Cuando se anunció que el Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM) concedería a Cabify las casi 8.000 licencias de VTC que habían solicitado en la Comunidad, el sector empezó a mostrar nerviosismo. Esta inquietud se mantuvo con el anuncio de que las primeras 800 empezarían a operar. Sin embargo, tras el inicio de las operaciones de estas licencias, no solo no hay razón para pensar que romperán el mercado, sino que en los últimos tres meses el número de licencias en la capital ha caído, todo ello mientras sube el total nacional, incluso en Cataluña.
Mientras que las empresas han empezado a funcionar desde hace algunas semanas, en el último trimestre el número de licencias de VTC en Madrid ha bajado en unas 66, según datos del informe mensual que publica el Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible. No hay motivos específicos de momento, más allá de la siempre alta rotación entre los conductores del sector. No obstante, influye la normativa más estricta de los últimos meses, que incluye un examen a los conductores y el reciente control del precio de las tarifas dinámicas, lo cual puede tener un efecto directo en la facturación de los conductores, clave para sus bonificaciones.
Al mismo tiempo, al menos de momento, estos datos borran una de las preocupaciones del panorama de la Comunidad de Madrid: que las nuevas licencias de la empresa española generen un desequilibrio irreparable en el mercado de la capital. Lo cierto es que, si el dato se sigue manteniendo como hasta ahora, se trata de una situación interesante: no se genera el problema que temía la competencia, pero tampoco se cubre la necesidad de aumentar la cantidad de opciones para particulares —tanto taxi como VTC— que funcionan en la comunidad.
El argumento principal de la empresa es que Madrid es una de las capitales europeas con menor presencia de transporte para particulares por persona, tanto de taxis como de plataformas como Uber, Cabify y Bolt, por lo que una caída en el número de licencias les permite defender su posición. Es cierto también que la capital española tiene un sistema de transporte público que reduce la demanda en horas del día; pero, por la noche, estas plataformas son cada vez más importantes para los usuarios. Un informe reciente, encargado por Bolt, señala que 9 de cada 10 españoles prefieren usar una VTC para volver a casa por la noche.
LAS NUEVAS LICENCIAS DE MADRID
Es también una realidad que todavía no están operando todas las nuevas licencias que han sido concedidas a Cabify en la Comunidad de Madrid. En la práctica, la empresa solo ha confirmado las primeras 800 con los reguladores, aunque confían en que el resto de las 8.000 que les ha concedido el TSJM se aprobarán eventualmente. Mientras tanto, esta primera etapa se ha puesto en marcha poco a poco, con la idea de hacer énfasis fuera del centro de Madrid, apostando por las poblaciones de la periferia donde hay menos opciones, tanto de transporte para particulares como de transporte público.
Será importante ver qué ocurre con estos datos una vez que comience el nuevo año. Resulta llamativo ver una caída en el número de licencias en una comunidad autónoma que ha hecho lo posible por recibir a las empresas de la llamada «Nueva Movilidad» y buscar que convivan en los espacios con el taxi, asumiendo que cumplen funciones diferentes dentro del puzle de la movilidad en la capital.

Incluso en esta situación, las empresas del sector siguen con cuidado lo que ocurra con las licencias de Cabify. El efecto que puedan tener en el mercado es clave. A esto se suma que, con Cataluña iniciando el proceso de expulsar a las plataformas de VTC como Uber, Cabify y Bolt, cuidar la Comunidad de Madrid será fundamental para el futuro de su negocio en España.
CABIFY SIGUE EN EL PROCESO DE CUMPLIR LOS REQUISITOS DE LA COMUNIDAD
En cualquier caso, desde la empresa siguen buscando cumplir con las exigencias de la Comunidad de Madrid para poner a funcionar las casi 8.000 licencias que siguen considerando necesarias. Es un proceso complejo que no necesariamente se mueve a la velocidad que desearía la empresa de transporte. Sin embargo, algunos aspectos, en particular el proceso de contratación de los conductores de las primeras 800 licencias, están siendo más rapidos de lo que esperaba la empresa.
De momento siguen avanzando con el proyecto. Un proyecto que defienden no solo por lo que consideran una necesidad evidente, dada la poca concentración de opciones de transporte para particulares en Madrid frente a otras capitales europeas, sino también por la importancia que pueden tener las nuevas licencias en cuanto a la creación de empleo.








