La imagen que Kiko Matamoros ha compartido tras su última intervención estética ha generado una auténtica oleada de reacciones, convirtiéndose en uno de los temas más comentados del mundo del corazón. El colaborador ha vuelto a colocarse bajo los focos mediáticos después de aparecer en redes sociales con el rostro visiblemente inflamado y marcado, una estampa que muchos seguidores han calificado como impactante y que ha suscitado preocupación y críticas a partes iguales. A sus 67 años, Matamoros continúa apostando por los retoques estéticos como parte de su proceso de renovación personal, pero esta vez la fotografía publicada ha despertado un debate especialmente intenso, alimentado por comentarios tan tajantes como “está horrible”.
2Así ha reaccionado el público
Sin embargo, las redes sociales no tardaron en encenderse. La imagen impactó a miles de usuarios y, como suele ocurrir con Matamoros, las opiniones se dividieron inmediatamente. Algunos seguidores mostraron empatía, recordando que el proceso inflamatorio es normal tras una cirugía de este tipo y que el colaborador pronto se verá mucho mejor. Pero la otra cara de la moneda se manifestó en forma de críticas abiertas e incluso comentarios hirientes. Uno de ellos, convertido rápidamente en viral, fue el rotundo “¡Qué horror!”, seguido de otros mensajes como “hay que saber envejecer con dignidad” o “menudo ridículo”. Estas opiniones no pillan por sorpresa al propio Matamoros, acostumbrado a recibir valoraciones extremas cada vez que se somete a algún retoque estético.
A pesar de la dureza de algunos comentarios, el colaborador continúa firme en su postura de defender la libertad individual para cambiar aquello que no gusta. Quienes lo conocen bien saben que siempre ha mantenido una relación compleja con la imagen y que no se ha visto afectado por la controversia en torno a sus retoques anteriores. En esta ocasión, sin embargo, la fotografía ha mostrado un nivel de inflamación tan llamativo que incluso algunos compañeros de profesión se han pronunciado para destacar que las primeras horas tras una blefaroplastia suelen ser difíciles y que el rostro tarda días —e incluso semanas— en recuperar un aspecto natural. La propia evolución será la encargada de acallar críticas o darles más fuerza.








