martes, 16 diciembre 2025

La vacuna de la gripe todavía funciona: estos grupos deben vacunarse antes del 24 de diciembre

Los virus respiratorios comienzan a circular con mayor intensidad justo a las puertas de las celebraciones navideñas. Las autoridades sanitarias insisten en la importancia de protegerse antes de las reuniones familiares.

La gripe suele adelantarse a nuestros planes y este año no parece ser una excepción en el calendario invernal. Muchas personas piensan que ya es tarde para acudir al centro de salud, pero nada más lejos de la realidad si queremos unas fiestas seguras. Lo cierto es que la protección es vital para las reuniones familiares que se avecinan en apenas unos días, donde el contacto estrecho es inevitable. Debemos recordar que el virus no entiende de fechas festivas ni de celebraciones, por lo que anticiparse al contagio es la estrategia más inteligente que podemos adoptar ahora mismo.

Aún estás a tiempo de generar los anticuerpos necesarios antes de que llegue la Nochebuena y los grandes eventos sociales. Los expertos en salud pública insisten en que la vacuna tarda unas dos semanas en generar la respuesta inmune completa en nuestro organismo tras el pinchazo. Por eso, el Ministerio de Sanidad ha marcado el 24 de diciembre como una fecha límite simbólica para garantizar que llegamos protegidos a los momentos de mayor riesgo de transmisión viral.

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EL RELOJ CORRE EN NUESTRA CONTRA

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El sistema inmunológico no funciona como un interruptor de luz que se enciende al instante, sino que requiere un proceso biológico complejo. Si acudes hoy mismo a tu punto de vacunación, tu cuerpo estará listo para combatir la infección justo cuando más lo necesitas. Es fundamental entender que generar defensas requiere un tiempo prudencial para que nuestro organismo reconozca al agente externo y se prepare adecuadamente. Vacunarse ahora es el mejor regalo que puedes hacerte a ti mismo y a tu familia para evitar sustos innecesarios entre turrones y mazapanes.

La circulación de este virus respiratorio suele alcanzar su pico máximo durante las primeras semanas de enero, coincidiendo con la vuelta a la rutina. Si dejamos pasar esta oportunidad, nos exponemos a caer enfermos justo cuando los hospitales suelen estar más saturados por la epidemia estacional. La realidad es que la prevención evita colapsos hospitalarios y asegura que los recursos médicos estén disponibles para quienes sufren patologías urgentes e imprevisibles. No se trata solo de salud individual, sino de un acto de responsabilidad colectiva para mantener el sistema funcionando.

MAYORES DE 60 AÑOS: PRIORIDAD ABSOLUTA

El grupo de población que supera la barrera de los sesenta años sigue siendo el objetivo principal de esta campaña sanitaria de invierno. Con el paso de los años, nuestro sistema inmune pierde esa capacidad de reacción rápida que tenía en la juventud, lo que nos hace más vulnerables ante la gripe. Los médicos advierten que las complicaciones pueden ser severas en esta franja de edad si no se cuenta con la barrera protectora que ofrece la inmunización anual. No es cuestión de sentirse joven o fuerte, sino de biología básica y de cómo el virus afecta a los tejidos con el paso del tiempo.

A menudo, las neumonías bilaterales o los problemas cardíacos derivados de una infección viral son los verdaderos riesgos para nuestros mayores. Sanidad recuerda que la vacuna es segura, gratuita y está perfectamente adaptada a las cepas que circulan actualmente por Europa. Sabemos que reducir la mortalidad es el objetivo principal de estas campañas que buscan proteger a nuestros padres y abuelos de ingresos hospitalarios evitables. Si tienes más de 60 años, no dudes en pedir cita mañana mismo para asegurar tu bienestar.

EMBARAZADAS Y NIÑOS: LOS GRANDES OLVIDADOS

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Existe la falsa creencia de que las mujeres gestantes no deben vacunarse, cuando la realidad científica indica exactamente lo contrario para su seguridad. Durante el embarazo, el cuerpo de la mujer experimenta cambios inmunológicos y cardiopulmonares que aumentan el riesgo de sufrir una infección grave por gripe. Los ginecólogos insisten en que la vacuna protege también al bebé durante sus primeros meses de vida gracias al paso de anticuerpos a través de la placenta materna. Es un escudo doble que blinda tanto a la madre como al recién nacido ante un virus que puede ser muy agresivo.

