lunes, 15 diciembre 2025

La energía eólica marítima podría ser clave en la transición energética europea, a pesar de los costes a corto plazo

El informe indica que la eólica marítima es fundamental para la transición energética europea

Esta es la principal conclusión del último informe de Hitachi, que analiza el coste y las medidas necesarias para el desarrollo de las energías renovables con el fin de alcanzar los objetivos de la transición energética en Europa. El documento señala que la energía eólica marítima (offshore) no solo será relevante, sino que podría convertirse en la tecnología clave para cumplir con las metas climáticas y garantizar un sistema energético europeo des-carbonizado, asequible y seguro.

El estudio identifica que el mejor escenario posible es el Renewables+, un escenario donde las renovables dominan claramente el mix energético europeo y donde su despliegue masivo permite cumplir los objetivos de la UE para 2040 y 2050. Según el modelo, este escenario solo puede materializarse si la eólica marina avanza al ritmo marcado, porque es la única tecnología capaz de aportar grandes volúmenes de energía limpia, estable y a gran escala, con factores de capacidad altos y un potencial físico que no depende del territorio continental.

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Para que este escenario se dé, el informe establece unos mínimos estrictos: Europa debe instalar al menos13,5 GW de nueva energía eólica marina cada año desde 2030, lo que permitiría alcanzar 80 GW de potencia offshore instalada en 2030 y 350 GW en 2050. Estas cifras no son arbitrarias: forman parte de las condiciones necesarias para que el modelo energético europeo cumpla con la reducción del 90% de emisiones de gases de efecto invernadero en 2040 y alcance las cero emisiones netas en 2050. 

La eólica marina podría ser más eficiente que el resto de renovables

El informe también apunta a la particular importancia de la eólica marina dentro del sistema eléctrico. De hecho, en cuanto a su factor de capacidad la nueva flota de offsore alcanza un 54%, superando a la energía solar y a la eólica terrestre, que cuentan unos valores del 19% y el 41% respectivamente. Esto se traduce en que la energía eólica marítima se puede convertir en una fuente esencial de energía en los meses de invierno, cuando hay un crecimiento de la demanda y cuando otras renovables como la solar producen menos. 

A esto se suma que la eólica marítima reduce la presión sobre el terreno continental y se integra mejor en una Europa que necesitará electrificar sectores enteros y producir hidrógeno verde en grandes cantidades. 

Además, el informe destaca que un despliegue sostenido de offshore wind puede reducir significativamente los costes del sistema. Hitachi estima una caída del 30% en el coste nivelado de la energía eólica marina para 2040, gracias a economías de escala y mejores condiciones de financiación derivadas de una política estable y volúmenes garantizados de instalación. 

No obstante, el informe apunta a que uno de los grandes retos que tiene la energía eólica marítima como es el caso de que es más cara y lenta de desarrollar que la energía solar, sumado a que necesita grandes infraestructuras marítimas. De ahí que se establezcan unos mínimos para el desarrollo, ya que de lo contrario en Europa no se apostaría tanto por esta energía en el corto plazo, repercutiendo en un retraso en el cumplimiento de los objetivos climáticos. 

Esto hace que, en el escenario Renewables+, la eólica marina no solo sea necesaria desde el punto de vista climático, sino también económicamente más eficiente para el conjunto del sistema energético europeo, siempre y cuando se superen sus problemas de desarrollo iniciales. 

En conjunto, el informe de Hitachi realiza un mensaje contundente: sin un crecimiento acelerado de la energía eólica marítima, Europa no podrá cumplir sus objetivos de transición energética. La offshore se convierte así en una pieza imprescindible para garantizar suficiente energía renovable, reducir costes, impulsar infraestructuras eléctricas e hídricas y asegurar que la des-carbonización europea avance al ritmo marcado por Bruselas.


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