La familia Campos atraviesa de nuevo un momento de máxima preocupación tras conocerse la delicada situación de José María Almoguera, hijo de Carmen Borrego y nieto de María Teresa Campos. Este lunes, la noticia saltaba tras conocerse que el joven, que convive desde hace 12 años con un marcapasos, tendría que someterse a una operación de manera inmediata debido a que el dispositivo “está fallando y dando anomalías”, según ha informado El tiempo justo. La información generó un impacto inmediato, ya que apenas una semana antes José María había recibido una llamada de la Fundación Jiménez Díaz, el hospital que controla su enfermedad, alertándole sobre la urgencia de sustituir su marcapasos y la necesidad de intervenirle “a la máxima velocidad”. Este tipo de situaciones, consideradas in extremis por los especialistas, siempre generan alarma en el entorno del afectado, sobre todo cuando se trata de problemas cardíacos que pueden derivar en complicaciones graves como arritmias o descompensaciones. La intervención, aunque programada, se presenta ahora como un evento crucial para garantizar la estabilidad de su salud y evitar riesgos mayores.
1El estado de salud de José María Almoguera
José María Almoguera, quien ha hablado en distintas ocasiones sobre su dolencia, ha explicado que su enfermedad cardíaca requirió hace años la colocación de un desfibrilador interno, fundamental para controlar su ritmo y evitar que episodios imprevistos puedan poner en riesgo su vida. La complejidad de su condición hace que cualquier alteración en el funcionamiento del marcapasos deba tratarse con suma rapidez y precisión, lo que convierte esta operación en una prioridad absoluta para su equipo médico. Este martes, en el programa Vamos a ver, se ofreció una actualización sobre su estado a través de su madre, Carmen Borrego, quien se mostró visiblemente preocupada por la difusión de la noticia antes de que ella misma pudiera comunicarla. La periodista Adriana Dorronsoro explicó que Carmen manifestó estar sorprendida y algo molesta por la filtración, aclarando que la familia ya tenía planificada la intervención y que no se trataba de un hecho alarmante, sino de un procedimiento necesario dentro del seguimiento médico habitual que requiere José María.
La situación ha generado un intenso interés mediático y público, dado que José María siempre ha mantenido un perfil bajo respecto a su salud y vida personal. La familia, consciente de ello, ha tratado de minimizar la alarma generada, asegurando que la operación forma parte de un cuidado planificado y que se hará con todas las garantías médicas. Según informaciones aportadas por Cristina Tárrega, colaboradora que estuvo en directo explicando el caso, los cardiólogos que revisan la situación han indicado que no es raro que un desfibrilador necesite ajustes o incluso un reemplazo, siendo procedimientos comunes dentro de la cardiología. “No es algo fuera de uso en el mundo de la cardiología, y lo abordarán sin mayor problema”, aseguró Tárrega, aunque añadió que, dada la naturaleza del corazón, siempre existe una preocupación inherente cuando se trata de una intervención de este tipo. Estas aclaraciones sirven para contextualizar el alcance de la situación y disminuir, en la medida de lo posible, la alarma pública.