Por otro lado, la población infantil actúa a menudo como el gran motor de transmisión del virus dentro de los hogares españoles. Los niños, especialmente los menores de 5 años, no solo sufren la enfermedad, sino que la contagian con una facilidad pasmosa a sus abuelos. Se ha demostrado que vacunar a los pequeños frena los contagios intrafamiliares de manera drástica, cortando la cadena de transmisión en su eslabón más activo. Proteger a los niños es, en definitiva, una estrategia esencial para proteger a toda la estructura familiar.

ENFERMOS CRÓNICOS Y SISTEMAS DEBILITADOS

Para las personas que conviven con patologías de larga duración, la llegada del invierno supone siempre una amenaza añadida a su salud. Diabéticos, pacientes con enfermedades cardiovasculares o problemas respiratorios como el asma deben extremar las precauciones ante cualquier síntoma febril. Los especialistas recalcan que el virus descompensa las patologías previas de forma muy rápida, convirtiendo una enfermedad estable en una urgencia médica en cuestión de horas. La vacuna de la gripe actúa aquí como un cinturón de seguridad indispensable que amortigua el golpe en caso de infección.

El grupo de los inmunodeprimidos, aquellos con las defensas bajas por tratamientos oncológicos o trasplantes, merece una atención especial y urgente. Su capacidad para luchar contra los patógenos está mermada, por lo que dependen enteramente de la ayuda externa que proporcionan los fármacos preventivos. Es evidente que el riesgo de hospitalización se dispara en estos pacientes si entran en contacto con el virus sin estar previamente inmunizados. Para ellos, la vacunación no es una opción recomendable, sino una necesidad vital que no admite demoras.

PERSONAL SANITARIO Y CUIDADORES

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Quienes trabajan en primera línea cuidando de nuestra salud tienen una doble responsabilidad ética y profesional durante estas fechas. No se vacunan solo para no caer enfermos, sino para no convertirse en vectores de transmisión para sus pacientes más frágiles. Está comprobado que el personal sanitario actúa como cortafuegos cuando alcanza altas tasas de vacunación, impidiendo que el virus campe a sus anchas por hospitales y residencias. Si eres médico, enfermero o celador, tu pinchazo es un acto de solidaridad con aquellos a quienes has jurado proteger.

Lo mismo aplica para los cuidadores profesionales o familiares que atienden a personas dependientes en sus propios domicilios. Llevar el virus de la gripe a una casa donde vive una persona encamada o muy mayor puede tener consecuencias fatales e irreversibles. Por eso, se considera que el entorno del paciente debe blindarse para crear una burbuja de seguridad efectiva alrededor de las personas más vulnerables de la sociedad. La protección de quienes nos cuidan es fundamental para mantener el tejido asistencial en pie durante el invierno.

CÓMO PEDIR TU CITA ANTES DE NOCHEBUENA

El proceso para acceder a la inmunización es sencillo y los sistemas de salud autonómicos están dando facilidades máximas. Puedes solicitar tu turno a través de la aplicación móvil de tu servicio de salud, por teléfono o acudiendo directamente al mostrador de tu centro. Las autoridades sanitarias recuerdan que las agendas están abiertas para todos los grupos de riesgo mencionados, y en muchas comunidades ya se permite la vacunación sin cita previa para agilizar el proceso. No hay excusas burocráticas que valgan cuando se trata de proteger nuestra salud antes de las fiestas.

Recuerda que la vacuna es la herramienta más potente que tenemos, pero no la única, así que combínala con el lavado de manos. Si tienes dudas sobre si perteneces a un grupo de riesgo, consulta con tu médico de cabecera, pero ante la duda, la recomendación suele ser favorable a la prevención. Ten presente que una Navidad sin fiebre es posible si tomamos las decisiones correctas a tiempo y confiamos en la ciencia y en nuestro sistema sanitario. Todavía quedan días suficientes para que tu sistema inmune esté listo para brindar con salud.


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