martes, 16 diciembre 2025

El auge del turismo premium impulsa la inversión hotelera en Madrid

Madrid se ha convertido en uno de los grandes referentes del turismo premium en Europa, gracias a una estrategia que ha sabido combinar crecimiento, calidad y una oferta cada vez más orientada a experiencias exclusivas.

La capital española ya no compite únicamente por volumen de visitantes, sino por atraer a un viajero con mayor poder adquisitivo, dispuesto a invertir más en alojamiento, gastronomía y propuestas personalizadas. Este cambio de rumbo está redefiniendo su perfil turístico y consolidando a la ciudad como un destino urbano de alto nivel.

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Los datos respaldan esta transformación. Según el Instituto Nacional de Estadística (INE), el gasto turístico internacional en Madrid mantiene una evolución claramente positiva. Hasta octubre de 2025, los visitantes internacionales dejaron en la ciudad 15.193 millones de euros, lo que supone un incremento del 10,6% respecto al mismo periodo del año anterior.

Este crecimiento no solo refleja una mayor afluencia, sino también un aumento del gasto medio por viajero, un indicador clave para medir la calidad del turismo. En concreto, el gasto medio por turista alcanzó en octubre los 2.068 euros, mientras que el gasto diario se situó en 324 euros.

Estas cifras evidencian que Madrid está atrayendo a un perfil de visitante con mayor capacidad de consumo, interesado en experiencias de valor añadido y servicios de mayor nivel. Se trata de una evolución alineada con las tendencias globales del turismo urbano, donde la diferenciación y la exclusividad ganan peso frente al turismo masivo.

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Fachada del The Westin Palace. Foto: EP.

El sector hotelero madrileño es uno de los principales reflejos de esta transformación. Según el informe 5 claves: Madrid vs. Barcelona, elaborado por la consultora Colliers, en 2024 la capital española contaba con 45 proyectos hoteleros en desarrollo, frente a los 13 registrados en Barcelona. Esta diferencia pone de manifiesto el fuerte atractivo de Madrid para la inversión hotelera, especialmente en segmentos de gama alta y lujo.

En términos de afluencia, Madrid también lidera el panorama urbano en España. Durante 2024, la ciudad recibió 10,4 millones de viajeros, lo que representó un crecimiento del 5,3% respecto al año anterior. Esta cifra la consolida como el destino urbano con mayor número de visitantes del país. En contraste, Barcelona recibió 8,4 millones de turistas, lo que supuso una caída del 1,1% en comparación con los niveles de 2019, reflejando una evolución más contenida.

Aunque Barcelona sigue siendo un destino turístico de referencia a nivel internacional, los datos más recientes muestran cómo Madrid ha logrado recortar distancias e incluso superarla en algunos indicadores clave. Entre enero y septiembre de 2025, las pernoctaciones en Madrid crecieron un 2,1%, mientras que en Barcelona se registró un descenso del 1,2%, según datos del INE, STR, Cushman & Wakefield y RateGain.

Esta tendencia confirma un cambio progresivo en la dinámica del turismo urbano en España. La evolución positiva de Madrid también se observa en los indicadores hoteleros. En 2025, la tarifa media diaria (ADR) continuó al alza, al tiempo que el RevPAR (ingreso por habitación disponible) se incrementó un 6,4%, alcanzando los 132 euros.

Estos datos reflejan una mejora en la rentabilidad del sector, impulsada por una demanda dispuesta a pagar más por alojamientos de mayor calidad y servicios diferenciados. Otro factor clave en este crecimiento es el aumento de la demanda internacional. Madrid ha experimentado un notable impulso de mercados como Estados Unidos y América Latina, lo que contribuye a diversificar el perfil del visitante y a reforzar su posicionamiento global.

En 2025, el turismo internacional superó los 4 millones de pernoctaciones en la capital, según el INE, consolidando a la ciudad como un destino atractivo más allá del mercado europeo. Este contexto plantea la pregunta sobre los factores que explican el llamado ‘sorpasso’ de Madrid frente a otros destinos urbanos. Entre las claves destaca la capacidad de la ciudad para estructurar una oferta turística orientada a la calidad, con una clara apuesta por el turismo de alto poder adquisitivo.

La diversificación de productos, la mejora de la planta hotelera y el fortalecimiento de sectores como la gastronomía de alta gama y las experiencias exclusivas han sido determinantes en este proceso.


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