esulín de Ubrique ha anunciado una feliz noticia que, según su entorno, podría dejar completamente descolocada a Belén Esteban, reavivando así uno de los vínculos más comentados de la crónica social. El torero, que a sus 51 años vive una etapa de estabilidad marcada por la retirada de los ruedos, habría tomado una importante decisión relacionada con su vida familiar, un ámbito que hoy ocupa el centro de su día a día junto a María José Campanario y los hijos que ambos han criado lejos del foco mediático. En este escenario, la figura de su hija Andrea Janeiro, fruto de su relación con Belén Esteban, vuelve inevitablemente a surgir como referencia para interpretar el impacto de ese anuncio que él describe como un paso lleno de ilusión.
1El negocio de Jesulín de Ubrique
El torero atraviesa un momento de serenidad que se refleja tanto en su vida personal como en sus proyectos profesionales, que continúan generando sustanciales beneficios pese a su ausencia de las plazas. Retirado del mundo taurino desde hace años, Jesulín ha centrado sus esfuerzos en la gestión de su patrimonio y en diversificar inversiones, una estrategia que le ha permitido levantar una red de negocios con resultados muy positivos. Este periodo de estabilidad económica también ha coincidido con una recuperación anímica tras diferentes problemas de salud, lo que contribuye a que viva con especial intensidad cada logro personal que llega a su familia.
El torero mantiene propiedades en Ubrique y sigue vinculado sentimentalmente a Ambiciones, la finca familiar que forma parte esencial de su historia y que ocupa miles de hectáreas dentro del Parque Natural de Grazalema. Aunque en 2020 intentó convertirla en un espacio para grandes eventos, el proyecto no llegó a consolidarse, pero otras líneas de negocio sí han prosperado con solidez. Entre ellas destaca el caso de Casa el Torero, una vivienda que perteneció hace años a Jesulín y que hoy funciona como un alojamiento muy solicitado, llegando incluso a estar completa durante toda la campaña navideña.
Este espacio, situado en la urbanización El Bosque, ofrece 300 metros cuadrados distribuidos en cinco habitaciones, dos salones y varios espacios exteriores, además de piscina y garaje privado, todo ello por un precio que ronda los 341 euros por persona y noche. Aunque Jesulín no obtiene actualmente ingresos procedentes de ese alquiler, la popularidad del alojamiento demuestra hasta qué punto su nombre continúa proyectando interés y generando beneficios para terceros. La demanda constante ha convertido la casa en un reclamo turístico que refuerza, sin pretenderlo, la presencia del exmatador en la vida social y económica de la zona.
