La filial británica de Iberdrola, Scottish Power ha recibido luz verde del regulador de Reino Unido, Ofgem, para invertir cerca de 14.000 millones de euros en sus redes. Una cifra que irá destinada sobre todo a las nuevas interconexiones entre Escocia e Inglaterra y Gales.
Hay que recordar que, en los resultados de los primeros nueve meses, ya apuntaba a una tendencia de internacionalizar su negocio regulado, ya que obtuvo un rendimiento de 6.128 millones en su EBITDA, un 26% más que el año pasado, impulsado sobre todo por un crecimiento en la base de activos regulados (RAB) en sus filiales de Reino Unido y Brasil.
Gran parte de este crecimiento también se debe a que en estos países las retribuciones son más jugosas que en el caso español, que está por debajo de lo que pedía el mercado (7%, respecto a la tasa actual de 6,58%). Por otro lado, Iberdrola experimentó un crecimiento en las inversiones alcanzado los 4.904 millones de euros, liderando nuevamente los países extranjeros.
La importancia de Reino Unido dentro de la estrategia de Iberdrola
Esta operación de inversión en Reino Unido, forma parte del nuevo Plan estratégico de Iberdrola (2025-2028), donde la compañía tiene pensado invertir 58.000 millones de euros hasta 2028 en redes, donde destacan Estados Unidos y Reino Unido. En este último país, cuando se realice la inversión de 14.000 millones, la compañía estaría a tan solo 6.000 millones de cumplir su objetivo en expansión de redes, que contemplaba 20.000 millones de euros destinados para el mercado británico.
Por otro lado, Reino Unido ha actualizado su marco de remuneración aplicable al transporte de electricidad hasta el año 2031, el RIIO T3, que establece la tasa de retribución en torno al 8% (un 1,5% más que la remuneración por redes española). De tal forma que la compañía estima que este plan tendrá un impacto positivo de 2.300 millones de euros anuales en la economía del país británico.
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El proyecto de su inversión destaca sobre todo por dos nuevas interconexiones submarinas de corriente continua de alta tensión entre Escocia e Inglaterra: el Eastern Link 1 y Eastern Link 4. A esto se le suma, otro cable submarino entre Escocia y Gales, Western Link 2, que en conjunto transportarían energía a más de 500 kV a través de 1.100 kilómetros de cable submarino.
Hay que recordar que, Reino Unido tiene una calificación crediticia de AA, de tal forma que Iberdrola al operar en ese país reduce su exposición a riesgos asociados a mercados menos estables o con incertidumbre regulatoria. Sumado a que, al diversificar su negocio de redes a nivel mundial, puede compensar ajustes regulatorios menos ventajosos sin perder competitividad.
Por otro lado, este plan se lleva a cabo en un contexto donde Reino Unido, está experimentando una creciente demanda eléctrica, de sus objetivos de des-carbonización y de expansión de renovables, situación que es aprovechada por la compañía al invertir en redes en el país, en línea con el Clean Power 2030 Plan (Plan de Energía Limpia 2030) del gobierno del Reino Unido.
En definitiva, con esta inversión de cerca de 14.000 millones de euros, Iberdrola está cumpliendo su plan de expansión en negocios regulados, que constituyen una ventana de estabilidad para la compañía. En este sentido, su apuesta por las redes eléctricas ya estaba previsto, tanto en sus resultados de los primeros nueve meses, como en su último plan estratégico de 2025-2028. Por lo que habrá que esperar si estas inversiones tendrán el resultado esperado dentro del tiempo establecido.








