El año todavía no terminó, pero el bolsillo de los consumidores en España ya comienza a prepararse para una noticia poco agradable: las tarifas de telefonía volverán a subir en enero. Según adelantó Jordi Fàbrega en Hoy por Hoy, las principales operadoras aplicarán aumentos por encima de la inflación, una tendencia que ya se repitió el año pasado.
Las empresas justifican estos cambios en el encarecimiento de costes y en la inversión en redes y contenidos audiovisuales. Sin embargo, el impacto será real, directo y afectará a millones de hogares. Por eso conviene entender qué pasará con las tarifas, cuándo, y por qué todas las empresas parecen moverse de forma coordinada.
Tarifas en alerta: Subidas por encima de la inflación
En 2026, MásOrange, Movistar y Vodafone modificarán sus tarifas con un incremento cercano al 4%. Es un porcentaje que supera la subida media de precios registrada durante 2025, situada en torno al 2,6%. Es decir, las tarifas crecerán más que el coste de vida. En el caso de MásOrange, la subida llegará el 12 de enero y representará entre 1 y 6 euros más al mes, según el paquete contratado. La compañía sostiene que necesita sostener la inversión tecnológica, pero también mejorar su oferta audiovisual, un argumento que se repite en toda la industria.
Movistar reajustará sus tarifas el 13 de enero. La modificación afectará a paquetes convergentes (fibra, teléfono fijo y móvil) y se ubicará cerca del 4%. Los clientes recibirán notificaciones formales durante las próximas semanas, ya que la ley obliga a comunicar cualquier cambio de tarifas con un mes de antelación. Vodafone seguirá un camino muy similar, con un aumento del 3,9% a partir del 8 de enero. En todos los casos, los usuarios verán incrementos de entre 2 y 6 euros mensuales.
La coincidencia temporal no es casual: las empresas aseguran que sus tarifas reflejan el coste creciente de mantener una red en funcionamiento y de ofrecer contenidos exclusivos. Sin embargo, para el consumidor, el resultado es sencillo de entender: pagará más por exactamente los mismos servicios. Según Fàbrega, esto ya ocurrió en 2025 y vuelve a repetirse en 2026.
Un enero que llega con más incrementos
La subida de tarifas telefónicas no será la única que llegará con el nuevo año. Enero es un mes en el que muchas administraciones ajustan precios: transporte público, autopistas, agua y otros suministros. Los analistas prevén que varias de estas tarifas serán revisadas en las próximas semanas y, en la mayoría de los casos, también al alza. Fàbrega anticipa “malas noticias” en materia de tarifas, aunque los detalles suelen conocerse justo a final de diciembre, casi sobre la campanada de Nochevieja.
La pregunta, entonces, es cuánto resistirá el consumidor. El año comienza con ajustes que no siempre vienen acompañados de mejoras visibles en los servicios. Las cuentas se convierten así en un termómetro silencioso: uno que sube cada enero y que obliga a planificar con antelación. Conviene estar atentos, porque estas tarifas seguirán marcando conversación, facturas y decisiones domésticas durante todo 2026.
