miércoles, 10 diciembre 2025

La Comisión Europea presentará hoy un paquete de reformas para modernizar la red eléctrica 

Entre los principales elementos que podrán ser claves dentro de este paquete de medidas son la interconexión y el fomento de energías renovables

Este es un nuevo paquete de medidas que trae la Comisión Europea llamado European Grids Package, donde se pretende proponer soluciones concretas y urgentes para modernizar la red eléctrica. En este sentido, la CE ha identificado hasta 8 proyectos energéticos enfocados en el desarrollo de “autopistas energéticas”, infraestructuras de gran capacidad que permitirán transportar electricidad a largas distancias y aliviar los cuellos de botella actuales.

Con estos proyectos, el ejecutivo de la UE espera cerrar la brecha en el precio de la electricidad y reducir la desventaja competitiva con otras economías industrializadas, especialmente aquellas que han avanzado antes en la digitalización y la modernización de sus redes.

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La Comisión Europea contempla una inversión de 1,2 billones de euros

Estos proyectos se espera que se desarrollen en el nuevo paquete de reformas que tiene previsto presentarse este 10 de diciembre. Este calendario responde a la necesidad de acelerar decisiones políticas antes de que la demanda energética crezca aún más por la electrificación del transporte, la industria y la climatización. El objetivo de este paquete de medidas es, por tanto, acelerar la construcción de infraestructuras eléctricas esenciales como las interconexiones, que son la columna vertebral para una red europea realmente integrada. 

En este sentido, Bruselas ha preparado otro impulso al cable transfronterizo, ya que su integración se ha ralentizado durante los últimos años, dificultando la integración plena de una red europea capaz de compartir excedentes renovables entre países en tiempo real.

Uno de los ejes de esta estrategia pasará por los Pirineos, donde Europa espera para el primer trimestre de 2026 al menos la declaración política de la conexión de uno de los dos cables previstos para conectar la Península Ibérica con el resto del continente, según Euroactiv. Se trata de un proyecto clave que lleva años bloqueado por dificultades técnicas, medioambientales y diplomáticas. 

Un proyecto que la presidenta de Redeia, Beatriz Corredor, ya adelantó en un evento organizado por el Club de Diálogos para la Democracia, que se tiene previsto concluir el proyecto de interconexión con el Golfo de Vizcaya para 2027 y que, aun así, para ese entonces la interconectividad no llegará al 15% que exige Europa, una meta que España y Francia llevan tiempo intentando alcanzar sin éxito.

La conexión con la península ibérica tiene sentido que sea un eje prioritario dentro de este paquete de medidas, ya que España es un país con una alta generación de energías renovables que podría contribuir a la des-carbonización de Europa además de reducir los vertidos, que actualmente rondan el 3,5%. Estos vertidos representan energía renovable desaprovechada por falta de infraestructura para transportarla, un problema que se agrava a medida que aumenta la instalación de parques solares y eólicos. Mejorar la interconexión permitiría aprovechar esta energía sobrante y enviarla a regiones con mayor demanda o menor capacidad de generación renovable.

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Para ello, la Comisión Europea contempla una inversión hasta 2040 de 1,2 billones de euros. Además, otro de los temas que se espera que se trate es el desarrollo de la energía eólica marina en las aguas territoriales europeas, junto con nuevos interconectores transfronterizos. En este sentido, Euroactiv adelanta la importancia de Bornholm, una isla danesa del mar Báltico que se prevé que tenga un peso creciente como centro energético que conectará sus turbinas eólicas marinas con países próximos.

El desarrollo de la eólica se convierte así en otro foco importante para la reducción del precio de la energía dentro de la red europea, al aumentar la oferta de renovables y reducir la dependencia de combustibles fósiles.

Además, este paquete de la Comisión también pretende dar solución al problema endémico de la regulación europea, donde el plan podría contemplar acelerar los permisos de construcción de redes, para que los nuevos proyectos energéticos tengan un tiempo de aprobación inferior que no retrase el ritmo al que Europa quiere realizar la transición energética. En este sentido, podría optarse por un modelo de prioridad para proyectos ya preparados (first-ready, first-served), de forma que se evite que queden bloqueadas infraestructuras por proyectos que no están avanzados.

En definitiva, con este paquete de medidas que apunta a la construcción de una red eléctrica modernizada, la Comisión Europea espera facilitar la integración de renovables, almacenar energía y hacer viable el desarrollo de tecnologías como el hidrógeno, potenciar la interconexión entre países, mejorar la seguridad de suministro y abaratar el coste de la electricidad a medio-largo plazo.


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