La situación que atraviesa María del Monte no puede calificarse de sencilla. Desde que se conoció la implicación de su sobrino Antonio Tejado, señalado como presunto autor intelectual del robo cometido en la vivienda de la artista en Gines, Sevilla, la vida de la cantante ha dado un giro marcado por la incertidumbre, la preocupación y la presión mediática. Ahora, su mujer, Inmaculada Casal, ha dado un paso al frente y ha puesto voz a lo que ya era un secreto a voces: “No estamos bien”, una afirmación que refleja con contundencia el desgaste emocional acumulado durante los últimos meses.
1El juicio contra Antonio Tejado
El caso judicial continúa avanzando, y cada paso supone un impacto directo en el entorno de la folclórica. La Fiscalía ha solicitado 30 años de prisión para Antonio Tejado, una petición especialmente significativa porque supera en dos años la propuesta por los propios abogados de María del Monte, quienes pedían 28 años para el acusado. Esta diferencia de criterios no solo ha generado un debate en el ámbito judicial, sino que también ha añadido más tensión a la relación ya desgastada entre la cantante y su sobrino, una relación familiar que antes del proceso se mantenía estrecha y que hoy parece irreparable.
En noviembre, la presión aumentó cuando el juez impuso a Tejado una fianza de 639.000 euros, una cifra que debía ser depositada en un plazo de 24 horas. La respuesta de su defensa fue inmediata: el acusado no disponía de esa cantidad, algo que evidenció aún más su delicada posición procesal. Aunque la fecha exacta del juicio todavía no ha sido señalada, recientemente se le ha visto acudir personalmente a los juzgados para recoger una notificación clave en el procedimiento, un gesto que confirma que la maquinaria judicial sigue avanzando sin pausa.
Todo apunta a que el juicio se celebrará a principios del próximo año, un horizonte temporal que mantiene en vilo a María del Monte y a su entorno más íntimo. En este contexto, la presencia de Inmaculada Casal se ha convertido en un apoyo crucial para la artista, tanto en lo emocional como en lo mediático. Por este motivo, su reciente declaración pública ha sido tan significativa, ya que rompe el silencio prudente que ambas habían mantenido hasta ahora. “Bueno, no es algo agradable, no estamos bien, pero bueno… a esperar, que es lo que hay que hacer”, confesó Casal, dejando claro que la situación está pasando factura, aunque también transmitiendo una actitud de serenidad dentro de la preocupación.








