miércoles, 17 diciembre 2025

El nuevo abono de Pedro Sánchez puede subir el precio del transporte en Madrid

El cambio en el abono de transporte que propone Pedro Sánchez puede ser peor para el bolsillo del usuario

El nuevo abono de transporte nacional, que ha anunciado Pedro Sánchez en plena crisis institucional de su partido, ha generado más dudas que certezas entre los usuarios. Es la apuesta del presidente, quien al mismo tiempo anunció que se mantendría el subsidio del 20% del precio del abono de transporte para las comunidades autónomas que estuviesen dispuestas a sumar el otro 20%. Lo cierto es que el nuevo abono no necesariamente mejorará las condiciones de todos los viajeros que dependen del transporte público, sino principalmente de aquellos que usan opciones de transporte controladas por el Estado.

«Se trata de una apuesta muy rotunda por la movilidad sostenible, y también por la clase media trabajadora», ha asegurado Pedro Sánchez en su repaso anual de la legislatura, donde anunció la medida. El problema es que deja más dudas que respuestas en el corto plazo, las cuales deberán resolverse pronto.

Publicidad

El nuevo proyecto solo incluye los servicios que dependen del Gobierno nacional, es decir: Cercanías y Media Distancia, así como los servicios de autobús estatales. Si bien se ha informado de que se planea mantener las subvenciones actuales a los abonos regionales, es complicado saber cómo funcionarán ambos en conjunto. En casos como el de la capital, el bono de transporte incluye los servicios de Cercanías y puede incluir los autobuses por un precio menor al del nuevo abono.

Por ejemplo, en Madrid, el precio actual, contando con la subvención tanto del Gobierno nacional como del autonómico, es de 32,70 euros, alcanzando los 54,60 euros (supongo que el segundo precio se refiere al precio sin subvención o con menos subvención, la frase original no es totalmente clara, pero mantengo los números). Son precios que incluyen el uso del servicio de Cercanías dentro de la zona A de la capital, y sería más costoso para los usuarios sumarse al nuevo bono nacional que quiere aplicar el presidente y que ha defendido, como es de esperar, el ministro de Transporte y Movilidad Sostenible, Óscar Puente.

En X, la plataforma antes conocida como Twitter, el ministro ha informado que la medida se viene trabajando desde el inicio de la legislatura y que es similar a medidas tomadas por países como Austria o Alemania. Han dejado claro que esperan que se vayan sumando las diferentes comunidades autónomas, aunque no han informado cómo se manejarán los precios en los casos en que la medida acabe traduciéndose en un aumento del precio, siendo el caso más evidente el de la Comunidad de Madrid.

LA COMUNIDAD DE MADRID PIDE MENOS IMPROVISACIÓN Y MÁS INVERSIÓN CON EL CERCANÍAS

De momento, la respuesta de la Comunidad de Madrid ha sido de incredulidad. No solo no están seguros de cómo se pueden compaginar las dos medidas, sino que, de momento, no garantizan la adhesión a la misma, como ya lo ha informado ABC. El motivo es, precisamente, la preocupación por que el cambio se traduzca en un aumento de precio para los madrileños. Incluso tomando en cuenta la posibilidad eventual de perder el subsidio para aquellos que viven en el centro de la ciudad, se podría traducir en un aumento del precio mensual. Por tanto, esperan que se aclare el funcionamiento de lo que han considerado una medida improvisada.

Además, se repite la posición que siempre han tenido sobre el Cercanías: que es un servicio que requiere más inversión. La realidad es que la fama del servicio de Renfe de distancias cortas en la capital es más que negativa, como lo muestran tanto los comentarios en redes como la decisión del ministro y del presidente de la empresa pública, Álvaro Fernández Heredia, de dedicarse a compartir los problemas del servicio de metro en la capital.

EL 15 DE ENERO EMPIEZA EL NUEVO ABONO 

En cualquier caso, queda justamente un mes en el calendario para saber cómo funcionará, al menos en principio, la nueva medida. La realidad es que es complicado ignorar lo difícil que ha sido para el Gobierno poner a funcionar como lo esperan los servicios de transporte público en las ciudades a través de Renfe. Los dos servicios de Cercanías más conocidos del país, el de Madrid y el Rodalies catalán, atraviesan crisis permanentes.

Además, será curioso ver cuál es la reacción catalana. En la práctica, durante las negociaciones para la investidura, la gestión del servicio de Rodalies fue prometida a la Generalitat, por lo que será interesante ver cómo reacciona la dirigencia de esa comunidad.


Publicidad