almoguera quien decidió dar el primer paso y romper su silencio en televisión. Lo hizo visiblemente afectado en su intervención en el programa ¡De Viernes!, donde no ocultó su decepción ante la actitud de su prima. “Me ha borrado completamente”, aseguró con contundencia, dejando claro que la falta de contacto había sido total y que no entendía el motivo de ese alejamiento. Sus palabras resonaron con fuerza, ya que reflejaban no solo un desencuentro puntual, sino una fractura emocional más profunda.
Durante su intervención, José María insistió en que no tiene ningún problema personal con Alejandra y que, precisamente por eso, le resultaba aún más dolorosa la situación. Explicó que no sabía si ella se preocupaba por su estado de salud porque no había tenido contacto directo, aunque sí reconoció que Alejandra habría hablado con su madre y que él mismo había intercambiado palabras con su tía. Aun así, dejó claro que, para él, eso no era suficiente, subrayando que interesarse a través de terceros no sustituye un mensaje personal en un momento tan delicado.
Estas declaraciones generaron un enorme revuelo mediático y colocaron a Alejandra Rubio en el centro de la polémica, con numerosas críticas en redes sociales y en tertulias televisivas. La presión fue en aumento durante varios días, mientras el público esperaba una reacción por parte de la colaboradora, que hasta ese momento había optado por el silencio. Un silencio que muchos interpretaron como incomodidad, otros como indiferencia, y que no hizo más que alimentar el debate.
