La inquietud en torno a la Inteligencia Artificial crece a la misma velocidad con la que avanza la tecnología. En este escenario de cambios acelerados, Pedro Baños, coronel del Ejército de Tierra español, advierte que el mundo se encuentra ante una transformación histórica que superará a todo lo conocido. Su mirada apunta a un fenómeno que no solo reconfigurará el trabajo y la economía, sino también la forma en que se estructura la sociedad.
Para Baños, la historia demuestra que las pasiones humanas no cambian, aunque sí lo hacen las herramientas que permiten amplificar su poder. Y la Inteligencia Artificial, afirma, representa el mayor instrumento de control social jamás diseñado.
Inteligencia Artificial: Una revolución que avanza más rápido que la capacidad humana de comprenderla
Baños sostiene que la Inteligencia Artificial no es comparable con otras grandes disrupciones de la historia. Ni la imprenta ni la revolución industrial tuvieron un impacto tan veloz ni tan universal. Según explica, la transición tecnológica actual se produce “por segundos”, transformando sectores completos antes de que la sociedad alcance a entender lo que está ocurriendo. El propio periodismo, indica, ya funciona bajo la asistencia constante de sistemas de Inteligencia Artificial que redactan titulares, sugieren enfoques y crean borradores cada vez más precisos.
El coronel observa que esta nueva infraestructura digital no solo reconfigurará cómo se trabaja; también redefinirá quién trabaja. Afirma que millones de personas quedarán desplazadas frente a automatizaciones impulsadas por Inteligencia Artificial, computación cuántica y robotización. Para él, la desaparición progresiva de la clase media no es una hipótesis futurista, sino un proceso visible desde hace años. Mientras una élite altamente tecnificada se prepara para gobernar desde espacios blindados, gran parte de la población podría quedar relegada a trabajos básicos, ingresos mínimos y una dependencia estructural.
Un modelo social condicionado por el entretenimiento, la inercia y la manipulación
Baños considera que una parte de la ciudadanía está “adormecida” ante la magnitud del cambio, y que esa pasividad no es casual. Señala que la sociedad se acostumbra al entretenimiento constante, al consumo rápido y a los dispositivos que sustituyen experiencias cotidianas. Para él, este escenario crea sujetos desconectados de la realidad, dispuestos a aceptar sin resistencia el nuevo orden impulsado por la Inteligencia Artificial.
En este análisis, los discursos que desalientan la natalidad, el avance de políticas de eutanasia y la proliferación de drogas legales e ilegales forman parte de un entramado más amplio de debilitamiento social. Baños alerta sobre el aumento del consumo de psicofármacos en Europa y la llegada de sustancias como el fentanilo, capaces de anular por completo la voluntad individual. Frente a esta tendencia, la Inteligencia Artificial operaría como un mecanismo adicional de control, capaz de anticipar comportamientos, sugerir decisiones y diseñar entornos personalizados para mantener a las personas ocupadas, distraídas o emocionalmente dependientes.
El militar español advierte que la política europea tampoco muestra capacidad de reacción. En su opinión, los dirigentes actúan con un cortoplacismo absoluto, más pendientes de sobrevivir a sus propias crisis que de construir estrategias frente a un fenómeno que ya determina la economía, el empleo y la seguridad. La Inteligencia Artificial, insiste, será el eje de un mundo nuevo en el que quienes la dominen impondrán condiciones al resto de la población.
