Sofía Suescun y Kiko Jiménez han dado la sorpresa más ilusionante de la Navidad al anunciar la compra de su nueva casa en la playa, una vivienda que se convertirá en su refugio perfecto después de más de seis años de relación. La pareja, una de las más consolidadas del universo influencer, compartió la noticia a través de sus redes sociales, acompañándola de un carrusel de imágenes que muestra por primera vez el interior de la propiedad, actualmente en plena fase de construcción. La emoción con la que posan, ataviados con cascos de obra blancos y rodeados de escombros, deja claro que este paso supone un hito en su historia en común.
3La pareja tiene un proyecto en común
Desde que se conocieron, Sofía y Kiko han sabido convertir su vida en una combinación constante de trabajo, exposición mediática y momentos personales cargados de significado. La compra de esta casa no es solo un logro inmobiliario, sino también una declaración de intenciones: la pareja quiere consolidar una vida en común que se apoye en proyectos compartidos y en un entorno tranquilo donde poder refugiarse. La ubicación, la arquitectura y la conexión emocional que muestran con este nuevo hogar dan pistas de cómo imaginan su futuro: más íntimo, más conectado entre ellos y, sobre todo, más estable.
Aunque todavía falta tiempo para ver la vivienda completamente terminada, es evidente que la pareja vive esta fase con un entusiasmo contagioso. La mezcla de ilusión, compromiso y sentido de logro que transmiten en sus publicaciones deja claro que este proyecto forma parte de un plan más amplio y pensado a largo plazo. La casa, tal como se aprecia en las imágenes, será un espacio amplio, luminoso y muy ligado a la naturaleza, una combinación ideal para quienes buscan un equilibrio entre vida pública y tranquilidad personal.
Con este anuncio, Sofía Suescun y Kiko Jiménez cierran el año celebrando un hito que marca un antes y un después en su relación. Lo hacen en plena Navidad, rodeados de cariño y con un sueño que empieza a tomar forma ladrillo a ladrillo. Y mientras las obras avanzan, ellos ya imaginan los atardeceres, los momentos de descanso y todas las historias que vivirán en esa nueva casa que, tal y como han dicho con orgullo, “oficialmente es nuestra”.








