La revelación de Jorge Javier Vázquez en su última visita al plató de ¡De Viernes! ha sacudido por completo la rutina de Telecinco y ha dejado a la audiencia sin palabras. Su presencia, anunciada días antes como una conversación cargada de honestidad, superó cualquier expectativa al transformarse en un relato íntimo y descarnado sobre su paso por el quirófano y el complicado proceso que vivió después. La reaparición del presentador, que ya en septiembre se convirtió en tendencia por su sorprendente cambio físico durante el estreno de Gran Hermano, encontró ahora su explicación más cruda y detallada, marcada por un cúmulo de inseguridades, decisiones médicas y un postoperatorio que él mismo describió como una auténtica pesadilla.
1La reaparición de Jorge Javier Vázquez
Desde el primer minuto, Jorge Javier no dudó en mostrar una vulnerabilidad poco habitual en un rostro tan reconocido de la televisión nacional. Con un aplomo que contrastaba con lo delicado del tema, reconoció que su decisión de someterse a dos intervenciones estéticas surgió de un profundo malestar personal. “Sinceramente, no aguanto verme todos los días en un plasma”, admitió ante Bea Archidona y Santi Acosta, explicando que el paso del tiempo y la exigencia de estar permanentemente expuesto habían generado en él una sensación constante de rechazo hacia su propia imagen. Según relató, hubo días en los que llegaba a pensar que prefería quedarse en casa antes que enfrentarse al espejo del estudio, un comentario que dejó claro el nivel de desgaste emocional que había acumulado durante meses.
Su visita al cirujano marcó el inicio de un proceso que acabó siendo más profundo de lo previsto. El presentador acudió con la idea de mejorar únicamente el cuello, pero el especialista le sugirió ampliar la intervención para lograr un resultado más armónico. “Me dijo que era claro candidato”, contó, rememorando aquel examen frente al espejo donde le hicieron realizar distintos gestos para valorar el envejecimiento de su rostro. A partir de ese momento, Jorge Javier tomó la decisión de aprovechar que se encontraba bien de salud para dar un paso más y apostar por un rejuvenecimiento global, convencido de que estas operaciones “hay que hacerlas cuando eres más o menos joven”.








