Los expertos del sector bancario prevén que en el conjunto de Banco Santander, ING, CaixaBank, y BBVA, los ingresos totales se aceleren hasta el 5% en el ejercicio fiscal de 2026, lo que, junto con el apalancamiento operativo y un rendimiento de recompra del 3%, que debería impulsar un crecimiento del beneficio por acción del 12% tanto en el ejercicio 2026, como del ejercicio 2027.
En este sentido, con una tasa de crecimiento anual compuesta del 11% para el período fiscal de 2025-2028, y cifras superiores al consenso, los expertos creen que el sector financiero con bancos como Bankinter, ING, CaixaBank o BBVA, puede cotizar a un PER de entre 11 y 12 veces.
«Con la posible finalización de los recortes de tipos, creemos que el crecimiento esperado de los préstamos en el negocio irlandés, cercano al 6,5%, y la revisión restante de la valoración de la cobertura estructural, se materializarán con un crecimiento del margen neto del 4% en 2026/2027 a pesar de la posible creciente competencia en depósitos de Bankinter«, apuntan los expertos de Morgan Stanley.

LOS EXPERTOS MODIFICAN LAS PREVISIONES DE BANCO SANTANDER, ING Y CAIXABANK
En este sentido, primero nos centraremos en Banco Santander, donde es posible que en el Día del Inversor que tendrá lugar en febrero, la entidad bancaria alcance un ROTE del 18-20% en ejercicio fiscal de 2028. Sin ir más lejos, con el capital fijo y el excedente redistribuido, el aprovechamiento de la plataforma global de Santander y la normalización de los beneficios en Brasil, que impulsarán la siguiente etapa de crecimiento de los beneficios.
«Para Banco Santander, estimamos un crecimiento del 15% por acción en 2025-2028, lo que nos sitúa entre un 5% y un 8% por encima del consenso, que con un TBV de 1,5 veces en 2026, sugiere que esta cifra no está descontada», apuntan los expertos de Morgan Stanley ante las previsiones de la compañía.
LOS ANALISTAS VEN MARGEN PARA QUE SANTANDER SUPERE LOS COSTES
Si hablamos de ING en septiembre, los expertos de Morgan Stanley mejoraron la calificación de la entidad bancaria, siendo así una de sus mejores opciones. Concretamente, se trata de una valoración convincente cotizando a 1,2 veces para 2026 para un RoTE sostenible del 15%, la acción parece barata en relación con su potencial de rentabilidad.
En cuanto al crecimiento de los ingresos, los analistas esperan que el margen de intereses crezca un 10% de cara al ejercicio de 2026, y que las comisiones sigan creciendo en el extremo superior de la guía, dado el fuerte enfoque de la gerencia en esta línea. ING se sitúa en un 4% por delante del consenso sobre las ganancias para el año que viene.

Por otro lado, Morgan Stanley ha elevado sus estimaciones en las entidades financieras españolas, considerando el nuevo supuesto de tipo de interés del 2% y un mayor crecimiento de los préstamos. En el caso de CaixaBank, «elevamos nuestros beneficios un 3% en el ejercicio fiscal 2026, y un 6% en el 2027, el mayor incremento de todos, ya que reflejan ganancias de cuota de mercado con un crecimiento de los préstamos del 5% hasta 2028».
BBVA, EN BÚSQUEDA DE LA SOLUCIÓN A LAS MONEDAS ESTABLES
En este contexto, además del euro digital, las monedas estables también ha comenzado a despertar interés, aunque por ahora predominan las monedas estables en dólares estadounidenses. Concretamente, las stable coins son un tipo de criptomoneda diseñada para mantener un valor constante, generalmente mediante una vinculación a un activo referenciado, como una moneda fiat o fiduciaria.
BBVA ha puesto en marcha una serie de planes para el lanzamiento de la moneda estable EUR, eso sí, para el ejercicio fiscal del año que viene (2026) respaldada por una serie de monedas fiduciarias en colaboración con Visa.

No obstante, dichas iniciativas presentan un riesgo para los depósitos. Desde Morgan Stanley consideran que los riesgos para los depósitos bancarios europeos son limitados por los sistemas de pago actuales, ya son bastante eficientes, por lo que no es obvio por qué los hogares comenzarían a pagar en monedas estables en lugar de los métodos de pago actuales.
En segundo lugar, las entidades bancarias pueden ofrecer rendimiento sobre sus depósitos, mientras que las monedas estables no ofrecen intereses o rendimiento, aunque pueden ofrecer sistemas de fidelización.








