La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) ha aprobado una modificación temporal de varios procedimientos de operación del sistema eléctrico, con el objetivo de reforzar la seguridad del suministro ante posibles variaciones bruscas de tensión.
Una aprobación que ha llegado después de que la presidenta de Redeia, Beatriz Corredor, detallara en un evento del Club Social para la Democracia, la necesidad urgente de dotar al operador del sistema de herramientas adicionales, en un contexto en el que el parque generador español aún está adaptándose a los nuevos requisitos del actual marco operativo, especialmente los derivados del P.O. 7.4, el procedimiento que regula el control de tensión.
Un elemento que al que referenció Corredor al explicar las circunstancias que llevaron al apagón del pasado 28 de abril. Redeia lleva desde 2022 señalando la necesidad de actualizar este procedimiento, tras detectar comportamientos dinámicos inestables en algunos generadores renovables. El nuevo P.O. 7.4 completó su tramitación normativa en junio de 2025, pero su implementación plena en todas las instalaciones sigue en curso.
La presidenta explicó que, pese a las pruebas realizadas en 2022 y 2023, todavía existen instalaciones que no cumplen completamente los parámetros de control de tensión exigidos, especialmente en la respuesta frente a perturbaciones rápidas de la red, como las que señala que ocurrieron en el caso del cero energético. De ahí que, Redeia vaya a mantener la operación reforzada, hasta que no exista una seguridad de que se apliquen adecuadamente requisitos normativos de control de tensión.
Justamente esa es la línea que sigue la resolución adoptada por la CNMC. El organismo regulador ha aprobado modificaciones temporales en los procedimientos de operación P.O. 3.1 (Proceso de Programación),P.O. 3.2 (Restricciones Técnicas), P.O. 7.2 (Regulación Secundaria), además del P.O. 7.4.
Son medidas temporales que acercan posturas entre Redeia y CNMC
Todos estos procedimientos son esenciales para determinar cómo actúan las centrales eléctricas, cómo se gestionan las limitaciones técnicas del sistema y cómo se mantiene el equilibrio entre generación y consumo en tiempo real. Estas medidas estarán en vigor durante un periodo inicial de 30 días, prorrogables hasta un máximo de tres meses.
La CNMC reconoce abiertamente que estos cambios se aplican “por razones operativas” y con carácter de urgencia, con el propósito de “incrementar las herramientas del operador del sistema para reforzar la seguridad del suministro en caso de producirse variaciones bruscas de tensión”.
La resolución de la CNMC también señala que, tras analizar las aportaciones de los agentes del sector durante el trámite de audiencia, el regulador ha introducido ajustes para limitar el impacto potencial de las medidas temporales. No obstante, deja claro que es necesario fortalecer la capacidad del operador del sistema durante el periodo en el que se completan las adaptaciones técnicas pendientes. En paralelo, anuncia que pondrá en marcha un plan de trabajo adicional con los distintos sujetos del mercado para estudiar nuevas medidas que refuercen la coordinación general del sistema eléctrico.
El conjunto de decisiones revela una alineación clara entre el regulador y el operador del sistema. La intervención de Corredor, centrada en explicar la importancia de actualizar las herramientas de control y en subrayar el papel creciente de las energías renovables en la estabilidad de la red, aparece ahora confirmada y respaldada por una resolución oficial.
Tanto Redeia como la CNMC, coinciden en que la transformación acelerada del mix energético, caracterizada por un fuerte aumento de la generación distribuida y variable, exige mecanismos más robustos para asegurar que los incidentes no se traducen en perturbaciones mayores o cortes de suministro.
Con esta decisión, la CNMC da un paso significativo para reforzar la seguridad del sistema en un momento de profunda transición tecnológica. De esta forma, el panorama a futuro de la operación reforzada podría limitarse al existir mecanismos, que podrían garantizar una mayor estabilidad energética. A pesar de que este avance suponga un acercamiento entre operador y regulador, habrá que estar a la espera de cómo reaccionará Redeia.








